La Yamaa de la Mezquita Central muestra su respaldo a la postura de la Comisión Islámica sobre el episodio del jatib

La Yamaa de la Mezquita Central de Melilla ha hecho público un comunicado en el que ha mostrado su total respaldo a la postura de la Comisión Islámica de Melilla (CIM) respecto a la situación del jatib en este templo.

Dirigiéndose tanto a la comunidad musulmana como a la opinión pública, esta congregación considera que la CIM ha actuado conforme a los principios que rigen la fe islámica, así como con "transparencia y responsabilidad".

En ese sentido, ha rechazado de forma rotunda las declaraciones pronunciadas por el Consejo Religioso Musulmán del pasado fin de semana.

"Es evidente que estas denuncias carecen de fundamento y parecen estar motivadas por intereses ocultos que no responden a los valores del Islam ni al bienestar de nuestra comunidad".

La Yamaa ha lamentado así, lo que consideran, es un intento de sembrar la discordia y la desconfianza entre los fieles.

Por otro lado, ha recalcado el trabajo incansable que vienen desempeñando para mantener la armonía y la cohesión dentro de la propia comunidad.

"Nuestras decisiones y acciones siempre se han guiado por el deseo de servir a los fieles y promover un entorno de respeto, fe y unidad".

Por ello, han reafirmado su plena confianza en la labor que desempeña la CIM y en su liderazgo para coordinar los asuntos de la Mezquita Central de una forma, dijeron, "justa y transparente".

La Yamaa de este templo ha demandado a cada uno de los miembros de la comunidad musulmana de Melilla que se mantengan firmes en su fe para, aseguraron, no permitir que rumores y falsas acusaciones de esta índole perturben la paz y estabilidad del templo.

"Es crucial que en estos tiempos difíciles prevalezcan la cordura y la unidad entre nosotros. Invitamos a todos a reflexionar sobre las enseñanzas del Islam que nos llaman a la unidad, la paz y la cooperación".

Desde la Yamaa han reiterado su predisposición al diálogo con el objetivo de resolver cualquier malentendido de manera pacífica y conforme a los principios islámicos. Además, han destacado su compromiso en continuar su labor de servicio a la comunidad. Un propósito por la cual, según afirmaron, no se desviarán por intereses de los que denunciaron, "sólo buscan dividir a la comunidad".

Por último, la Yamaa de la Mezquita Central ha hecho un llamamiento a todos los miembros de la comunidad a mantenerse vigilantes y a informarse a través de canales oficiales, evitando "desinformaciones".

"Es esencial que como comunidad nos mantengamos unidos y enfocados en los valores que nos han guiado a lo largo del tiempo".

Yamaa

La Yamaa de una mezquita se refiere a la congregación o comunidad de fieles que se reúne en este templo para realizar las oraciones y otras actividades religiosas. El término proviene del árabe se lleva a cabo en contextos islámicos, para describir la asamblea de personas que se congregan para rezar juntos, especialmente durante las oraciones comunitarias de los viernes después del mediodía o yumu'ah.

La Yamaa no solo implica la acción de reunirse, sino también el sentido de unidad y cohesión dentro de la comunidad musulmana. En muchos casos, el término se utiliza para destacar la importancia de la oración colectiva y la solidaridad entre los miembros de la comunidad.

Episodio

El imán de la Mezquita Central, Hassan Mahria, presentó una denuncia en el juzgado de instrucción contra el vigilante de seguridad de dicho templo por un presunto delito contra la libertad religiosa, así como por sendos delitos de amenazas y coacciones.

La denuncia exponía que, en un episodio que se produjo el pasado viernes, 9 de agosto, el vigilante impidió el paso al templo del jatib, quien se encarga de pronunciar el sermón o jutba los viernes.

La denuncia fue hecha pública por el Consejo Religioso Musulmán, dando a entender que el trabajador había vulnerado la libertad religiosa.

Por su parte, la Comisión Islámica manifestó en un comunicado que en ningún momento se impidió la entrada del anterior jatib a la mezquita, sino que el vigilante actuó de acuerdo con las directrices establecidas, permitiendo la entrada del jatib, aunque impidiéndole dar el sermón, el cual se había designado a otro jatib, quien ya tenía la autorización verbal por parte de las autoridades religiosas competentes.