Los melillenses lavaron su imagen tras el tropiezo de la semana pasada antes el Betis 'B'.
La UD Melilla consiguió ayer lo que anunció su entrenador en la jornada previa al partido: sumar los tres puntos en disputa haciendo un buen partido de fútbol y demostrar que el equipo tiene personalidad y capacidad de reencontrarse a sí mismo tras el varapalo sufrido la semana pasada ante el Betis 'B'.
Con la actitud mostrada por los jugadores azulinos, se despeja el atisbo de dudas que planeaba sobre la escuadra melillense y quedó claro que lo pasado ante el filial verdiblanco sólo fue un accidente.
El líder afrontó el partido sabiendo que su inmediato perseguidor, el Granada CF, no pasó del empate ante, precisamente, el Betis 'B'.
Y a decir verdad, el equipo no presentó síntomas de ansiedad y sí ganas de agradar.
El líder se mostró sobrio y sólido; con momentos brillantes de juego donde destacó Migui, que se erigió en el canalizador del juego azulino.
Los primeros minutos del partido fueron de tanteo por parte de ambos equipos. El San Roque dispuso sobre la alfombra del municipal un claro 1-4-1-4-1 con Juan Villa como hombre más adelantado y la UD Melilla presentó un esquema más ofensivo con dos líneas de cuatro y Albert Yagüe junto a Andrés Ramos en la punta de ataque.
Sin embargo, la primera aproximación al área fue del conjunto lepero al profundizar Navarro por banda derecha pero a su centro no llegaron ni Juan Villar ni Vidal.
A partir del minuto diez, los melillenses tomaron la iniciativa en el juego con Migui manejando la dirección del juego azulino y comenzaron las aproximaciones al área aurinegra.
A los doce minutos se produce una falta cercana a la frontal del área, el lanzamiento magistral de Migui se estrelló en el travesaño de la portería defendida por Isaac.
Tres minutos más tarde, en el 15, Zamorano, que subió con frecuencia la banda derecha, centró al área y el balón quedó suelto en la frontal donde apareció Pablo García que marcó los tiempos y conectó un obús con el empeine exterior del pie derecho enviando el balón al fondo de las mallas visitante. Fue el 1-0 que desató la euforia entre la afición.
El líder se encontraba a gusto con su rol y se vieron los mejores minutos de juego del partido.
Así y tras varios saques de esquinas que no fraguaron, llegó el minuto 25; el omnipresente Migui ejecutó un nuevo lanzamiento desde la esquina, marcó jugada, y el balón que fue al segundo palo, llegó, tras un disparo defectuoso de Yagüe, a Zamorano quien cabeceó a la red. El gol fue anulado por el colegiado a instancias de su auxiliar de banda que marcó la posición antirreglamentaria del defensa unionista.
El San Roque, que se mantenía muy ordenado, se vio apabullado por la presión que ejercían los locales. Aún así, en el 31 Navarro profundizó por banda derecha hasta la línea de fondo y su centro lo remató Juan Villar, pero el balón fue desviado por un defensor a córner.
Un minuto más tarde Vidal lo intentó de lanzamiento directo desde el borde del área melillense pero sin consecuencias.
En el 34 llegó la respuesta local al zafarse Yagüe de su defensor a quien engañó con una finta control, penetró en el área pero su centro o intento de vaselina lo detuvo Isaac sin problemas.
Los últimos minutos de la primera parte fueron de total dominio azulino con Migui y Pablo García como principales protagonistas.
Con ventaja mínima en el marcador se llegó al descanso.
El segundo acto fue menos vistoso que el primero, pero el control del juego siempre fue del equipo melillense.
Así en el minuto 55, una falta ejecutada por Migui desde el flanco izquierdo fue rematada en posición algo forzada por Povedano, el esférico que llevaba marchamo de gol fue desviado por Isaac en una gran intervención.
En el minuto 61 llegó la sentencia. Fue como consecuencia de una jugada bien trenzada por el Melilla en la que Oller, que hizo un gran partido, recibió dentro del área y pasó sobre Yagüe, muy activo durante el encuentro, que estuvo muy avispado y se adelantó a Isaac consiguiendo aumentar las diferencias en el electrónico.
Dos minutos más tarde, nuevamente Migui envió un pase interior para el desmarque de Yagüe pero en esta ocasión el cancerbero visitante estuvo atento y resolvió el peligro.
A partir de aquí, el Melilla bajó el pistón y se dedicó a controlar el partido sin mucha dificultad.
Los onubenses sólo se acercaban al marco de Dorronsoro a través de jugadas a balón parado en las que estuvieron poco afortunados.
En el minuto 74 Nando realizó una gran jugada por banda derecha y el remate de Navarro salió por encima del larguero azulino.
García Tébar dio entrada a Chota por Yagüe para refrescar el ataque. Poco más tarde el canterano Sufian hizo lo propio por Oller y cinco minutos más tarde en el 86 Álex Fernández sustituyó a Pablo García.
Cuando parecía que el marcador ya no se movería y en tiempo de prolongación, Raúl remató sobre la línea de meta consiguiendo aminorar distancias para su equipo.
El marcador no se volvería a mover ya que unos segundos después el colegiado extremeño Carlos Sánchez Laso, que pasó desapercibido, señaló el final del encuentro para satisfacción de los aficionados.