Protesta en Melilla. Cerca de un centenar de sirios protestó ayer en la Plaza de España porque al menos una veintena de niños permanece separada de sus padres desde hace un mes, acogidos en centros de menores. También reclaman salidas más fluidas de Melilla.
Cerca de un centenar de ciudadanos sirios se manifestó ayer al mediodía en la Plaza de España. En la concentración se juntaron los que protestaban porque llevan entre uno y tres meses en la ciudad y quieren salir de Melilla, los solteros que denuncian que el orden de traslados de inmigrantes a la península es arbitrario y da prioridad a los subsaharianos y también los padres de una veintena de niños, que desde hace cerca de un mes permanece bajo la tutela de la Ciudad Autónoma. Eso, pese a que la Fiscalía de Menores de Melilla cambió el protocolo para evitar separar a las familias que esperan los resultados de los test de ADN practicados para demostrar que los niños que han entrado solos o sin papeles en Melilla son hijos de quienes dicen ser sus padres.
Ayer, algo más exaltados que en otras concentraciones, los sirios intentaron manifestarse frente a la Delegación del Gobierno, pero un cordón policial lo impidió.
Por eso se resignaron a gritar sus consignas “¡No CETI, no CETI!” o “¡Salida, salida!” o “¡NO CETI, sí Madrid!”. También corearon proclamas en su idioma ante las cámaras y micrófonos de una televisión en árabe.
El abogado Mohamed Busian Mohamed, que se encarga de las reclamaciones de los ciudadanos sirios, apuntó ayer a El Faro que los retrasos en la devolución de los niños que permanecen en centros de acogida se deben a que para devolver un niño a sus padres, los trabajadores sociales de la Consejería de Bienestar Social necesitan un informe del CETI, otro de La Purísima o La Gota de Leche y otro de la Comisaría. En esencia, esos informes deben certificar que existe una relación, al menos afectiva, entre adultos y niños. Sin embargo estos informes se han retrasado por las vacaciones de Semana Santa.
Hay que aclarar que la Consejería devolvió el mes pasado a los casi 40 niños que tenía bajo su tutela. Los menores que quedan por devolver son los de nuevo ingreso.
Ayer, entre los manifestantes, estaba Zein Hussan, un sirio que lleva cuatro meses en la ciudad y está desesperado por salir porque tiene a su padre en Madrid, con permiso de residencia.
En una situación similar está Husin Hamadi. Toda su familia, su mujer, su madre y un hijo, le espera en Barcelona, pero él lleva sólo un mes en Melilla. Aún le quedan, mínimo, un par de meses y varias protestas por delante.
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