La Fiscalía de Menores podrá autorizar por teléfono que se hagan pruebas de edad a menores en casos urgentes. Así lo aseguró ayer en declaraciones a El Faro el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que recordó que hace unos días mantuvo una nueva reunión con responsables de Fiscalía y Policía para buscar fórmulas para agilizar la tramitación de estos test oseométricos. Ventura indicó que este permiso telefónico extraordinario se utilizará para casos en los que los chicos que afirman ser menores de edad sean aparentemente mayores, es decir, cuando haya una duda razonable.
El consejero apuntó que así pretenden evitar, en la medida de lo posible, que menores y adultos convivan en el mismo espacio, más aún en unos momentos en los que el nivel de ocupación de las instalaciones es tan alto como sucede en la actualidad.
No sólo de noche
El responsable del área de Bienestar Social dijo, asimismo, que también estuvieron hablando sobre intentar que este tipo de actuaciones no se hagan sólo de noche. En este caso, se refería especialmente a los chicos que se recogen de la calle. Indicó que esta recogida puede hacerse por la mañana, en lugar de a última hora del día, para que las pruebas se realicen antes y sea más fácil hacer todas las gestiones.
El consejero aseguró que la disposición por parte de todas las partes implicadas es total y que reuniones como la que se produjo hace unos días son periódicas y buscan evaluar cómo funcionan los protocolos que se están aplicando y buscar la mejor forma para que haya una buena coordinación entre todas las administraciones.
Ventura señaló que en los casos en los que no hay tanta urgencia se seguirá el procedimiento habitual, es decir, la Fiscalía tendrá que dar la autorización por escrito, y en un periodo de entre 24 y 48 horas se obtendrán los resultados de estos test.
Mayores de hasta 27 años
Hay que recordar que hace unas semanas el consejero anunciaba que la Ciudad quería que los jóvenes que dicen ser menores pero aparentan tener más de 18 años no ingresaran en los centros de acogida hasta no estar seguros de que realmente no eran adultos. La autorización telefónica podría ser una vía para reducir estas situaciones. El consejero ha dicho en algunas ocasiones que se han llegado a producir casos de chicos de hasta 27 años que habían sido acogidos en la Purísima tras afirmar que eran menores y considera que estas situaciones no pueden seguir produciéndose.
El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, insistió ayer en que el problema de los niños de la calle no es algo que se produzca exclusivamente en Melilla, sino que se da en otras ciudades tanto de nuestro país como de otras naciones europeas. Indicó que en la mayoría de los casos estos menores no quieren la tutela de la Administración porque prefieren vivir en la calle y que en gran parte son chicos que tienen problemas de socialización y que cuando llegan a la península desde nuestra ciudad siguen manteniendo el mismo tipo de vida. Ventura lamentó que ante esta complicada situación los partidos de la oposición hagan un uso, a su juicio, demagógico del problema y no hagan un análisis más profundo de la realidad. Dijo, eso sí, que está convencido de que la población melillenses no se va a dejar manipular por lo que indican unos pocos, porque son conscientes de cuál es la realidad que se vive en Melilla y pidió más responsabilidad a la hora de abordar un asunto tan complejo.
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