Los empresarios, "cansados de ser moneda de cambio para la inmigración o el Sáhara"

El presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME-CEOE), Enrique Alcoba, ha asegurado este martes que el sector en la ciudad autónoma está “cansado de ser moneda de cambio para la inmigración, el Sáhara o el espacio aéreo”, en relación a la noticia publicada por El Faro sobre que Marruecos ha pedido la cesión del control del espacio aéreo del Sáhara Occidental a cambio de abrir las aduanas de las ciudades autónomas.

Para Alcoba, como localidades españolas que son antes de que existiera el Reino de Marruecos, se tiene que “respetar” a Melilla y Ceuta y, ante este “chantaje continuo” por parte de Marruecos, “el Gobierno debería decir algo más”. Concretamente, el representante de los empresarios melillenses le ha pedido al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, “que explique algo más claro y más concreto”.

En este sentido, Alcoba ha adelantado que ya están realizando las gestiones oportunas para, a través de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), solicitar una reunión de sus representantes en las ciudades autónomas con Albares paras que éste “diga, si es verdad que está firmado el acuerdo para las aduanas -tal como escuchó a Albares-, cuál es el problema técnico por el que no dejan pasar los camiones”. “Nos gustaría que fuera el ministro quien nos diera la información, la hoja de ruta y los acuerdos que existen para organizarnos y planificar nuestro futuro, porque quien se está jugando el dinero y el futuro son los empresarios”, ha indicado Alcoba, antes de subrayar que, después de seis años y medio con la aduana cerrada y de dos años y medio con un régimen de viajeros donde sólo se pueden traer productos a Melilla y no llevara Marruecos, han tenido “toda la paciencia habida y por haber”. Para él –ha insistido-, “es insoportable mantener esta situación y esta incertidumbre continua”.

A su parecer, el envío de mercancía el pasado miércoles, día 8 de enero, se hizo “muy mal”, hasta el punto de que Melilla y Ceuta hicieron el “ridículo”. A causa de este “paripé”, ha proseguido, ha recibido llamadas de periódicos de tirada nacional y no ha sabido qué responderles. Por lo tanto, cree que “España debe respetarse un poquito más”, porque Marruecos la está “humillando continuamente”.

Además, el presidente de la CEME ha lamentado que el envío se llevara a cabo sin informar a los empresarios ni a los sindicatos al respecto, ya que, según pudo averiguar, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, había llamado directamente al empresario y al agente de aduanas para realizar la gestión sin informar a nadie más. “Estamos totalmente en contra de esa opacidad y la discreción con la que se quiso hacer tuvo el efecto contrario. Tendría que contar con la CEME, UGT y CCOO. Se empezó malamente y ha terminado peor todavía”, ha ahondado Alcoba en sus críticas.

Así, el presidente de la CEME ha insistido en que “todo ha sido muy oscuro, muy opaco y muy difícil de entender” y que lo que esperan del Gobierno central, tanto los empresarios melillenses como los ceutíes, es “una absoluta transparencia sobre la hoja de ruta acordada y negociada entre los dos países para las aduanas comerciales”.

Por ello, ha reivindicado la importancia de la presencia de los empresarios de Melilla y Ceuta en unos acuerdos que afectan a los intereses empresariales, inversiones y futuro económico de las ciudades”.

A Alcoba le resulta increíble que, después de un año y medio haciendo pruebas, Moh les dijera en la reunión mantenida el pasado jueves –un día después del fallido envío- que la situación sigue siendo la misma y que la aduana no está abierta ni cerrada.

En cualquier caso, el presidente de la CEME ha criticado los “reiterados incumplimientos” de la fecha anunciada para la reapertura de la aduana por miembros del Gobierno como Albares o el presidente, Pedro Sánchez”, que les provoca “una incertidumbre continua”. Además, tampoco se puede considerar lo que hay hasta el momento como una aduana, porque, para ser entendida como tal, deben ser transacciones totalmente libres. “Lo demás, pongámosle el nombre que queramos, no es una aduana comercial”, ha reiterado.

Primero el régimen de viajeros

En cualquier caso, para Alcoba, lo lógico sería que, antes de la aduana, se estableciera un régimen de viajeros recíproco y bidireccional –lo cual “no está siendo respetado por Marruecos- para “que luego la aduana también lo sea”.

De esta forma, el presidente de la CEME ha sugerido “no mezclar todo, porque al final no se soluciona nada”, por lo que en su opinión habría que acometer primero el problema del régimen de viajeros y luego abordar “lo que se entiende por aduana comercial en cualquier país, donde libremente se meten los productos de una parte y otra”.

Lo que no puede ser, ha dicho, es que se hable de artículos determinados o sólo de los que sean originarios de Melilla, y ha terminado recordando que no tiene “constancia” de que los artículos que se intentaron despachar –electrodomésticos y de menaje de hogar- hayan sido fabricados en la ciudad autónoma.