Finalmente, la lluvia respetó la celebración del desfile del Carnaval de Melilla y sobre las 20:00 horas se inició la esperada Cabalgata que fue seguida por miles de ciudadanos que no quisieron perderse la oportunidad de ver este espectáculo.
Si el viernes fue una jornada intensa con la elección de la Diosa del Carnaval en categoría adultos, el día de ayer no le fue a la zaga.
A las 11:00 horas, el Teatro Kursaal acogía el Concurso de Disfraces Infantil, en el que tomaron parte los más pequeños de la casa ataviados con unas prendas laboriosas y repletas de imaginación.
En el apartado Peque Parejas los ganadores fueron Duende, Pollo y Sol y Luna. En la categoría individual los peques masculinos vencedores fueron de primero a cuarto: Bat Boy; Flautista de Hamelín; Ratito y Magia Carnaval, mientras en Peque Femenina los primeros puestos se los llevaron Pirata Sueño; Reina de las Estrellas; Fuego Carnavalero y Dragona. La Diosa Infantil del Carnaval recayó en el disfraz Sueño de la Mariposa.
Pese a que las predicciones meteorológicas anunciaban tormentas para la tarde en la ciudad autónoma, éstas finalmente no se cumplieron y los sueños se hicieron realidad. Los confetis, las serpentinas, la música y el color inundaron la Avenida Juan Carlos I haciendo las delicias del público asistente. Y es que los melillenses, una vez más, demostraron que siempre acuden a todos los eventos que se organizan en la ciudad convirtiendo la Cabalgata en un verdadero éxito.
Durante el trayecto de este desfile pudimos ver zancudos, personajes de cómic, brujas malvadas, reinas bondadosas, a Blancanieves y hasta al mismísimo Don Quijote de la Mancha, todos ellos en versión gigante.
Al igual que el pasado año, la Ciudad Autónoma organizó una Cabalgata Mixta. Es decir, hubo una parte estática en la confluencia entre la calle O’Donnell y la calle Pareja; y también la tradicional que descendió por toda la Avenida Juan Carlos I hasta llegar a la Plaza de España, donde se llevó a cabo el Entierro de la Sardina.
La Cabalgata contó con su pregonero, Manuel Morera, y con la chirigota ‘Los enganchaos’, la invitada de este año, así como otras dos de Melilla.
En total, fueron 9 las carrozas que participaron en este evento y más de 10 pasacalles los que se encargaron de amenizar la tarde-noche de Melilla al son de “… no hay que llorar que a vida es un Carnaval…”, de Celia Cruz.