Las próximas pruebas al cadáver se realizarán el lunes, pero la identificación de la víctima hallada en Horcas Coloradas 1 sigue siendo muy difícil.
La colaboración ciudadana parece ser la baza con la que cuentan los investigadores de la Guardia Civil para esclarecer la muerte de un joven, cuyo cuerpo calcinado fue hallado en la tarde del jueves en una cueva de la playa de Horcas Coloradas 1. La autopsia era prácticamente inviable, dado el deterioro del cuerpo y su avanzado estado de descomposición. El viernes pasado se realizaron varias radiografías en el Hospital Comarcal para intentar determinar si la víctima era menor o mayor de edad. Estas pruebas parecen no ser concluyentes y existen las mismas posibilidades de que el joven fuera menor y mayor de edad, según apuntaron fuentes cercanas a la investigación a El Faro de Melilla. Lo único que es certero hasta ahora es que el joven llevaba muerto varios días, entre cinco y siete, según indicaron las mismas fuentes a este diario.
El cuerpo está totalmente carbonizado e incluso se han perdido parte de las extremidades, de ahí la importancia de mover el cuerpo lo mínimo indispensable para no deteriorar aún más el maltrecho cadáver.
Las circunstancias de la muerte de este joven sin identificar únicamente apuntan a que se produjo un incendio en la pequeña cueva en la que se halló a la víctima, sin que ésta pudiera escapar. El pasado viernes, algunas fuentes indicaron a este diario que los investigadores podrían haber recogido del lugar una especie de candil, pero este extremo no pudo ser confirmado por El Faro.
Delegado del Gobierno
El estado del cuerpo de la víctima hace prácticamente inviable una identificación y carece de pendientes, colgantes o anillos que, en un momento dado, pudieran ayudar a la identificación del fallecido. Únicamente se ha podido determinar que era varón.
Ayer el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, coincidió en que la víctima podría ser mayor de edad, si bien no pudo ofrecer más datos sobre las pesquisas que están en curso, pues el caso está bajo secreto de sumario.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 dirige la investigación de la que el pasado jueves se hizo cargo la Policía Judicial de la Guardia Civil, al ser el litoral una zona de su demarcación jurisdiccional. El viernes desde la Comandancia solicitaron la colaboración ciudadana para intentar esclarecer lo ocurrido.
Cabe recordar que un ciudadano relató a El Faro el pasado jueves, el día del hallazgo, que hace una semana mientras paseaba con otras personas observó que de la misma zona salía una columna de humo denso. “Olía a tela quemada”, recordó este testigo, quien aseguró que había alertado del humo a una pareja de guardias civiles que estaba patrullando la zona. Sin embargo, este ciudadano lamentó que los agentes no le hicieran caso, pues afirma haber visto el coche policial marcharse del lugar.
Por otra parte, desde la Comandancia dijeron a El Faro no tener constancia de esta denuncia verbal realizada por este ciudadano.
Más pruebas mañana
Mientras tanto, los investigadores confían en poder terminar las pruebas forenses mañana lunes. Lo único que se ha podido hacer hasta ahora han sido las radiografías al cuerpo, pues el tórax y la pelvis podría ayudar a determinar la edad del joven fallecido, y la recogida de muestras de tejidos y de ADN. Sin embargo, sin otras muestras genéticas con las que poder comparar los resultados, de momento será inviable por este procedimiento una identificación plena del joven calcinado en Horcas Coloradas, explicaron las mismas fuentes a El Faro.
Una pared rocosa llena de cuevas y galerías que sirven de ‘refugio’
48 horas después del hallazgo del cuerpo calcinado de un joven sin identificar en una pequeña cueva en la pared rocosa de la playa de Horcas Coloradas 1, la normalidad ha vuelto a la zona. A pesar de que ayer el día estaba algo nublado, algunos melillenses optaron por acudir a la pequeña playa bajo la Alcazaba para pescar o darse un baño.
Del fatal hallazgo del jueves únicamente queda allí la abertura de la cueva, cuyas paredes presentan un intenso color negro. Enganchadas en la malla metálica ‘antidesprendimientos’ persisten algunos plásticos y desperdicios. Al lado de la cueva donde perdió la vida este joven sin identificar existe una abertura más amplia y frente al mar en la que también hay restos de basura dejados por las personas que frecuentan la zona para pernoctar.
Es habitual ver este escenario en las cuevas naturales que no solamente existen en esta zona de la playa sino a lo largo del acantilado. Son cuevas que dan acceso, en algunos casos, a galerías más profundas bajo la ciudad de Melilla.
Allí se ocultan con frecuencia inmigrantes, menores y adultos, a la espera de una nueva oportunidad de colarse en los barcos como polizones si la noche anterior han fracasado en el intento. En la playa de Horcas Coloradas 1 el acceso a estas cuevas es, si cabe, aún más dificultoso por la existencia de la malla ‘antidesprendimientos’.
Es por ello que el pasado jueves el rescate del cuerpo calcinado no se completó hasta casi dos horas después del hallazgo. Los efectivos de Bomberos tuvieron que tirar de la red metálica para poder acceder al interior, escalar la pared rocosa y rescatar el cadáver.
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