La UD Melilla se desinfla en liga

Los de Juan Moya necesitan cuanto antes volver a saborear un triunfo que insufle confianza de cara a la eliminatoria de Copa del Rey ante el Constancia de Inca donde se presenta como un partido histórico para el fútbol melillense, donde se tiene que conseguir la victoria final.

La UD Melilla volvió a dejar escapar dos puntos del Municipal en una jornada de claro signo visitante que arrojó cuatro victorias a domicilio, cuatro empates y dos triunfos locales y que vio como el Cartagena, líder sólido del Grupo IV, perdía sus primeros puntos del campeonato al empatar en su feudo con el San Roque de Lepe; así como la primera victoria a domicilio del Albacete y del Loja CD, próximo rival del conjunto azulino.
Es evidente que el Melilla ha perdido gas en las últimas semanas. El efecto gaseosa tuvo su rúbrica ante el Atlético Sanluqueño ante el que se comenzó muy fuerte y, con el paso del tiempo, se fue perdiendo fuelle hasta acabar con la sensación de impotencia ante un rival que no era nada del otro mundo.
El conjunto norteafricano parece que arrastra el síndrome de Albacete, donde cayó después de tener ventaja en el marcador hasta en dos ocasiones y donde los desajustes defensivos y el desgaste físico pasaron factura. Aunque en aquella ocasión la derrota tuvo un sabor agridulce por las buenas sensaciones que transmitió el equipo que venía de eliminar de manera épica, con prórroga incluida, a la Balompédica Linense.
A raíz de la visita al Carlos Belmonte, la escuadra que dirige Juan Moya ha ido a menos en cada partido. El técnico y sus colaboradores son, sin lugar a dudas, los más cualificados para encontrar una solución que sirva para que el equipo reaccione, y esta debe llegar cuanto antes para escapar de la espiral negativa en la que los azulinos se encuentran, sobre todo de cara al partido correspondiente a la tercera eliminatoria de la Copa del Rey que disputará la semana que viene en tierras baleares ante el Constancia de Inca. Una competición en la que el club melillense tiene muchas esperanzas de pasar a la siguiente ronda para medirse a uno de los grandes del fútbol europeo y que vendría fenomenal para mejorar el paupérrimo estado de las arcas unionistas.
El conjunto azulino debe recuperar la imagen de equipo compacto, trabajador, humilde y solidario que dio en las primeras jornadas; porque sin ese 'sello' el equipo baja muchos enteros y su caminar por la competición puede convertirse en un suplicio.
El equipo, por las circunstancias que fuere, ha pasado de ser un bloque sólido y seguro a un bloque que se resquebraja por momentos; por lo que Juan Moya tiene todavía por delante una ardua tarea para fortalecer ese aspecto, y me consta que en ello anda.
No es momento de buscar excusas y sí soluciones. Jugadores lesionados o sancionados son situaciones que salpican a todos los equipos y en cuanto a la composición de la plantilla, casi todos los clubes andan deseosos de fortalecerlas pero la situación económica manda.
En fútbol, las rachas van y vienen pero lo importantes es, independientemente de los resultados, seguir creciendo y el Melilla tiene mucho margen para ello. Tan sólo no hay que apartarse de la humildad y, por supuesto, no acomodarse porque cuando esto ocurre la cosa suele ir a peor.
Lo mejor noticia de la jornada la supuso el debut en Segunda División B del canterano Moha, quien además cumplió de sobra en su cometido. No llevaba ni tres minutos en el campo y el joven centrocampista ya había robado una pelota, realizado un perfecto y medido cambio de orientación a la banda y cometido su primera falta. El entrenador acabó contento con la labor de Moha pero lo mejor es que demostró que puede ser útil a la causa.
En cuanto al resto de la jornada cabe destacar la regularidad que siguen demostrando Cartagena, Jaén y Almería B que junto al Tenerife (Grupo I) y al Huracán (Grupo III) forman el quinteto de invictos de la categoría. Ninguno de ellos conoce aún la derrota y tres pertenecen al Grupo IV.
El líder dejó escapar sus primeros puntos ante el San Roque de Manolo Zúñiga que mantiene a los onubenses en la zona alta a tan solo un punto de los puestos nobles y consolidad al conjunto departamental en lo más alto de la tabla.
El Jaén sigue demostrando que su posición no es casual y supo reaccionar, con buen fútbol incluido, para dar la vuelta a un marcador adverso tras adelantar el ex jiennense Fernando al Lucena CF.

El Almería B, con el ex azulino Edgar como pieza indiscutible en los esquemas de Francisco, no pudo pasar del empate ante el Écija Balompié a pesar de disponer de numerosas ocasiones de gol y de desplegar un fútbol de muchos kilates. El tinerfeño mandó un disparo a la cruceta y fue una constante pesadilla para el cuadro que dirige Miguel Rivera que encadenó su cuarto empate consecutivo.
El Sevilla Atlético se impuso merecidamente al Cádiz en su visita al Ramón de Carranza y cortó la racha de dos triunfos consecutivos de los de la Bahía. El Arroyo CP también logró deshacerse de una Balona venida a menos y se coloca de manera sorprendente en la tercera posición de la clasificación.

El Albacete sumó su primera victoria en feudo contrario ante un San Fernando que mereció más pero al que la falta de pegada le pasó factura. Betis B y UCAM Murcia afrontaron el duelo con inquilinos nuevos en ambos banquillo, cosa que no sirvió para hacerse con la victoria. Los verdiblancos estuvieron muy cerca de conseguirla pero tiraron por la borda un partido que ganaban 2-0 a falta de cuatro minutos para el final.
Por su parte el Cacereño encontró en Juli Ferrer a su propio Alexanco ya que el central extremeño anotó dos goles de cabeza en los minutos 90 y 91, que sirvieron para remontar el 1-0 que figuraba en el marcador del Romera Cuerda de Villanueva de la Serena.