La Operación Paso del Estrecho (OPE) comenzó el 14 de junio y durará hasta mediados de septiembre. Ayer se presentó una nueva jornada de pasajeros que mostraron la frustración por el abandono que consideran que están sufriendo por la falta de organización y recursos para afrontar la espera con las altas temperaturas de la temporada de verano por parte de la Delegación del Gobierno.
Los residentes melillenses que durante los fines de semana quieren cruzar la frontera hacia Marruecos mostraron su frustración con la gestión por parte de la Delegación del Gobierno y piden que se “defiendan” sus derechos.
Este medio estuvo presente en las inmediaciones de la frontera de Beni Enzar donde todo parecía transcurrir con total normalidad, pero las famosas colas de viajeros que llegan desde diferentes puntos de Europa y de la ciudad de Melilla fueron los principales protagonistas de la mañana en la zona fronteriza.
Para este año se esperan alcanzar unas cifras elevadas de 400.000 viajeros, aunque fuentes cercanas de los agentes de movilidad explicaron a este medio que el número de vehículos de la OPE ha disminuido considerablemente en esta operación.
De acuerdo con declaraciones de agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado desplegados en la frontera, la mañana se estaba desarrollando de forma "tranquila, sin ningún tipo de incidentes", afirmaron.
Los agentes se encargan de dirigir el tráfico en los carriles que se han adaptado para viajeros de la OPE y para residentes.
Sin embargo, a pesar de esta aparente tranquilidad, muchos fueron los pasajeros que se acercaron a este diario para querer expresar su frustración por la mala organización del tráfico en la frontera.
Dispuesto a cruzar a Marruecos a pasar el día junto a su mujer, paró a El Faro en mitad de la cola de Beni Enzar Nordi Hamin para expresar su total frustración de la situación que tiene que vivir cada vez que se dispone a coger su vehículo y dirigirse hacia el país vecino.
De este modo, el ciudadano melillense denunció la falta de organización que sigue habiendo por las largas colas que se forman en la zona y la falta de interés por parte de la Delegación del Gobierno para solventar estos problemas ocasionados por la masificación de ciudadanos que se acercan hasta el paso fronterizo para acudir a Marruecos, y que vienen desde diferentes puntos de la Península y de Europa.
“Ahora mismo la organización por parte de la Delegación de Gobierno está fatal porque los residentes melillenses tenemos únicamente una cola de acceso para entrar a Marruecos. Necesitamos dos carriles para los de Melilla. Además, nos tratan con una marginación total tras cruzar la frontera porque nos desvalijan el maletero completo y muchos registros generales, no nos dejan pasar ni agua”, recalcó el ciudadano melillense.
Tampoco se quiso olvidar de mandar un mensaje a la delegación ya que considera que “deben actuar y defender” los derechos de los melillenses porque tienen el derecho de salir dignamente a Marruecos y se sienten abandonados por parte de las autoridades.
El año pasado se instalaron carpas en las explanadas de la zona de la frontera de Beni Enzar.
Para este año no se han incorporado ninguna de ellas, ni tampoco servicios esenciales como ambulancias, Protección Civil o la apertura de los negocios del alrededor donde los pasajeros puedan consumir.
En este sentido, son muchos los ciudadanos los que reclaman que se instalen servicios prioritarios de atención al público para amenizar las largas colas que se provocan en el paso fronterizo con Marruecos y para poder paliar la calor que se están viviendo con el ascenso de las temperaturas en plena ola de calor de verano.
El Faro tuvo la posibilidad de hablar con muchos de los ciudadanos melillenses y pasajeros de la OPE que llegaron hasta la ciudad de Melilla para poder cruzar la frontera a Marruecos.
Así pues, la mujer de Nordin, Yanira se mostró frustrada por la situación de las largas colas y las condiciones en las que se encuentran todos los viajeros que componen la Operación Paso del Estrecho. En este sentido, aclamó por la necesidad de agilizar el tráfico de los carriles ya que solo van a pasar el día en Marruecos para “despejarse” y no han habilitado la apertura de un segundo carril en la zona lo que provoca.
Tampoco se olvidó de las personas que vienen de fuera hasta Melilla para cruzar y están buscando la sombra por la falta de instalaciones para escapar de la calor.
“El lunes de la semana pasada nos pusimos por la madrugada para cruzar la frontera a las tres y media de la madrugada. Salieron dos barcos y nosotros seguíamos en la cola. Además, la situación que tienen que vivir los pasajeros por la falta de sombra y servicios esenciales es lamentable”, dijo.
Desde Madrid llegó Charim con sus familiares. Este ciudadano explicó la sorpresa que se llevó al llegar al paso fronterizo. Asegura que se esperaba una mejoría en organización e infraestructuras después de su última vez que vino a la frontera, hace ya más de cinco años.
Junto a sus padres, y desde la Península, Charim se acercó a este diario que estuvo presente durante la mañana del domingo en Beni Enzar para señalar su frustración y algunas mejoras que se deberían de aprobar para la espera eterna del paso fronterizo.
En Melilla es cierto que existe un debate en torno a la idoneidad de que la ciudad se convierta en lugar de tránsito para los emigrantes marroquíes de la OPE porque existe la teoría de que es un turismo que deja más gastos (en Protección Civil, refuerzo policial) que ingresos en Melilla.
Sin embargo, este medio pudo comprobar que no están instalados ningunos de los dispositivos de atención y seguridad ciudadana.
Por ejemplo, el año pasado se instaló una carpa para acoger a los ciudadanos y refugiarlos de las altas temperaturas, pero este año no se ha implantado ninguna carpa ni puestos de atención al público.
“La verdad que este año parecía que bajaban menos coches. Llegando a Almería ya se notaba mucho más el tráfico de vehículos que se dirigían a coger el barco para llegar a Melilla. Este año he bajado en plena temporada de verano y es un poco decepcionante todo esto, no hay ni bares ni tiendas abiertas. El único bar que está abierto ni siquiera tiene café. Aunque la organización no está tan mal, faltan muchos recursos y servicios de atención al público para los pasajeros”, explicó Charim.
Hassan es otro de los ciudadanos melillenses que se encontraba en la cola de la frontera. Recalcó que el espera la cola y una vez dispuesto a pasar la frontera avisa a su familia para que se dirija a su posición y no tengan que esperar las “interminables” filas de coches.
“Yo vengo siempre solo a hacer cola para cruzar la frontera. Una vez que veo que me estoy acercando bastante al punto, llamo a mi mujer para que venga con las niñas y no tengan que esperar”,dijo.
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