Con el sol de testigo, este domingo la base Alfonso XIII acogió la celebración del ciento trece aniversario de la creación de las fuerzas Regulares. Un acto cargado de simbolismo que estuvo presidido por el teniente general del jefe de mando en Canarias, Julio Salom Herrera, así como por la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh y el vicepresidente primero del Gobierno de la Ciudad, Miguel Marín.
Durante la parada militar en la explanada ‘Héroes de España’, se vivieron momentos de solemnidad y emoción como el juramento a la bandera los Regulares que pasan a reserva: el coronel José Andrés Luján, el cabo primero, Javier Riolobos y la cabo Sonia Ucle.
A lo largo del evento se concedieron también los títulos de Regular de Honor al teniente auditor, Javier Company, y al secretario de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Soledad de Setenil, Luis Miguel Gutiérrez.
Uno de los momentos más solemnes de la parada militar ha sido el homenaje a los que dieron su vida por España, así como el discurso declamado por el coronel jefe del grupo de Regulares, Ladislao Morella, recordando los valores del Regular. “Durante su historia, las fuerzas Regulares han sabido que el combate es un rival, un relámpago, pero para que para llegar al momento justo hace falta pasar mil fatigas".
En su alocución, el coronel jefe del grupo de Regulares quiso dejar claro el valor de ser Regular: “puede que mis palabras parezcan trasnochadas. Ya nadie habla de banderas, ni de héroes. Se habla de sueldos, de comida, de permisos, de agravios comparativos. Aunque puede que seamos trasnochados, déjennos con nuestras liturgias, con nuestros símbolos y hermanos, y cuando la realidad se torne oscura que nos llamen y acudiremos en esa oscuridad. Ya no estaremos perdidos, ni trasnochados y sabremos encontrar el lugar de nuestro puesto que es la extrema vanguardia”.
El 30 de junio de 1911, se crearon las fuerzas Regulares Indígenas de Melilla, con personal de Tropa bajo el mando de oficiales y suboficiales peninsulares, con una organización inicial de un Batallón de Infantería y un Escuadrón de Caballería.
Además de las operaciones en el exterior que le son asignadas, el Grupo de Regulares de Melilla nº52 tiene como misión la presencia permanente en la plaza de Melilla y la vigilancia de las islas y peñones de soberanía nacional, junto con el resto de unidades militares de la Comandancia General de Melilla.
Las brillantes actuaciones de este Grupo a lo largo de su historia le llevan a ser la unidad más condecorada del ejército español.
De ahí que en este acto militar se recordasen las acciones de combate que motivaron la concesión de las Cruces Laureadas Colectivas y las Medallas Militares Colectivas.
Esa sangre derramada, por los ancestros de los “REGULARES”, no hay nada, ni nadie, que la pueda borrar. ¡GLORIA Y HONOR A LOS REGULARES!
Desde que los recursos humanos de Regulares quedaron en manos de Juana Sarmiento y su marido Virginia Vallejo.... Nada queda de esas gloriosas fuerzas Regulares de antaño. Ni honor ni gloria. Y la de sentencias judiciales en contra de su arbitrariedad y tejecoñismo.