Bienestar Social afirma que estarán en el centro durante un tiempo determinado como ‘castigo’
Los menores extranjeros no acompañados (menas) que no cumplan con las normas del centro de acogida deberá quedarse en La Purísima realizando actividades con el resto de niños y jóvenes. Así lo aseguró ayer a El Faro el consejero de Bienestar Social y Sanidad, Daniel Ventura, que explicó que habrá consecuencias para los menores que no se ajusten a los horarios o las reglas de convivencia de La Purísima. ¿Cuál es? La consecuencia por su mal comportamiento es que deberá estar en el centro durante un tiempo participando en las actividades de ocio que organicen educadores, trabajadores sociales y psicólogos, aunque no matizó si se trata de uno o varios días los que deberán estar en el centro. Ésta es una de las medidas acordadas en la Junta Local de Seguridad que se celebró el pasado jueves.
Ventura explicó que el objetivo de Bienestar Social es tener tiempo para intervenir con estos menores y enseñarles cómo funciona el centro y las actividades que hay para convencerles de que no se vayan. En este sentido, señaló que cuando lleguen a La Purísima se les atenderá en todos los niveles, pues se les llevará a Comisaría para hacer su expediente, hará pruebas médicas para comprobar si están enfermos o tienen algún tipo de dolencia, se les practicarán pruebas si hay dudas de sean menores de 18 años y además se intervendrá con ellos de forma intensa durante este periodo para evitar que se vuelvan a escapar.
En el caso de que se marchen del centro y no vuelvan, se notificará de forma inmediata a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para que busquen a ese menor y lo lleven de nuevo a La Purísima. Ventura aseguró que no desean que cada dos por tres haya varios agentes persiguiendo a los menores, sino que el trabajo entre todas las instituciones implicadas esté más coordinado y sea más rápido.
Cuando los menores vuelvan, serán retenidos en el centro durante el tiempo que se determine por como consecuencia por sus actos, indicó el consejero de Bienestar Social, aunque añadió que no estarán encerrados en una habitación, sino participando en las actividades programadas de ocio y educativas en el módulo de primera acogida que cuenta hasta con un campo de fútbol. “Hay que mantener su mente ocupada para que no piense en escaparse en el barco”, subrayó.
Intervención más intensa
Asimismo, apuntó que esta medida se puede ver como un ‘castigo’, aunque la filosofía es justo lo contrario, porque desea sacar de la calle a menores que están en riesgo de hacerse daño físicamente cuando intentan llegar a los barcos que van hacia la península y que pueden estar sufriendo el abuso de otros menores o de adultos. Aseveró que para tratar a estos chicos, necesitan tiempo y con esta medida tendrán esa posibilidad de intervención más intensiva.
Ventura afirmó que cuando un hijo no tiene un buen comportamiento en casa, recibe un ‘castigo’ y lo mismo debe ser en el caso de los menores porque tienen que aprender que sus actos negativos tienen consecuencias. Además, resaltó que con la nueva Ley del Menor se recoge esta filosofía en la que este colectivo no sólo tiene derechos, sino también obligaciones de cara a la sociedad.
Además esta medida, el consejero de Bienestar Social indicó que se han realizado reformas en La Purísima para evitar que los menas se escapen del centro. De hecho, indicó que aún hay pendientes otras obras para impedir que los menores salten por los muros porque está en juego su integridad física.
Ventura aseveró que no se puede dejar a estos menores sin ayuda porque algunos están consumiendo drogas para sobrevivir en la calle y pueden estar siendo víctimas de abusos.
Por otro lado, el consejero de Bienestar Social hizo hincapié en que la medida de retener durante un tiempo a los menores en La Purísima si incumplen las normas no es para que los melillenses no los vean por las calles. Afirmó que no se trata de eso, porque los menas continuarán en régimen abierto, y por lo tanto, los ciudadanos van a seguir viendo a estos chicos paseando por la ciudad.
Aumenta el número de menores en las calles de Melilla
En la actualidad, son 40 los menores que no quieren adaptarse a las normas del centro de acogida y se marchan de La Purísima nada más entrar por la puerta, indicó el consejero de Bienestar Social. En cambio, resaltó hay otros 164 que están en el resto del centro y que cumplen con todas las reglas, integrándose y teniendo una vida lo más parecida a otros niños de su edad. Aseveró que ha aumentado el número de menores en la calle debido a que desean marcharse de la ciudad en los camiones de la Feria que se estarán en la ciudad en unos días.
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