Los melillenses, escépticos al Blue Monday

Este lunes 15 de enero se celebra en todo el mundo el Blue Monday (lunes azul), considerado como el día más triste del año. Esta premisa se debe a una supuesta fórmula matemática que mide ciertos factores que podrían hacer que de forma generalizada sintamos más tristeza, pesimismo o melancolía que cualquier otro día del año. El Faro ha salido a la calle para comprobar si los melillenses creen que es posible que exista un día como este y qué actividades propondrían para combatir la tristeza.

"Yo sí creo que el Blue Monday exista porque se ha acabado la Navidad y pilla justo en medio del mes", comentó a este diario Pedro. Este toledano que vive en Melilla asume que el 15 de enero es un día muy triste ya que ha pasado el tiempo suficiente desde las vacaciones navideñas para echar la vista atrás y asumirlo, además de pensar en el futuro y comprobar que aún queda mucho para las próximas vacaciones en Semana Santa.

Para él, una buena forma de acabar con la apatía sería organizar sus próximas vacaciones que se esperan para este verano. "De hecho yo ya he planeado mis vacaciones de verano. Me voy a ir con mis amigos a las Islas Azores", apuntó. Así, añadió, este 15 de enero se imaginará en las Azores cuando le entre el bajón.

Por el contrario, para Sara es una invención de las empresas para vender productos o servicios. Esta melillense destacó que cree que las campañas de marketing dirigidas a este día en concreto infligen la tristeza a las personas para que ellas mismas piensen que están tristes y que necesitan algo para dejar ese sentimiento atrás.

"Si la gente no supiera que es Blue Monday, igual ni se pararían a pensar si están tristes o no porque se hayan acabado las fiestas. Es que la publicidad crea esa necesidad. Yo pienso que unos pueden estar tristes el 8 de enero, otros el 11 y sí, puede que algunas personas lo estén el día 15. No lo pongo en duda", añadió.

Al igual que Sara, el resto de melillenses a los que ha encuestado El Faro se muestran un poco escépticos hacia esta terminología que no terminan de creerse. Es el caso también de Zahara, que piensa que hay que vivir el día a día y no pararse a pensar mucho. En cuanto a la elección de un día concreto del calendario para fijar el Blue Monday tampoco está muy de acuerdo. "Yo no miro si ha pasado ya mucho tiempo desde las vacaciones de Navidad ni cuento los días para los siguientes días de fiesta".

También lo es para María Aurora, otra melillense para la que a su pesar "todos los días son un poco malos". Como tiene ya unos años y vive en un edificio sin ascensor, tiene que bajar las escaleras todos los días por lo que muy contenta no está. Pero todo no son infortunios. Afortunadamente cuenta con su perrita Lady, la alegría de su casa que le hace más bonitos los días.

"Yo creo que eso no existe, la tristeza o la alegría depende mucho de las circunstancias de la persona. Es un poco tontería", remarcó a El Faro Isaac. Para este joven, a pesar de no creer mucho en ello, propone como solución comer para aliviar todas las penas. "La pena es que se engorda mucho y entonces te pones triste cuando ves lo que has engordado después", bromeó. A todo ello le incluye hacer todo tipo de actividades que sirvan para que cada uno pueda evadirse y dejar de pensar en sus pesares.

Otros ni si quieran sabían que existía. "La verdad es que no sé si puede ser porque no sabía ni que existía", apuntó Hamed. Para este melillense no puede haber un día concreto en el que todos sintamos la misma apatía, pero si existiera, comentó que lo pasaría pescando, uno de sus pasatiempos favoritos.  "Es donde estoy mejor, me olvido de todo. Ahí está uno relajado", aclaró.

¿Por qué es el día más triste del año?

1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA, modificada posteriormente a C+(D-d)TI/MNa. Para muchos esta fórmula podría ser una sucesión de letras y números que en principio de significarían nada, pero para Cliff Arnall, profesor de la universidad de Cardiff y experto en motivación, es el patrón culpable de que el tercer lunes de enero pueda ser el más triste de todo el calendario.

Fue en el año 2005 cuando fue ideada por Cliff aunque se popularizó años más tarde debido a campañas de marketing que la usaron para vender viajes como reclamo para combatir la tristeza.

Pero, ¿qué son todos esos números y letras? ¿Qué significan? Pues bien, esas variables tienen una traducción y se refieren a las condiciones climáticas (C), las deudas de las compras navideñas (D), el sueldo del mes de enero (d), el tiempo que ha pasado desde las vacaciones de Navidad (T), los propósitos de año nuevo para dejar atrás ciertos hábitos nocivos (I), las motivaciones positivas (M) y la necesidad de cambios (NA).

Una vez conocido el por qué de la elección de este día, cabe mencionar de dónde viene el término de Blue Monday. Y es que el azul dentro de la psicología del color está asociado a la tristeza, la pasividad, el pesimismo o la apatía. Un significado que cobra mucho más fuerza en la cultura anglosajona de donde procede la palabra. Es por este motivo por el que Cliff decidió acuñar como Lunes Azul al 15 de enero.

Asimismo, hay que resaltar que la comunidad científica rechazó esta fórmula, que tachan de psudociencia, ya que la considera contraria al método científico. Aún así, el Blue Monday es utilizado cada año por muchas empresas en sus campañas de marketing para favorecer el consumo ofreciendo mensajes positivos para incentivar a sus clientes a adquirir productos con el fin de combatir esa tristeza.

En el año 2016, el propio Arnall ideó parte de la campaña #StopBlueMonday, en la que dijo "no dejes que esta fórmula te dé permiso para reír o llorar...Estas 24 horas te pertenecen, no dejes que nadie te las arrebate, ni siquiera un tal Cliff Arnall".