Como es tradición desde hace más de una década, la Unión Federal de Policía (UFP) de Melilla celebró este martes una comida homenaje a los miembros de la Policía Nacional destinados en la ciudad que han pasado a la situación de jubilación durante todo este año 2023. El acto tuvo lugar en el restaurante Casa Juanito en el transcurso de una comida, un "encuentro ameno", en el que "se han compartido anécdotas y risas", y en el que se procedió a la entrega de una metopa a cada uno de los policías jubilados, ofrenda que la UFP "tiene el gusto de entregar todos los años a los policías que se jubilan, por su quehacer diario y por una vida de entrega y sacrificio a la sociedad a la que sirven", indica el sindicato policial. Una vez finalizada la comida en hermandad, el secretario regional de la UFP en Melilla, Antonio García Guillén, dedicó unas palabras a los homenajeados, con las que resaltó y agradeció a estos policías su compromiso y lealtad a la institución policial, al Estado y a la sociedad a la que han servido durante más de cuarenta años. Agradeció también las enseñanzas que han trasmitido a las nuevas generaciones de policías siendo esta labor "de gran importancia" al compartir su sabiduría y experiencias desarrolladas a lo largo de sus carreras profesionales, "actitudes y valores que no se aprenden en un centro de formación, ya que se adquieren de generación en generación y que son de vital importancia para las nuevas promociones de policías nacionales". Asimismo, Antonio García Guillén comentó la tristeza que le produce el ver cómo un año más, es testigo "de la frialdad y dejadez que la Dirección General de la Policía demuestra con nuestros mayores veteranos que lo dieron todo por España, por nuestra Constitución y nuestra sociedad, a los que no les da ni las gracias por toda una vida dedicada a la policía y a servir al ciudadano". "Los policías se van de esta institución por la puerta de atrás, con una pensión miserable, ni tampoco les premia con una gratificación económica cuando pasan a la situación de jubilación, como sí hacen otras corporaciones policiales", comentó el líder sindical. Ante todo, García Guillén quiso desearles a los policías jubilados lo mejor para su nueva etapa y que disfruten de su "merecidísima jubilación", que la puedan "vivir con mucha salud y rodeados de sus seres queridos, sobre todo sus familiares más cercanos, aquellas personas a las que por necesidades del servicio, privaron en muchas ocasiones de su presencia". "Fueron tiempos difíciles, donde no existían los derechos laborales conseguidos por las organizaciones sindicales como tieenen ahora las nuevas generaciones. Muchos recuerdan como en sus primeros años en la policía, en los años ochenta y noventa, lo normal era no poder presenciar el alumbramiento de sus hijos por estar trabajando y además, no poder gozar de ellos ya que a los dos o tres días se tenían que incorporar al servicio policial", recordó. El secretario regional finalizó su discurso manifestando que seguirá luchando junto a la directiva central para conseguir uno de los grandes objetivos de la UFP, que no es otro que el "reconocimiento de una digna jubilación que todo policía se merece".