El sector hostelero de todo el país se está viendo afectado por el fenómeno del ‘ghosting’, o reservas fantasmas.
Este término se refiere a las reservas que los clientes realizan en bares o restaurantes, para, posteriormente, no aparecer y no avisar de su ausencia.
El ‘ghosting’ en la hostelería representa un enorme gasto para los trabajadores y más de cara a la próxima campaña de verano, la cual desde el propio sector anticipan que vendrá con buenas perspectivas.
Ante el aumento de esta práctica, que afecta a establecimientos hosteleros de todo tipo, varios locales llevan tiempo tomando una serie de medidas para tratar de que el fenómeno del ‘ghosting’ les afecte de la menor manera posible.
Pero, se desconoce si este fenómeno se da también en Melilla, donde la hostelería representa un 6,8 % del Producto Interior Bruto de la ciudad, o nuestra ciudad se ha librado de las reservas fantasma.
El Faro ha salido a preguntar a distintos establecimientos del sector de la restauración de nuestra ciudad para saber si han sufrido esta práctica y, de haberla vivido, cómo la combaten y qué medidas creen que se pueden tomar.
El sector de la hostelería de nuestra ciudad no se salva de esta situación, aunque existe una variedad de casos, se encuentran coincidencias en cuanto a tomar o no medidas.
En el caso de José Antonio, trabajador del restaurante La Gaviota, afirmó que este fenómeno ocurre de vez en cuando.
José Antonio afirmó que ha hablado con el dueño del establecimiento acerca de esta situación y actualmente, están sopesando tomar medidas.
“Si de mí dependiera, daría 15 minutos de margen como mínimo”, dijo el trabajador.
También estarían planteándose pedir una fianza al cliente, “como están haciendo en la península, según tengo entendido, si el cliente no viene, perderá el depósito que ha dado”.
Hassan, trabajador de Casa Sadia, dice que esto se da “casi todos los días”. Desde Casa Sadia afirman que no han puesto medidas, aunque sí que tienen un límite de tiempo de reserva de la mesa.
“Si pasa media hora después del tiempo de la reserva, la mesa se la damos a otro cliente”, dijo Hassan.
En el restaurante ¡Tú,conmigo!, el trabajador, Hamed, afirmó que de vez en cuando se encontraban con una reserva que no llega, sin embargo, Hamed dijo que no se habían planteado tomar medidas contra , al menos “por el momento”.
En la Cervecería, el empleado, Moha, comenta que han vivido algunos casos concretos, como el de 3 mesas grandes que se reservaron y “no apareció nadie”, denuncia. No obstante, por el momento no se plantean tomar medidas adicionales. Afirma que siempre piden el teléfono para llamar en caso de que alguien no se presente.
Sin embargo, en el restaurante Mar de Alborán, no tienen este problema.
“No pasa muy a menudo” dice Bagdad, gerente del establecimiento. Sostiene que ha ocurrido en alguna ocasión, pero no es algo habitual.
No tienen planeado implantar ninguna medida, pues afirman que, aparte de ser algo poco habitual, podría “espantar a la clientela”.
Tampoco en el restaurante Manila, donde afirman que ocurre muy poco. José, el dueño del local manifestó que el fenómeno del ‘ghosting’ no entraba dentro de sus preocupaciones.
Además, José dijo que no se habían planteado tomar medidas ni las estaban tomando en la actualidad.
Un caso distinto es el restaurante La Posada de Paco Benítez. El dueño de este establecimiento, Paco, sí denunció que han sufrido el ‘ghosting’ en su negocio.
“En los últimos dos meses lo hemos vivido hasta en cuatro ocasiones”. Afirman que se están planteando tomar medidas, pero en nuestra ciudad sería complicado. “Melilla es una ciudad pequeña, aquí nos conocemos todos”, dijo Paco.
Por el momento, en la Posada de Paco Benítez sólo piden el número para, en el caso de que los clientes no acudan, saber si vendrán para ceder la mesa.
La visión de los trabajadores del sector de la hostelería muestra que el fenómeno de las reservas fantasma está en Melilla, pero que aún no se han planteado tomar medidas.
Esta es una opinión compartida por el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Melilla (AEHM), Chakib Mohamed.
Mohamed, quien además es dueño del restaurante La Traviata, afirmó que sí que ha sufrido el ‘ghosting’ en su negocio, pero que le consta que este fenómeno no es tan habitual como en otras partes de España.
No obstante, sí que dijo que en algunas fechas concretas este fenómeno sucede de forma más habitual, como el caso de los fines de semana o en fechas concretas como Navidad.
El presidente de la Asociación de Hosteleros de nuestra ciudad apeló a la concienciación de la sociedad. Y es que afirmó que un restaurante de unas 10 o 12 mesas puede perder hasta un 15 por ciento de su facturación con este fenómeno.
En cuanto a las medidas que pudiera haberse planteado, Mohamed tiene en la actualidad un límite de horario de 15 minutos antes de que el cliente pierda la mesa. El empresario conoce las medidas que se están aplicando en la península, como el cobro de una fianza, sin embargo, no cree que esto pueda aplicarse en nuestra ciudad.
“Estamos en Melilla y esto nos supondría problemas”, dijo Chakib Mohamed.
El presidente de la Asociación de los hosteleros afirmó que este fenómeno es una preocupación dentro del sector en Melilla. Chakib Mohamed llamó a tomar conciencia del daño que esta práctica está causando en el sector.
“Hay que tener en cuenta que esto es un medio de vida, no se puede jugar de esa manera con el trabajo y el pan de la gente”, sentenció el empresario.
Las medidas para evitar el ‘ghosting’ en la restauración pueden ser variadas. Que un cliente no acuda a una reserva no implica que haya cometido un fraude, pero sí que representa una pérdida para el empresario.
No importa que el restaurante sea grande o pequeño, el 'ghosting' representa una pérdida económica para el negocio.
Entre las prácticas más comunes para luchar contra el fenómeno del ‘ghosting’ se encuentra la solicitud de una serie de depósitos que se devolverán al cliente cuando acuda, pero que el restaurador se quedará en caso de que el cliente no acuda como una compensación.
También se podrá solicitar el número de tarjeta durante la reserva para aplicar penalizaciones en caso de no acudir. Además, los empresarios de la restauración podrán ofrecer una serie de descuentos a quienes cancelen su reserva con una suficiente antelación.
Asimismo, existe un sistema de reservas inteligentes que filtra, de forma automática el número de clientes y días. Pese a que estas medidas no evitan el ‘ghosting’, sí que pueden intentar minimizar las pérdidas que este causa al sector.de la hostelería.
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