El Gobierno de la Ciudad Autónoma estima que en un plazo de 4 o 5 meses se podría comenzar a implementar la Zona Naranja en el centro de Melilla y en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).
Según explicó a los medios el consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, Daniel Ventura, esta medida es de carácter “experimental” y tiene como objetivo ofrecer una alternativa de estacionamiento que facilite la rotación de vehículos en zonas como el centro o la propia ZBE.
El consejero destacó que se arrancará con la zona naranja porque esta supone una opción más asequible y eficiente. Sin embargo, aclaró que esto no descarta la posibilidad de introducir la zona azul en el futuro. El enfoque inicial busca evaluar su funcionamiento y ajustarse a las necesidades y demandas de la ciudadanía melillense.
Asimismo, Ventura mencionó que desde el área de Medio Ambiente se permanece a la espera de que la Consejería de Fomento encargue a la empresa pública Emvismesa la encomienda de gestión del proyecto de zonas azul y naranja. Aun así, la sociedad pública ya está trabajando en la adquisición de una aplicación móvil para facilitar su implantación.
Por otro lado, informó que el reglamento de la Zona de Bajas Emisiones ya está redactado y que próximamente será sometido a la Comisión correspondiente para posteriormente, llevarlo al pleno de la Asamblea para su aprobación.
La zona naranja es un sistema de estacionamiento regulado, generalmente señalizado con líneas de este color, que está destinada principalmente a residentes. Sin embargo, también pueden acceder a ella otros usuarios bajo ciertas condiciones. Su principal objetivo es fomentar la rotación de vehículos y garantizar que haya plazas disponibles para un mayor número de conductores.
En la zona naranja, el costo por estacionar suele ser más bajo que en otras zonas reguladas, como la zona azul. Se permite estacionar durante un tiempo máximo determinado, lo que evita que los vehículos permanezcan estacionados por largos períodos.
A diferencia de la zona azul, la zona naranja suele ser más asequible y enfocada en áreas donde se quiere equilibrar el flujo de tráfico y las necesidades de estacionamiento de residentes y visitantes.
Puede estar dirigida principalmente a residentes con tarifas reducidas o gratuitas, dependiendo de la normativa local.
En el caso de Melilla, la propuesta de la zona naranja busca dar una solución económica y adaptable, favoreciendo la rotación de vehículos y ajustándose a las demandas de los ciudadanos.
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Antes de aplicar naranjas a azules que alternativas hay o quieren sangrar al ciudadano