La coincidencia de la asimilación por el INGESA del personal del antiguo Hospital Militar, con el hecho cierto de los nuevos contratos en precario y falta de expectativas de trabajo futuro para el personal interino del Comarcal. Ha hecho que los sindicatos de Sanidad pidan al Gobierno de Zapatero que cumpla sus compromisos respecto de la misma plantilla de interinos del centro hospitalario de Melilla.
Alega el INGESA que la razón real pasa por la consolidación de puestos de trabajo, pero el argumento queda en evidencia cuando la saturación en nuestro Hospital sigue siendo mayúscula y los recortes económicos del Gobierno Zapatero son indiscutibles.
El PSOE busca subterfugios en sus explicaciones, excusas que no convencen y que al final le han forzado a realizar, de un día para otro, contrataciones que en principio decía que no eran posible o que se llevarían a cabo sin saber cómo ni cuándo.
En este asunto, amén de cumplir lo comprometido con los interinos, lo claro es también que nuestra sanidad no puede empeorar por los recortes. En el ámbito sanitario, ya los venimos sufriendo desde hace años al emplear unos recursos insuficientes en la atención a una población máxima, tal cual es la melillense más en gran parte la de nuestro hinterland marroquí. Por tanto, menos promesas vagas y más actuaciones concretas. Con la sanidad no se juega.