El consejero adjunto a la Presidencia para los Distritos IV y V, Javier González, hizo ayer un recorrido por todas las partidas que el proyecto de Presupuestos de Melilla contempla para La Cañada y Reina Regente. En total serán, según las cuentas de González, 13,8 millones de euros. Esa es la cantidad que el Gobierno local destina este año para las dos zonas más deprimidas de la ciudad. El dinero se dirigirá principalmente a empleo e infraestructuras. Y debe servir como estímulo para incentivar la actividad económica en unas zonas que históricamente han permanecido atrasadas en todos los aspectos.
Los vecinos de estas barriadas vienen reclamando desde hace tiempo un impulso que les permita acercarse a los niveles medios del resto de la ciudad. Para que esta justa aspiración se convierta en una realidad es necesario que esos 13,8 millones de euros se hagan visibles en el barrio, que los residentes constaten que de una vez por todas alguien les ha escuchado y llega con propuestas que acaban convirtiéndose en realidades. De otra manera, ambas barriadas continuarán siendo un problema que no deja de crecer en silencio con el riesgo de llegar a hacerse totalmente incontrolable.
El conjunto de Melilla no puede continuar prosperando sin prestar la atención que en justicia reclaman los ciudadanos de La Cañada y Reina Regente. No conviene dejar a estos vecinos a expensas de los intereses de quienes sólo pretenden sacar provecho político o de quienes únicamente ven la situación como una oportunidad para presentarse como salvadores con el único objetivo de hacer negocio.
Las personas que residen en esas barriadas reclaman un trato similar al resto de sus vecinos. Vienen pidiéndolo desde hace tiempo y hay que dárselo ya, porque será tan beneficioso para ellos como para el resto de los melillenses, que verán como esas dos barriadas dejan de estar peligrosamente aisladas y contribuyen a la prosperidad de la ciudad.