La historia de Melilla comprende muchísimos años. Su complejidad geográfica, posicionándose al norte de África y pegada a la Península Ibérica y el Mar Mediterráneo hace que sea una civilización con siglos de historia a sus espaldas. De hecho, la actual ciudad autónoma que hoy conocemos también fue parte del gran conocido Imperio Romano.
Aquel imperio reinó toda la cuenca del Mediterráneo y se convirtieron en los reyes del mundo hasta su desaparición y en esta historia, también estuvo presente Melilla. Todo esto fue explicado y desglosado a la perfección durante la tarde de este jueves en el salón de actos de la UNED de la mano de Álvaro Sánchez González de Quevedo.
El ponente es licenciado en Derecho por la Universidad de Cádiz, de donde ha obtenido varios posgrados en la rama del Derecho Internacional Público. Ejerce como abogado colegiado en el Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla, y, actualmente, se encuentra como responsable del equipo jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla. Ha publicado diversos artículos en materia de extranjería en revistas especializadas y su andadura en la historia comenzó, formalmente, en la Universidad de Sevilla, donde cursó asignaturas del Grado en Historia, aunque, informalmente, es una persona apasionada de la historia, especialmente la del mundo romano.
'Rusadir, oppidum romano' fue el nombre de la exposición y en esta estuvo presente la Delegación de Defensa. Álvaro explicó el origen del Imperio Romano y destacó que antes de su éxito existieron otras civilizaciones como los fenicios y luego, los púnicos, quienes cayeron derrotados gracias a un ejército con nombre como era la legión romana.
Sobre esto habló de sus grandes habilidades para la lucha destacando sus ofensivas y estrategias para el ataque, poniendo ejemplos en la pantalla grande de cómo luchaban: la técnica de la tortuga, la técnica de la cuña o de la serpiente. Otra peculiaridad es su labor a la hora de hacer campamentos y la ayuda en las catástrofes naturales, algo que comparó con la reciente catástrofe de Valencia con la DANA.
Acto seguida y ya hecha la introducción, se adentró en el mundo de la ciudad de Melilla en la época romana. No obstante, dejó claro que de esta ciudad apenas hay vestigios y pistas de aquella época, pero también reiteró que para eso hay estudios, recreaciones e ideas originadas a partir de otras civilizaciones y ciudades cercanas a la melillense de aquella época.
Luego, comenzó explicando que las primeras murallas de Melilla datan del siglo I d.C y que se originaron ciudades alrededor del puerto, ya que este era el punto clave de una ciudad en la época romana. El comercio y la venta de productos era lo más demandado y la salida al Mar Mediterráneo que disfrutaba Melilla era algo único. Es por ello que las calles principales siempre acababan en la zona de los barcos.
Reiteró también que los romanos trajeron las calzadas y las primeras carreteras a la ciudad de Melilla y que se empezaron a originar los lugares típicos de una ciudad romana. Puso como ejemplo el mercado, donde destacaban productos como el trigo, las olivas o el vino. Todo esto lo que provocó fue el nacimiento de las monedas propias, algo que está constatado gracias a que existen dos ejemplares en el museo de Copenhague con el nombre de Rusadir, que es como se le denomina a esta ciudad del norte de África.
Los asistentes disfrutaron de una ponencia extensa, pero entretenida, que los transportó a decenas de siglos atrás para aumentar su conocimiento sobre la ciudad autónoma en una época en la que Roma dominaba toda Europa. Además, Álvaro Sánchez González de Quevedo fue introduciendo escenas de películas como las de Gladiator, algo que todo el salón de actos agradeció y que ayudó a que la ponencia sea mucho más amena.
Melilla, ciudad e insigne bastión del paso del tiempo, urbe de la que durante siglos ha ido creciendo su aura mítica con apellido de grandes civilizaciones en sus genes: la Melilla fenicia, púnica, mauri y, especialmente, romana.
Y, ¿por qué una ponencia sobre Roma? Porque es la base de nuestra base de civilización, nuestra estructura social básica, modelos de arquitectura, el derecho, entre otros saberes y ciencias desarrollados por el imperio que han dejado una huella tan honda en nuestra historia que no se puede entender una sin la otra. Para el recuerdo quedan las películas de romanos.
Melilla, ciudad e insigne bastión del paso del tiempo, urbe de la que durante siglos ha ido creciendo su aura mítica con apellido de grandes civilizaciones en sus genes: la Melilla fenicia, púnica, mauri y, especialmente, romana.