Los padres de los alumnos de infantil del Centro de Educación Infantil y Primaria Real mantienen las concentraciones de protesta pidiendo la reubicación de sus hijos a otro centro, ante la sospecha de presencia de amianto en las instalaciones.
Las protestas comenzaron el pasado lunes, cuando sindicatos, profesores y padres lamentaron la situación del edificio y la presencia de amianto en el mismo. No obstante, los sindicatos de la ciudad llevan al menos un año denunciando estos hechos.
Desde la Ciudad Autónoma, por su parte, se anunció la reforma del falso techo del edificio para próximas fechas. En cuanto a la presencia de amianto, los trabajos correspondientes se acometerán a lo largo del curso, respetando los periodos vacacionales. No obstante, el consejero de Educación, Miguel Ángel Fernández Bonnamaison, aseguró en la Comisión de Educación reunida ayer y en respuesta a las preguntas de la diputada cepemista Cecilia González, que no consta riesgo para la salud de alumnos y docentes.
Desde la Asociación de Madres y Padres (Fampa) afirman que se viene produciendo una "negligencia" en el mantenimiento de las instalaciones, recordando la caída de una placa del techo hace pocos días y que no causó daños personales gracias a la intervención de una profesora. Un episodio que afirman, no ha sido un caso aislado.
"Ya hubo otra caída del techo el año pasado. Se pone en riesgo a niños de entre 0 y 4 años. No es sólo el techo, hay partes del suelo que también se hunden".
En declaraciones a El Faro, el presidente de Fampa, Joan Casares, anunció que se ha acordado reactivar el AMPA del CEIP Real, tras un acuerdo alcanzado entre los padres y la dirección del Centro. Un AMPA que llevaba 5 años inactiva, tras la marcha del anterior presidente.
Según Casares, algunos padres ya han dejado de llevar a sus niños a las clases de intantil. Sin embargo, sostiene que son pocos, debido a los problemas para conciliar para tantas familias.
En la Fampa denuncian que aún se mantienen a la espera de la publicación del informe de la anterior caída del techo del año pasado, el cual se debía haber publicado en el Informe de la Ciudad Autónoma sobre la situación del amianto en Melilla y que aún está pendiente de valoración.
"Se suponía que se iba a publicar en febrero, pero de momento nada. Creemos que es urgente valorarlo, porque estamos hablando de niños".
Desde Fampa se han dirigido al consejero, exigiéndole que haga público el informe técnico donde se refleja que no existe riesgo para los alumnos y profesores. "No hemos visto ningún informe, ni lo han presentado", dijo.
Por ello, la asociación solicitará a la Fiscalía un informe técnico independiente sobre el estado del edificio.
"No es que no nos fiemos, es que no debemos fiarnos. Entendemos que la seguridad de los pequeños es prioritaria, pero también la del personal.
Asimismo, Casares sostiene que tanto la Dirección Provincial como la Consejería de Educación no han sido diligentes en esta cuestión, sospechando que han existido negligencias por ambas partes.
De hecho, Casares afirmó que el anterior presidente del AMPA del CEIP Real ya hizo escritos hace más de 5 años sobre el mal estado del edificio de infantil.
Además, demandan que las reformas no se queden en un cambio de las placas del techo, algo que califican como "parche".
"Eso es lo que se hace en Melilla con casi todos los problemas, pero no resuelve la situación. Si el techo de uralita tiene amianto hay que cambiarlo, pero no en 3 o 4 años; hay que hacerlo ya y con el colegio vacío".
En el caso del Sindicato Autónomo de Trabajadores de la Enseñanza (SATE-STEs), continúan solicitando una reunión urgente del Comité de Seguridad Laboral para tratar el tema en profundidad. El sindicato denuncia que, pese a que el escrito se mandó aún no tienen respuestas.
Sate-Stes exigen una reparación completa de la cubierta, así como el traslado de los alumnos mientras se realizan estos trabajos. En este sentido, recuerdan las opciones que siempre han aportado para que los pequeños no se queden sin clase, como el traslado de los alumnos a las aulas vacías del Colegio Encarna León.
La miembro del secretariado de este sindicato, Rosa Delia Morales, ha lamentado que se haya tenido que esperar a que los padres protesten para que este asunto haya tomado un carácter de urgencia, pese a que el estado del edificio de infantil ya fue denunciado por el sindicato desde hace tiempo.
"El equipo directivo del Centro ya presentó escritos hace más de 10 años sobre el mal estado del edificio".
Por su parte, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Melilla se ha congratulado por la declaración de urgencia en la ejecución del cambio de la cubierta del edificio de infantil y dicen confiar en que no se encapsule el amianto, sino que se cambie la totalidad de la cubierta. "Es una obra de gran calado y necesita tiempo. Pensamos que más vale tarde que nunca", subrayan.
Desde CSIF Educación, Nico Díaz ha recordado a este medio la denuncia que vienen haciendo en el sindicato desde hace un año respecto al estado de las instalaciones. En este sentido, Díaz ha instado tanto al Ministerio de Educación como a la Ciudad Autónoma a que los trabajos no afecten al normal desarrollo de las clases.
"Si todos hacemos un esfuerzo, se solucionará por fin el problema en el edificio".
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