Las III Jornadas sobre trata y explotación sexual concluyen con atención en las víctimas de Melilla

Este martes han concluido las III Jornadas sobre trata y explotación sexual con la presencia de la jefa de la Unidad Contra la Violencia de Género, Laura Segura. La primera ponencia ha estado a cargo de la vocal Asesora en el Gabinete Técnico de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Miriam Benterrak, quien ha tratado su conferencia acerca de la cooperación en la trata y la explotación sexual.

Laura Segura comenzó presentando a la ponente de la única conferencia individual de la jornada, definiendo a Benterrak como "compañera de trabajo y de lucha". Además, anunció que su ponencia trataría sobre la importancia de la cooperación y del trabajo en red de todas las organizaciones e instituciones implicadas en la lucha y el abordaje integral de la trata, la explotación sexual y la prostitución.

“Cuando hablamos de violencia de género, hablamos de una violencia estructural, una violencia sistémica, quizá la violencia más extendida y la más persistente que existe en nuestras sociedades. Por ello es fundamental abordar este delito con esa perspectiva, con una perspectiva de género porque afecta de forma desproporcionada a las mujeres”.

Segura explicó que la trata, la explotación y la prostitución están inmensamente relacionadas con la desigualdad y la posición de las mujeres en la sociedad, así como con la "feminización de la pobreza". A pesar de ello, Segura afirmó que no existe un perfil concreto de víctima de explotación sexual.

No obstante, la jefa de la Unidad Contra la Violencia de Género recordó que existe un abordaje diferente y nuevas realidades que ponen el foco en los nuevos métodos de captación, como son las redes sociales o las plataformas que ponen en riesgo a las mujeres a sufrir violencia.

Trabajo

Por su parte, Miriam Benterrak afirmó estar encantada de acudir a nuestra ciudad por, dijo, "su geolocalización". La asesora desplegó su experiencia de 12 años en el Ministerio de Igualdad donde tenía encomendada la promoción de la coordinación interinstitucional y cooperación en trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual como uno de los ejes básicos para poder trabajar contra dicha lacra. Por ello, anunció que analizaría los retos y desafíos, así como las críticas a la forma de cooperación existente.

“La trata y la trata con fines de explotación sexual es una forma de violencia contra las mujeres que está globalizada, que es transfronteriza, transnacional y que no se concibe sin la cooperación que implica a muchísimos agentes a la hora de prevenir, a la hora de asistir, de proteger, de perseguir esta lacra, pero que no pueden actuar en compartimentos estancos”.

La experiencia de Benterrak se remonta al año 2009, cuando se aprobó el primer Plan de Lucha contra la Trata con Fines de Explotación Sexual. La ponente recalcó que se ha evolucionado mucho, aunque también afirmó que las situaciones de trata y explotación sexual evolucionan mucho más rápido a través de las redes sociales y las nuevas tecnologías.

Benterrak recordó la aprobación, el pasado 14 de septiembre, de una resolución del Parlamento Europeo donde se dejó claro que, pese a la cooperación, existen legislaciones dispares a la hora de hablar de prostitución, con consecuencias para las víctimas. "Hay que pararse para analizar esto y ver en qué punto podemos converger", subrayó.

Datos en Melilla

A continuación, la directora Técnica del Área de Gestión y Proyectos de Fiet Gratia, Gloria Lozano, aprovechó para recalcar que el objetivo de estas jornadas no era otro que tratar de visibilizar la vulneración de los derechos humanos que supone la prostitución.

Fiet Gratia es una entidad que colabora en la organización de estas actividades.

Lozano denunció el incremento de víctimas menores de edad que se viene dando en los últimos años, siendo una de las causas el uso de las nuevas tecnologías, pues, de acuerdo con Lozano, estas introducen a menores en este mundo "como víctimas y como prostituidores".

Estas III Jornadas se han centrado en la situación en nuestra ciudad, por medio del trabajo de distintas organizaciones del ámbito civil, las cuales tratan de conocer su situación; además de la coordinación existente entre entidades y administraciones públicas.

Lozano destacó que principalmente asisten a mujeres de origen marroquí, con edades comprendidas entre los 25 y 35 años. Asimismo, afirmó que desde la pandemia, la prostitución se trasladó de las calles a pisos privados, donde el seguimiento es más complicado tanto para entidades como para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

En Fiet Gratia han asistido en Melilla a entre 85 y 90 mujeres en lo que llevamos de año. No obstante, no se enfocan en víctimas menores, aunque cuando las detectan, derivan esa situación a entidades especializadas. Un hecho el de los menores en la prostitución, denuncia, que se da en la ciudad, especialmente en menores no acompañados.

Además de esa ponencia de se desarrollaron dos mesas centradas en la realidad de las mujeres que están dentro de contextos prostitucionales. En una participaron representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, así como de organizaciones especializadas en la lucha contra la trata y la explotación sexual. La segunda mesa trató sobre la protección jurídica donde participaron entidades especializadas, organizaciones locales y el Ilustre Colegio de Abogados de Melilla.