Los “principios comunes” de PP y PPL sustentan su pacto para lograr el “cambio demandado”

Melilla Monumental, el Instituto de las Culturas y el Patronato de Turismo desaparecerán, según el documento del pacto l Imbroda tendrá que mantener reuniones periódicas con los diputados de la oposición

“PP y PPL se han enfrentado en los últimos cuatro años como consecuencia de las profundas desavenencias políticas y distintos planteamientos en la gestión de asuntos locales. Sin embargo, ambas formaciones son conscientes de una historia,  unos principios políticos comunes (...) que es preciso rescatar para conseguir la indispensable unidad de los melillenses. Comparten una similar visión de la ciudad”. Así explican ambas formaciones el motivo por el que han decidido unirse para gobernar la ciudad en el documento del pacto de gobernabilidad al que ha tenido acceso El Faro. El texto recoge nueve objetivos para mejorar la ciudad, entre los que se encuentran algunas medidas muy concretas y un sinfín de planes y programas para hacer de Melilla una ciudad más equilibrada, sostenible, emprendedora, solidaria y segura.
Ambas formaciones indican en el texto que este acuerdo permitirá la aplicación del cambio demandado por los melillenses “en un escenario de estabilidad institucional”.
La lucha contra la corrupción es el primero de los puntos que se analizan en este pacto. Dentro de este apartado se recogen una de las pocas medidas concretas que hasta ahora había trascendido de este acuerdo, es decir, la salida del Gobierno de los procesados. Pero el planteamiento es mucho más extenso. El objetivo es prevenir la corrupción en el Ejecutivo, con más control y transparencia. Que los cargos políticos no puedan recibir regalos, un mayor control en la firma de contratos menores, la creación de una comisión de vigilancia y una comisión ética o la reorganización de la Consejería de Fomento para reforzar el control de la legalidad de las actuaciones urbanísticas son algunas de las medidas. En total se trata de diez apartados con los que se persigue un objetivo claro: Eliminar cualquier atisbo de duda en la gestión del dinero público y lograr así que los ciudadanos recuperen la confianza en sus gobernantes, algo que en el pacto se da por hecho que se ha perdido a consecuencia del sistema de Gobierno impuesto por el PP en los últimos años.

Menos consejerías
La reorganización de la Administración es otro de los objetivos de este plan. Mucho se ha hablado a lo largo de las negociaciones sobre la necesidad de reducir el número de consejerías y de cargos públicos de confianza. No sólo PPL, sino también otros de los partidos de la oposición, han insistido en que este proceso era necesario para mejorar nuestra ciudad. No obstante, en el documento no queda del todo claro cuál será esa nueva estructura. Si bien es cierto que se alude a la eliminación de algunos órganos como el Patronato de Turismo, la Fundación Melilla Monumental y el Instituto de las Culturas, y la transformación de entidades como Promesa, Inmusa o Emvismesa, sobre las consejería sólo se dice que se reducirán, pero no se precisa ni cuáles desaparecerán ni cuántas.
Esta falta de concreción es, por otra parte, una de las características de este pacto, en el que a lo largo de 25 folios se hace referencia a multitud de ideas de mejora, la mayoría de ellas comentadas y analizadas en numerosas ocasiones, pero no termina de precisarse cómo se llevarán a efecto, ni en qué plazo.

Diálogo y pobreza
Esa generalidad se vislumbra desde el primer momento en el texto, cuando se resalta que toda acción de gobierno estará dirigida a erradicar la pobreza, crear empleo, fomentar la cohesión social y regenerar la actividad política. Argumentos que se incluyen en el discurso político de cualquier formación. Un documento, por tanto, en el que lo complicado no es encontrar acuerdo sino desacuerdo.
El diálogo y la necesidad de que haya entendimiento entre todas las formaciones que estarán en la Asamblea, otro de los asuntos de los que los melillenses no han dejado de oír hablar en el último mes, también se encuentra recogido en este pacto de gobernabilidad. En concreto se indica que el presidente y otros miembros del Gobierno se reunirán de forma periódica con los grupos políticos de la oposición “para dialogar, consultar y debatir”. Además, el jefe del Ejecutivo tendrán que asistir a las reuniones de portavoces. No se precisa ni cuándo se harán esas reuniones ni de qué dependerá su convocatoria.

Limitación de mandatos
Resulta curioso, asimismo, que se incluya un punto en el que se habla de “limitación voluntaria del tiempo de permanencia del presidente a dos mandatos”, en un documento suscrito entre PP y PPL precisamente para apoyar la quinta investidura de Juan José Imbroda como presidente, que llegó al poder hace 15 años.
El documento, que recoge un sinfín de propuestas para crear planes, comisiones, programas y foros en seguridad, sanidad, cultura, pobreza, tráfico o urbanismo, concluye con dos últimos puntos que sí son precisos. El penúltimo hace referencia a la obligación contraída por la diputada de PPL, Paz Velázquez, de votar a favor de la investidura de Imbroda, algo que se materializó el pasado viernes en el Salón Dorado, del que salió reelegido presidente el popular. El último indica lo que ya adelantó El Faro este jueves, que el acuerdo deberá ser extendido a Coalición por Melilla (CpM) para su posible suscripción. La decisión de los cepemistas aún está por ver, aunque es previsible que mañana el líder del partido, Mustafa Aberchán, transmita a Imbroda en una reunión cuál es la postura de CpM ante este pacto, sus opiniones y sus aportaciones. Hasta ahora lo único que ha dicho Aberchán sobre el documento es que es muy extenso y poco concreto, habrá que esperar para saber si finalmente CpM también entra en este Gobierno.