La estructura de los depósitos de agua de Cabrerizas que reventó hace más de dos décadas se utilizará para llevar a cabo ejercicios militares. Así lo ha solicitado la Comandancia General de Melilla a la Consejería de Medio Ambiente. La ruptura de las instalaciones el 17 de noviembre de 1997 provocó una inmensa riada, que se llevó por delante parte de los edificios de la urbanización de Averroes y arrebató la vida a once personas, entre ellas dos niños.
El consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, Daniel Ventura, cree no obstante necesario que algún organismo o administración se haga cargo de esa vieja infraestructura, que se encuentra en estado ruinoso tras su ruptura, y, de este modo, se pueda mantener la limpieza en dicha zona.
“Los espacios hay que limpiarlos y mantenerlos”, ha dicho, agregando que también trabajan con la Comandancia General para reducir la presencia de vehículos en espacios naturales como la Pista de Carros para evitar que se conviertan en “escombreras”.
Ventura también agradeció al comandante general, Luis Cortés Delgado, que esté “muy por la labor” de colaborar con el Gobierno melillense de manera recíproca para ver “cómo podemos mejorar espacios del extrarradio para evitar esos vertidos incontrolados”.
El 17 de noviembre de 1997 un reventón en uno de los depósitos de agua de Cabrerizas, en el barrio de Averroes, soltó 25 millones de litros de agua por la ciudad, formando una riada que llegó hasta la Plaza de España, dejando por el camino once víctimas mortales y cuantiosos daños materiales.