La larga confrontación en torno a la construcción de viviendas sociales en Melilla se mueve hoy en día en un marcador que, por lo pronto, apunta un primer tanto a favor de la Ciudad Autónoma.
EMVISMESA, la empresa municipal con estructura de sociedad privada, ya ha empezado el proceso de adjudicación de 97 de las 200 primeras viviendas dirigidas a clases medias-bajas y dificultades, por tanto, para acceder a la compra en el mercado libre.
Se trata, en suma, de promociones en un régimen similar a las que se construyeron en el solar de la antigua discoteca ‘Lo Güeno’ o Altos de la Vía, y que podrán ser adquiridas, mediante una hipoteca de 25 años, siempre que se satisfaga en concepto de entrada el 20% de su valor.
Su precio viene determinado por el establecido para las VPO de régimen general por el Ministerio de Vivienda, en torno a los 1.334 euros el metro cuadrado, y sus adjudicatarios, según sus ingresos, podrán acceder en algunos casos a las ayudas que, para su compra, concede el Ministerio por valor de entre 5.000 y 12.000 euros.
Nuestro periódico publica hoy en páginas interiores la lista de admitidos y la de excluidos de un conjunto de algo más de 600 peticionarios, que contarán con 20 días, a partir de la publicación en el BOME de la misma lista, para presentar, si así lo estiman conveniente, las debidas reclamaciones.
El Gobierno local, después de los desencuentros varios con el Gobierno Zapatero en torno al tercer convenio de viviendas a construir con dinero estatal y suelo y proyectos aportados por la Ciudad Autónoma, se comprometió a edificar, con recursos propios, 600 viviendas en el presente mandato electoral.
Estamos en 2010 y parece que la promesa de hacer posible tan abultada cifra de aquí a un año resultará del todo imposible. Como mucho, quizás se consiga llevar a efecto lo que sería la primera fase del mismo plan, que en principio se puso como objetivo un total de 200 viviendas.
No obstante, ya se encuentran finalizadas o a punto de finalizar un total de 97, que forman parte de ese primer grupo dirigido, como digo, a clases medias-bajas, y que se reparten en promociones pequeñas y dispersas, de entre 4 y poco menos de 20 viviendas según los casos, en los barrios de Cabrerizas y Polígono principalmente.
Se trata de casas de buenas calidades, llamadas a atender la demanda de un sector de la población que no puede aspirar, por sus ingresos, a las viviendas sociales o VPO de régimen especial, dirigidas a las clases más humildes, pero que tampoco tienen fácil cambiar su actual régimen de inquilinos en alquiler por una casa en propiedad.
Además, con este mismo proyecto de construcción de EMVISMESA se busca también revitalizar una zona, la del Polígono y adyacentes, cuyo parque de inmuebles está muy deteriorado, casi en ruinas en muchísimos casos, a pesar de radicarse en una zona muy cercana al centro y llamada a una tremenda transformación en un futuro no muy lejano, cuando el antiguo Mercado Central por fin se convierta en el nuevo aulario de la Escuela de Idiomas, el Conservatorio y el Centro de Educación de Adultos.
La demanda de este tipo de viviendas es evidente: la lista de 530 solicitantes admitidos y que, por tanto, cumplen los requisitos exigidos para acceder a las mismas, así lo pone de manifiesto, y respalda el acierto del Gobierno local cuando se fijó un techo inicial de 600 VPO de régimen general para su construcción con medios propios.
En realidad, la iniciativa de EMVISMESA complementa la del Estado, que se concibió para atender la demanda de las clases más bajas, en un alto porcentaje excluidas por cuestión de ingresos mínimos de esta otra vía de VPO de régimen general.
A estas alturas del mandato, queda claro que EMVISMESA no va a poder cumplir sus compromisos, lo que supone que el PP tampoco podrá redondear como prometió una de sus promesas electorales. Sin embargo, el fiel de la balanza se inclina a su favor si comparamos la capacidad de gestión del Gobierno Imbroda, en lo relativo a la construcción de viviendas, con la que ha tenido el Gobierno Zapatero.
Mientras que con los Gobiernos de Aznar ser firmaron dos convenios que hicieron posible la construcción de 852 viviendas desde 2001 hasta 2008, con el Gobierno Zapatero sólo se han logrado iniciar 60 viviendas en el solar del antiguo cuartel de Gabriel de Morales.
Culpan los socialistas al Gobierno Imbroda de boicotear las 600 viviendas prometidas por el Ejecutivo central del PSOE y para las que se presupuestaron 48 millones de euros. Sostienen que han sido los obstáculos puestos desde la Ciudad Autónoma y su negativa a ceder suelo urbanizable los que han frustrado la construcción. En este extremo, la disputa es muy agria, pero a la postre lo que cuentan son los hechos y lo claro es que mientras el Estado, con todo su poder, sólo ha sido capaz de iniciar 60 viviendas bajo el mandato del Gobierno Zapatero; EMVISMESA, con recursos propios, ya está en condiciones de entregar 97.
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