Las sillas y mesas ya están en las aulas, con 17 días de retraso

El colegio Reyes Católicos fue uno de los primeros en recibir los muebles        l En El Real las sillas de los niños que faltaban se pasaban de un aula a otra.

Hoy faltan dos alumnos, así que esas dos mesas y sillas van para la clase de enfrente. No es un juego de niños. Es la realidad que se ha estado viviendo desde el inicio de curso en el colegio El Real. Los profesores han estado 17 días intercambiando sillas y mesas para poder sentar a sus alumnos. No había suficientes muebles en el centro. Este problema es extensible a otros colegios, aseguró ayer a El Faro el sindicato CSI-F. El Real, el Pedro de Estopiñán o el León Solá esperaban como agua de mayo que las sillas y las mesas llegaran a la ciudad y por fin ayer se cumplió su deseo al hacer lo propio con sus promesas el director provincial de Educación, José Manuel Calzado. El colegio Reyes Católicos fue uno de los primeros en recibir los muebles.       
La empresa de transportes encargada de hacer llegar los dos camiones con el cargamento hasta la ciudad consiguió embarcar en el barco de Málaga el pasado martes y ayer inició el reparto de las sillas y mesas.
José Manuel Calzado aseguró a El Faro que ayer comenzó la entrega del material a los colegios. También indicó que es la empresa de transportes la que decide cómo realiza este reparto. Calzado explicó que dicha empresa tiene un listado con los colegios donde debe dejar las sillas y las mesas, por lo tanto, no depende de la Dirección Provincial cómo se lleva a cabo la entrega. Además, el director provincial informó de que la empresa de transportes no iba a tardar más de un día y medio en hacer llegar esos muebles a los centros.
El curso comenzó el pasado martes día 9 sin que los centros tuvieran suficientes sillas y mesas para sus alumnos. Los escolares han estado 17 días esperando a que llegaran estos muebles.

Las sillas y mesas prometidas
Calzado aseguró a El Faro hace una semana que el lunes pasado ya estaría aquí este cargamento y por lo tanto, los centros tendrían las sillas y mesas que les hacían falta para sus estudiantes ese mismo día o el martes. Pero los muebles no llegaron el lunes.
El director provincial aseguró entonces que la empresa de transportes no pudo embarcar el domingo en el barco y lo haría el lunes. Finalmente no fue hasta el martes cuando este cargamento se cargó en Málaga y descargó en Melilla. Por lo tanto, la entrega en los centros no comenzó hasta ayer.
La historia de las sillas y las mesas tiene muchas lecturas. CSI-F afirma que parece “una broma” que durante dos semanas los profesores de El Real hayan estado trasladando de clase a clase los muebles. Cada vez que faltaba un alumno al aula era una ‘ventaja’ porque se podía utilizar su pupitre en otra.
CSI-F se suma a otros sindicatos de educación que ya denunciaron esta situación en El Faro. Asevera que la falta de muebles en las clases es una muestra de la falta de planificación de la Dirección Provincial. Sin embargo, la Administración lo niega. Calzado resalta en que la Dirección Provincial adelantó un mes respecto a otros años la petición de los muebles con el objetivo de llegaran lo antes posible. Asegura que tenía el compromiso de la fábrica de que las sillas y las mesas estarían en la ciudad para el día 9 de este mes. Calzado señala que la fábrica se retrasó en la entrega del material y luego fue la empresa de transportes la que tuvo problemas en el puerto de Málaga para embarcar. Por lo tanto, asegura que desde la Administración no se ha podido hacer otra cosa que no fuera reclamar a las empresas que cumplieran con sus compromisos.
Otra lectura de la falta de mobiliario en los centros es la elevada ratio de las clases. Los sindicatos insisten en que hay más alumnos de lo que permite la ley actual, que marca un máximo de 30 escolares por aula. En el colegio Constitución, en El Real, el León Solá o en el España tienen alumnos ‘ilegales’ y algunos de ellos ni si quiera disponían un lugar donde sentarse durante estas primeras semanas de curso.
Los sindicatos muestran su preocupación no sólo por que las aulas están saturadas, sino porque esta situación va a empeorar. Explican que en Melilla, a lo largo del curso, se producen numerosas matriculaciones. Eso puede colapsar aún más los centros educativos. Calzado, por su parte, señala que se han pedido más muebles para tenerlos en el almacén por si se necesitaran en los próximos meses.