El verano siempre es la época estrella para el sector de la hostelería. Con el buen tiempo, los dueños y gerentes de los negocios ansían ver sus establecimientos llenos de clientes consumiendo. No por otra cuestión, este es el periodo del año donde más facturación se produce en estos negocios.
De acuerdo con los datos arrojados por una encuesta realizada por la Asociación Hostelería de España, los bares y restaurantes de nuestro país han cerrado la temporada de verano con una facturación un 5% superior respecto al mismo periodo del año pasado. No obstante, esta cifra no ha superado las expectativas que el sector tenía puestas para el verano y que ha respondido a una contención del gasto de los consumidores. Los factores han sido varios, como por ejemplo la inflación que afecta a la economía doméstica de las familias.
El Faro ha salido a preguntar a los negocios de hostelería de Melilla para preguntarles como han vivido la temporada y qué problemas han tenido este verano.
La mayoría de las opiniones de gerentes y trabajadores de los negocios de hostelería coincidieron en mostrar que este último verano ha sido bueno para el sector en sus respectivos establecimientos.
Ouali, propietario de la Cafetería Arábica, opinó que este verano se ha dado bastante bien en su negocio. “Nosotros hemos hecho ampliación y la verdad que lo hemos notado”.
El dueño de Arábica dijo que han tenido clientes de todas las procedencias, desde extranjeros y viajeros de la Operación Paso del Estrecho (OPE) hasta turistas provinientes de la península.
Para Ouali, los meses de mayor facturación en su negocio han sido julio y agosto. Sin embargo, destaca que ahora es momento de volver a la rutina.
A pesar del buen verano, el dueño de esta cafetería del centro de Melilla lamenta la subida de los precios, especialmente la que se ha dado en el aceite de oliva. “Realmente es oro líquido”.
En la Cafetería Puertomar, la empleada Fatima, dijo que el verano había ido muy bien, especialmente gracias a las familias que vinieron con la OPE, quienes acudían al negocio nada más bajar del barco. “Los teníamos aquí sobre todo a primera hora y a lo largo de la mañana”.
Fatima dijo que los meses de mayor facturación fueron junio y julio. “En clientes y ventas fueron unos meses muy buenos”.
En el caso del restaurante Mar de Alborán, el gerente, Bagdad, calificó el verano como una buena temporada para su negocio. “Ha ido muy bien este año”.
Misma sensación había tenido Mustafa, del Centro Hijos de Melilla, recordó que el bar reabrió sus puertas en junio tras un cambio de gestión y una reforma. No obstante, afirmó que desde el mes de julio hasta mediados de agosto, el Centro ha ido muy bien.
Sin embargo, Mustafa expresó que desde mediados de agosto a esta parte, la cosa ha bajado mucho y se nota, “sobre todo en los gastos”.
La opinión discordante la puso Hossein, dueño de la cafetería Estrella Dorada, quien lamentó que la temporada de verano había sido muy mala para su negocio. Este empresario hostelero hizo referencia a la situación en la frontera para achacar el rumbo que venía tomando su negocio en los últimos tiempos.
En cuanto a reclamaciones, el propietarios de la Cafetería Estrella Dorada denunció tener problemas con sus respectivas terrazas. Hossein dijo llevar 14 años pagando por mantener su terraza, la cual tuvo que cambiar el material a acero y cristal y el otro día le reclamaron papeles y fotografías desde el Ayuntamiento.
El sector de la hostelería lleva años quejándose de los problemas para contratar personal, especialmente en temporada alta como es el verano. Por otro lado, muchas personas reclaman una mayor estabilidad, así como mejores condiciones laborales para dedicarse al sector de la hostelería y la restauración.
En la Cafetería Arábica, Ouali afirma que su plantilla es “prácticamente perfecta”, aunque reconoció que costaba encontrar empleados. El dueño dijo tener en la actualidad dos jóvenes en prácticas y la cocina más que cubierta. “En cocina cuesta menos, siempre aparece alguien para trabajar allí”.
La opinión de Fatima, como trabajadora, era muy importante. Esta empleada de la Cafetería Puertomar dijo que en su caso particular, tenía un buen jefe y el ambiente de trabajo tanto para ella como para sus compañeras era muy bueno. “Al final, todo esto depende del negocio”, dijo.
Bagdad, propietario del Mar de Alborán, dijo que era muy complicado encontrar empleados para su negocio.
“Se me acaba de ir un empleado a Europa, después de llevar muchos años trabajando conmigo, aunque de momento tengo a varios empleados y estoy cubierto”.
En la Cafetería Estrella Dorada, Hossein dijo tener sólo un empleado, pues debido al rumbo inestable del negocio, lamentó que era suficiente con un trabajador, a pesar de que anteriormente contaba con más empleados.
En el Centro Hijos de Melilla, Mustafa dijo no tener problemas de personal, pues el negocio no es muy grande y el número de mesas tampoco lo hece necesario, al igual que la falta de terraza.
Sin embargo, Mustafa destacó que el problema de Melilla es la falta de profesionales para el sector. “Es algo que digo por experiencia”, sentenció.
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