La protagonista de nuestra historia de hoy se llama Jacinta Louzán, una usuaria de la asociación Feafes que tiene diagnosticado el trastorno bipolar. Eso no le ha impedido formar su propia familia e incluso escribir un libro de poesías.
“Me hicieron bullying en un internado que estuve y desencadené un cuadro psicótico bastante grave y estuve ingresada hasta los 15 años”, contó Louzán.
Originaria de Galicia, con 18 años se fue a trabajar a Lanzarote, donde sufrió acoso sexual por parte de un compañero. Esta situación desencadenó en algo más grave y fue allí donde le diagnosticaron el trastorno.
Sobre qué es el trastorno bipolar, Louzán relató que “hay periodos en los que estamos muy bien, yo llevo bastante tiempo estable y espero seguir así”. Estos periodos suele comenzar con una sensación de euforia, en el que la persona siente que puede hacer todo, súper feliz o incluso ser derrochadora. “El peor es cuando ves todo lo que has hecho y te da un bajón muy grande, seguido de una depresión que te puede llevar al suicidio”, contó Louzán. También quiso matizar que esto ocurre “casi siempre que uno de deja la medicación”.
Cuando fue diagnosticada, al principio no fue fácil para sus familia, en especial para su padre, porque era una situación muy desconocida en la época y según expresó, los médicos explicaban la situación de una manera muy técnica.
“Incluso mis padres me llevaron a curanderos, porque yo era una persona muy alegre, muy buena estudiante y quería ser médico. Así que, cuando me pasó esto como un flash para todos”, contó Louzán. Por su experiencia, ella piensa que el nuevo curso para familiares que ha iniciado Feafes es muy positivo, pues aún hay muchas familias que no saben cómo gestionar ciertas situaciones.
Sus hijos
Louzán cuenta que se ha esforzado mucho para llevar su situación lo mejor posible y asegura que su vida personal está muy bien en este momento, pero no fue fácil llegar hasta ahí.
“Yo un día dije ‘ya está, quiero estar bien’ y empecé a buscar psicólogos y a tomarme la medicación, porque mis recaídas siempre fueron por dejarla”.
Para que todo le vaya bien como ahora, Jacinta resalta el apoyo de su marido, con el que tiene dos hijos y sobre el que contó que es muy observador y sabe cuándo ella está mal.
“La familia muy importante que sepa por donde va a pasar una crisis, por donde va a empezar, que conozca muy bien al familiar que tiene un trastorno mental”, declaró.
Además, tener a sus hijos ha sido para ella una forma de mantenerse estable y aseguró que lo más importante para ella es ser madre.
“Fue una responsabilidad tan grande que, entre comillas, mis tonterías se fueron”
Uno de sus hijos tiene autismo, por el que tiene que esforzarse mucho cada día para que todo sea más llevadero.
“Estamos luchando por una Unidad de Salud Mental en Melilla, porque no la hay y muchos niños lo necesitan y están compartiendo con adultos cosas que no deberían ver”, aseguró.
También explica que aunque la gente la vea bien, ella siempre intenta cuidarse para no tener una recaída y quisiera que la imagen de los trastornos mentales cambiase y que los medios de comunicación detallasen que los que tienen uno y cometen delitos, es porque no se han tomado la medicación.
Poesía
A pesar de su trastorno y de tener un hijo con autismo, Jacinta ha tenido tiempo para sacar un libro de poesía en muestra sus sentimientos del día a día, una hobby que tiene desde los 15 años y gracias a una asociación de escritores comenzó a recitar poesía.
“También hablo un poco del trastorno mental, reivindicando lo que he comentado de los medios, que no nos explican los médicos totalmente cómo es”, por lo que Louzán pide que las explicaciones sean “de tú a tú”.
Louzán cree que mucha gente que tiene prejuicios contra las personas con trastornos mentales, deberían mirarse ellos mismos.
“Yo digo que a principio de año, todo el mundo quiere apuntarse al gimnasio, pero la mente nadie la cuida y esta sociedad es muy estresante”, además de que manifestó que en otros sitios, tener un psicólogo es muy normal y que puede ser una figura muy postiva que te ayude en tu día a día.
Para las personas que se encuentran en su situación y que no han tenido el apoyo necesario, Jacinta tiene claro qué decirles. “Que se dejen ayudar, que busquen ayuda. Primero de su familia y les diga lo que siente”. También que vayan a asociaciones como Feafes y que acudan a Unidades de Salud Mental.
Jacinta anima a que las personas que tienen prejuicios que se acerquen y le pregunten para demostrarles que no muerde. Sin duda, ella es un ejemplo a seguir para muchos ciudadanos, tengan un trastorno o no.
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