Los de Óscar Cano dejaron escapar su décimo noveno punto en casa pero, a pesar de ello, los astros siguen acompañando al equipo azulino para el ascenso.
Lo que le ocurre a la UD Melilla no es normal. Ante el Cacereño, un equipo bien armado y muy organizado como todos los de Pedro Braojos, los azulinos dejaron escapar una nueva oportunidad de tocar con las yemas de los dedos los tan ansiados puestos de promoción. Aunque en esta ocasión y, visto lo visto, el reparto de puntos puede considerarse justo a pesar de que los melillenses tuvieron mayor presencia en campo contrario y ejercieron un mayor dominio que resultó estéril. Se crearon pocas ocasiones claras de gol y, el juego del Melilla no daba para mucho, con un fútbol poco asociativo en el que las imprecisiones rayaban la desesperación y en el que balón largo o el socorrido 'juego directo' facilitaba la labor defensiva de los extremeños.
El Melilla tiene un mal endémico en casa que hay que atajar cuanto antes, porque la sangría de puntos que semana tras semana emana de Álvarez Claro puede dar al traste con las ilusiones de un club, una afición y una ciudad que apuesta por salir del, cada vez, más profundo y tedioso pozo de la Segunda División B.
La escuadra azulina, con reconocimiento incluido de su entrenador, carece de jugadores capaces de 'inventar' una solución a la hora de desatascar un partido en el que el contrario deja pocos espacios a sus espaldas y se organiza de manera casi marcial cuando no tiene la pelota. Los azulinos han mejorado en carácter y en organización defensiva, son tres los partidos que llevan de manera consecutiva sin encajar un gol, pero siguen adoleciendo de esa seña de identidad o de ese estandarte que sepa darle criterio al juego; que sepa meter una marcha más cuando el partido o la situación lo requiera y echar el freno o poner la pausa en el momento oportuno. Ese elemento podría ser Katxorro pero el excelente centrocampista vasco no pasa por uno de sus mejores momentos debido a la irrespetuosidad que le están mostrando las lesiones esta temporada. Ante el Cacereño, la calidad de Katxorro pudo desnivelar la contienda si René no evita, con una gran parada, que el esférico se colara por la mismísima escuadra pero también es cierto que, independientemente del estado del terreno de juego, el vasco, cosa impropia en él, erró una cantidad indecente de pases que aumentó el desaguisado azulino en ataque. Teniendo en cuenta además, que la UD Melilla jugó con superioridad numérica durante más de media hora de juego.
Aún así, y a pesar del nuevo traspié, el equipo melillense sigue en la séptima posición de la tabla y más cerca aún de los puestos de play-off, de los que lo separan tan solo tres puntos: una victoria. La dios Fortuna; los astros o, vaya usted a saber, si la mediocridad del Grupo IV, apuesto por esto último, siguen ofreciendo una oportunidad más, y van unas cuantas, para que el Melilla se enganche de manera definitiva al furgón de cabeza y, junto al Cádiz y la Balona, que estos sí parecen tenerlo claro, despegar de una vez por todas en la presente edición liguera. Esperemos que en esta ocasión no le ocurra al conjunto de Óscar Cano lo de anteriores situaciones en las que cada vez que tenían los cuatro primeros puestos al acecho, fallaban.
Es evidente que, con todo, la UD Melilla ha comenzado la segunda vuelta de manera totalmente diferente a como lo hizo en el campeonato. Los azulinos han sumado siete puntos de nueve posibles y vuelven a encadenar cuatro jornadas sin perder pero eso no ha bastado para formar parte de los elegidos. Ahora, el domingo, llega otro momento de la verdad. El Melilla visita el feudo del cuarto clasificado, el Lucena CF, un equipo de perfil bajo en el apartado económico, pero bien armado en cuanto a la configuración de su plantilla. Un equipo que cuenta con jugadores veteranos en sus filas que saben de qué va esto y que, a pesar de sus limitaciones, y de la racha negativa en la que están inmersos, en la que solo han ganado un partido de los últimos nueve disputados, ante el Roquetas (1-0), siguen ocupando una de las plazas que dan derecho a disputar las eliminatorias de ascenso.
La UD Melilla no lo va a tener fácil en el estadio aracelitano Ciudad de Lucena, pero ahora se ve obligada a hacer bueno el punto sumado ante el Cacereño y, más aún, a seguir en la línea de los últimos enfrentamientos ante rivales directo y tratar de sumar una victoria que, si acompañan los resultados, podría dejar al conjunto unionista entre los cuatro primeros clasificados.
En cuanto a lo más llamativo de la jornada, cabe destacar el merecido triunfo del Almería B ante el Lucena; la victoria con oficio de la Balompédica Linense en el Nuevo Vivero ante el Badajoz, así como el empate logrado en tiempo de descuento por el Lorca Atlético en su visita a Jaén. El Écija de Miguel Rivera logró su primer punto en el Antonio Peroles ante un Roquetas que lo intentó pero que careció de mordiente en ataque y la nueva decepción que dio la AD Ceuta a sus seguidores al cosechar ante el Villanovense (1-0) su tercera derrota consecutiva en lo que llevamos de segunda vuelta del campeonato.
Mención aparte merece el llamado derbi 'chico' como los sevillanos catalogan al duelo entre filiales, disputado en la Ciudad Deportiva sevillista y que concluyó con un merecido y justo empate a un tanto, en un partido que presenciaron más de 5.000 espectadores y que comenzó ganando el Betis B, que se mantiene en la tercera posición de la tabla. El Sevilla Atlético, por su parte, sigue en la novena posición a cinco puntos del cuarto clasificado.
Otro resultado sorprendente por inesperado, fue el empate a cero con el que finalizó el choque que disputaron el Puertollano y el Unión CF. Los de Zúñiga merecieron, por juego, un mejor resultado pero los murcianos supieron defenderse con orden y contundencia ante un equipo manchego que echó en falta la presencia de su goleador Sergio Molina, que se marchó recientemente al Albacete Balompié.
Por su parte el Cádiz y el San Roque no disputaron sus partidos en los que se debían enfrentar a los ya descalificados Sporting Villanueva y Polideportivo Ejido. Si bien, el San Roque, sexto en la tabla a dos puntos de la promoción, parece que se desquebraja y en los últimos días han abandonado el club jugadores de la talla de Jesús Rubio y Berrocal, que han firmado en el Recreativo de Huelva y, parece que en las próximas horas también lo harán Raúl Albentosa y Ekedo. Por lo que el cuadro aurinegro que dirige Tevenet podría verse afectado en la lucha que mantiene desde el inicio de la temporada por acabar en puestos de liguilla.
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