La UD Melilla sigue viviendo de la renta conseguida en la primera vuelta, ya que en una hipotética clasificación de las seis últimas jornadas el equipo azulino ocuparía la penúltima posición en la tabla clasificatoria con tan solo cuatro puntos de los 18 últimos que ha disputado, solo el CD El Ejido 2012 ha sido peor que el cuadro unionista en esta última fase del campeonato.
A pesar de romper ante el San Fernando hace dos jornadas la dinámica de cinco partido sin ganar, da la sensación que el conjunto que dirige Luis Carrión ha tocado techo. Lejos queda ya aquella fase de la primera vuelta en la que los unionistas vencían y convencían. El equipo norteafricano entró en un ciclo en el que los resultados acompañaron más que el juego desplegado y como no podía ser de otra manera al final las derrotas cayeron una detrás de otra. El parón navideño le vino como agua de mayo al inquilino del Álvarez Claro para frenar de alguna manera la caída libre en la que se encontraba.
Las sensaciones que trasmitía la escuadra unionista antes de Navidad no han desaparecido tras la reanudación del campeonato a pesar de la actividad que ha habido en el nuevo periodo de fichajes que está a punto de finalizar. Y es que las arcas de la entidad con sede en la Explanada de Camellos deben estar bien nutridas después de superar las dos primeras rondas de la Copa del Rey y recibir el premio 'gordo' del emparejamiento contra el Real Madrid. El club que preside Luisma Rincón no ha hecho todavía públicas las cuentas del curso pasado, así que es muy posible que para las de este ejercicio el socio tenga que esperar todavía más. No haría mal el Decano de la Segunda B en adelantar los números del torneo del KO para por lo menos contentar en algo ya no solo a sus socios sino a los aficionados y melillenses en general.
Centrados en lo deportivo, sorprende que a pesar de las declaracaciones de Luis Carrión en cuanto a los errores que el equipo viene cometiendo un partido sí y el otro también aún no haya dado con la tecla para solucionar dichos problemas. Y es que las soluciones que ha intentado buscar no le han dado resultado, pero a pesar de ello el técnico catalán sigue contando con los mismos jugadores, sobre todo en el eje de la defensa que es por donde más daño está recibiendo el equipo en los últimos partidos ante el Murcia, El Ejido 2012 o el del último encuentro ante un equipo muy normalito como el Marbella.
Dice el refrán que no hay más ciego que el que no quiere ver. Nadie suele tirar piedra sobre su propio tejado, pero lo que está pasando con Mahanan no tiene nombre. Cuesta entender que un jugador que promedia más de 34 partidos por temporada -15 ya en Segunda B- y cuyo rendimiento ha estado siempre a un nivel alto no forme parte del once titular de este equipo. Para más 'inri' el capitán del equipo azulino es melillense, uno de los dos únicos melillenses que forman parte del plantel profesional unionista. Cabe significar que la decisión de que no juegue Mahanan sea solo técnica y no por que el melillense renovaría automáticamente si jugara un número determinante de partidos, eso sería de una bajeza enorme por parte de todos los implicados.
También se marchó Braim y llega un jugador sub 23 en formación para terminar de forjárselo al Rayo Vallecano. Eso sí, para pelear en principio por el puesto de lateral derecho que viene ocupando cada vez con menos regularidad Pepe Romero, el otro melillense que queda en el equipo. Esta UD Melilla es la más desnaturalizada de cuantas han competido en Segunda División B y los resultados, salvo que se de el salto de categoría, no van a varias de los que ya ha tenido el club en etapas anteriores. Eso sí, siempre con un número aceptables de jugadores locales en la plantilla.
Este año han habido partidos sin ningún melillense en el once titular...y el equipo ha perdido también. Destacar esto último para los agoreros que piensan que sin melillenses el equipo será mejor. Un equipo subvencionado casi al cien por cien por todos los melillenses y sin apenas ADN de aquí. Y en esto si tiene su culpa la junta directiva del club con su presidente a la cabeza, además del político de turno.
