Un grupo de docentes se puso ayer en contacto con El Faro para denunciar que no tenían acceso a las vacunas de la gripe. Explicaron que no son considerados un grupo de incidencia o de riesgo por parte de Salud Pública y, por lo tanto, no les pueden poner estas dosis en los centros de salud. Pero sí tienen la posibilidad de comprar ellos las vacunas en las farmacias. Sin embargo, esto no es posible. No hay dosis en las boticas de la ciudad.
El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Melilla, Francisco Pérez, reconoció que hay problemas de abastecimiento de estas vacunas, pero no sólo en nuestra ciudad, sino a nivel nacional e incluso europeo. Desconoce por qué no hay dosis suficientes. Aunque apuntó que espera que para la semana que vienen ya vengan estas vacunas a la ciudad.
Al margen de esta cuestión, la consejera de Presidencia y Salud Pública envió un mensaje de tranquilidad a la población. Aseguró que tanto la consejería como el Ingesa disponen de dosis suficiente para atender la demanda de los colectivos de riegos, como las personas mayores o los enfermos, y profesionales determinados, como la Policía o Bomberos.
En este sentido, argumentó que los docentes no están incluidos en esos grupos a los que se les facilita la vacuna de forma gratuita. No obstante, instó a que demanden esas dosis en las farmacias para que se las puedan traer a la ciudad.
Bajos porcentajes
Por otro lado, el Ingesa enviaba también información sobre las vacunaciones de la gripe que está en porcentajes bajos. Actualmente, sólo 3.160 personas se han puesto esta dosis, es decir, un 4,25% de la población diana. En este sentido, el Instituto apuntó que en la campaña del pasado año fueron 4.474 las personas que se vacunado, un 6,02% del total.
En cuanto a la distribución por centros de salud: hay más personas que se han puesto la dosis en el ambulatorio de Alfonso XIII con un 5,04%; es de un 4,59% en Cabrerizas; un 4,48% en zona centro; y un 3,2% en Polavieja.
Aviso por teléfono
Para el director territorial del Instituto, Omar Haouari, estos porcentajes son “muy bajos” y espera que hasta la finalización de la campaña, a finales de diciembre, las personas que están comprendidas en sectores poblaciones de riesgo, acudan a su centro para vacunarse. En este sentido, destacó el buen trabajo que se está realizando en Atención Primaria, a través de llamadas telefónicas, para informar a los pacientes de riesgo de que deben acudir a vacunarse en su centro de salud. En este apartado de comunicaciones, Ingesa recordó que toda la población debe actualizar sus datos de contacto en los centros de salud para recibir estas notificaciones que tienen como objetivo cuidar la salud del paciente.
Haouari animó a todas aquellas personas incluidas en los grupos en que esté indicada la vacunación antigripal, especialmente a las mayores de 65 años, a que acudan a su centro de salud para vacunarse frente a esta enfermedad que, en estas edades, tiene unas connotaciones de cierta gravedad.
La gripe puede matar
El director del Ingesa en Melilla visitó ayer el centro de salud de la zona centro junto a la directora médico de Atención Primaria, Francisca Coll, y el director de Enfermería de Atención Primaria, Francisco José Aguilar, para conocer la marcha de la campaña de vacunación. “La gripe, en determinada población, mata”, subrayó.
Asimismo, Haouari recordó a los profesionales de la sanidad y a personas cuidadoras de pacientes crónicos que deben vacunarse para evitar ser foco de trasmisión de la enfermedad. También lo recomendó en el caso de los profesionales de la sanidad, “para dar ejemplo ante sus pacientes”.
Además, resaltó que el Ingesa, en colaboración con la Consejería de Salud Pública, dispone de todos los medios necesarios para que la vacunación sea accesible a toda la población de riesgo.
Colectivos de riesgo
Por otro lado, el Instituto informó de que toda la población mayor de seis meses que lo desee puede vacunarse contra la gripe. Resaltó que no hay impedimento.
Sin embargo, recordó que los sectores poblacionales que deben vacunarse todos los años son: los niños de seis meses de edad hasta los 18 años que tengan patologías crónicas, como cardiopatías, problemas respiratorios, insuficiencias renales e inmunosupresión, entre otras; y los mayores de 65 años. En este último caso, también comentó que no es necesario tener una enfermedad crónica, ya que “en una persona de esa edad su sistema inmunológico desciende bastante y está más expuesta a tener la gripe u otra enfermedad”.
Además, se recomienda a las mujeres embarazadas, sin importar la edad ni el tiempo de gestación en que esté. “La gripe en una mujer embarazada puedes tener peores consecuencias que en una que no esté en estado de gestación”, añadió el Instituto.