Este miércoles entró en vigor el Real Decreto de medidas de ahorro, eficiencia energética y de reducción de la dependencia energética del gas natural de Melilla. Entre las medidas obligatorias que comienzan a ser efectivas a partir de esta jornada está limitar el aire acondicionado a 27 grados y la iluminación de la mayor parte de los edificios públicos. En Melilla, según informan fuentes del Gobierno de la Ciudad Autónoma, todos las dependencias destinadas al trabajo que sean municipales, como por ejemplo el Palacio de la Asamblea, los edificios de las distintas consejerías o los de uso de la Administración pública, apagarán sus luces exteriores e interiores, a partir de las 22:00 horas o al finalizar la jornada laboral, como estipula este Real Decreto. Otros espacios en los que se deberán apagar las luces son los comercios. A partir de esta hora también, todos los negocios tendrán que tener apagadas las luces de sus escaparates. Se libran de esta medida, los monumentos de la ciudad o los lugares de interés como Melilla la Vieja o en espacios, que aunque son públicos, se sigue trabajando pasadas las diez de la noche como es la Jefatura Superior de Policía. Este Real Decreto también obliga a los establecimientos a "disponer de cierres automáticos en puertas de acceso" cuando el aire acondicionado o la calefacción estén en funcionamiento, para evitar el despilfarro de energía. Este miércoles, según hemos podido ver, esta medida aún no se ha hecho efectiva en la mayoría de comercios de la ciudad. Muchos establecimientos de la avenida Rey Juan Carlos seguían esta mañana con las puertas abiertas, ya sea porque son automáticas y se abren al detectar la presencia de las personas o porque las habían dejado abiertas. Todos estos locales tienen hasta el 30 de septiembre para cumplir la normativa de ahorro de energía. Otros, en cambio, han empezado a cumplir la medida desde el primer día y ya tenían las puertas cerradas con un cartel avisando de que estaban abiertos.