María Inmaculada y ASIS realizan dos proyectos dirigidos por chicos
/>Unos dicen que no sirven para nada, que no tienen interés en las cosas que suceden a su alrededor y que pasan de estudiar y trabajar. Hay que los llama la generación perdida. Pero lo cierto es que no todos los jóvenes son apáticos. Los hay que dedican su tiempo libre a ayudar a los demás y a hacer de su mundo, ése que van a heredad en unos años, un lugar mejor. Son los jóvenes que colaboran con las hermanas de María Inmaculada y los que forman parte del área de juventud de la Asociación Solidaridad e Igualdad Social (ASIS). Algunos con formación universitaria y otros con cursos de formación profesional, estos chicos son los que están sacando adelante al Monte María Cristina.
Las hermanas de María Inmaculada llevaban mucho tiempo tras un proyecto muy especial. Se trata del centro juvenil, un programa con el que pretenden sacar de la calle a los niños del barrio. En esta zona, los pequeños no idean nada bueno y acaban juntándose con gente que les lleva por mal camino, desde el consumo de drogas a dejar el colegio y los estudios.
Pero las religiosas no tenían cómo sacar adelante este proyecto. Hasta que hace unos meses dieron con la ONG Red Incola, una entidad sin ánimo de lucro de Valladolid que se dedica a financiar ideas y políticas sociales de otras instituciones. Así que consiguieron el apoyo de Incola y ahora 45 niños de entre seis y catorce años están participando en este proyecto.
Formación y deporte
El centro juvenil de María Inmaculada está dirigido por tres jóvenes que son los que más trabajan y colaboración la entidad, Hamete, Ilies y Yusra. No obstante, en total hay siete monitores y dos de ellos, son los que se han podido contratar gracias a la aportación de Red Incola y el resto, son voluntarios.
El programa comienza con clases de refuerzo escolar de lengua y matemáticas, juegos en el aula de informática y talleres de habilidades sociales los viernes por la tarde. Y continúa el sábado con actividades deportivas.
Los monitores y los niños se tiran toda la mañana del sábado y parte de la tarde jugando a fútbol, baloncesto, pin-pon, las cartas, parchís, Trivial y las damas. Además, reciben clases de costura y de manualidades.
Ya sólo les queda poner en marcha las actividades del domingo. Aún no están realizando ninguna actividad este día. pero esperan comenzar pronto. La idea es que les cedan un campo de fútbol para que puedan jugar en terrenos profesionales, es decir, con césped, y una cancha de baloncesto, pues colocan una canasta en el patio de la sede de María Inmaculada, pero no resulta muy profesional.
El resultado final de este proyecto es crear un equipo de fútbol y otro de baloncesto entre todos y de esta forma, fomentar en los niños valores, como el respeto o la tolerancia.
Jóvenes en una ONG
Otro grupo de jóvenes que se ha implicado con el Monte María Cristina son los de ASIS. En esta entidad hay de todo. Los que están contratados gracias a un programa del Instituto de Juventud a nivel nacional y los que van a esta ONG a prestar su tiempo para que otros chicos de su edad tengan más oportunidades en un futuro. Así es como nace la sección juvenil de ASIS. Su principal objetivo es la formación de los jóvenes. No se trata de darles un título de la ESO, sino de enseñarles a resolver conflictos, explicarles cómo pueden buscar un trabajo, animarles a asociarse para conseguir sus metas y educarles en igualdad de oportunidades. Todo esto toma forma de talleres y cursos en los que están participando chicos de todas las edades que muestran su interés por mejorar sus conocimientos.
También cuenta con curso sobre el consumo de drogas y sus efectos negativos en la salud o un taller para hacerles ver la importancia de implicarse con la familia y ayudar con los problemas que haya en las casas.
Lamia Mohand es la responsable del área de juventud de ASIS y afirma que la integración de los chicos en su entorno es una de las tareas que persiguen con estas actividades.
ASIS es una ONG que trabaja en el Monte María Cristina desde hace años y que desarrolla una gran labor social, no sólo con la oficina joven, sino con el asesoramiento a personas sin recursos, la atención social de familias en el umbral de la pobreza y la entrega de productos del Banco de Alimentos.
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