La parcela de Valenzuela se satura a los quince minutos de su apertura

Los vehículos procedentes de los barcos de Motril y Málaga provocaron colas de más de cinco horas para pasar a Marruecos. Agentes de la Policía Local apuntan que fue el día con mayor tránsito de viajeros desde que comenzó la OPE 2012.

“Ya no sabemos dónde meter tanto coche”. Con esta frase resumió en la jornada de ayer un agente de la Policía Local la situación que se vivió en los alrededores del puesto fronterizo de Beni Enzar a partir de las 16:00 horas, aproximadamente. La llegada a mediodía de los barcos procedentes de Málaga y Motril al puerto de la ciudad autónoma, provocó colas de estas seis horas de espera para pasar al país vecino.
Lo ocurrido no cogió por sorpresa a nadie. Desde semanas antes de que comenzara la Operación Paso del Estrecho (OPE) ya se indicó que el tránsito de viajeros sería mayor al de años pasado, al haber quebrado varias navieras marroquíes que enlazaban con la península.
Por  ello, Melilla se había preparado con antelación para hacer frente a situaciones como la de ayer. Sin embargo, la avalancha de coches convirtió la tarea de ordenar el flujo de vehículos en una labor complicada.
Como principal ventaja para canalizar el tránsito de coches hacia Marruecos, el Gobierno local abrió ayer por primera vez la parcela del antiguo cuartel de Valenzuela, la cual se ha estado adecentando durante la última semana. Así, se crearon siete filas paralelas de 150 metros cada una para que los vehículos permanecieran estacionados y en fila india a la espera de poder pasar el puesto fronterizo.
Pese a esta medida, el atasco fue inevitable. La situación puede calificarse como de ‘caos controlado’, ya que los agentes de Policía Local y los efectivos de Protección Civil se esforzaron al máximo, pero el número de coches, unos 600, era demasiado elevado y la explanada de Valenzuela sólo tardó unos quince minutos en llenarse.
Así pues, no quedó más remedio que dirigir a los que llegaban hacia la zona superior del Polígono del Sepes para que luego volvieran a bajar en dirección a la parcela habilitada en Valenzuela. “Ha sido uno de los días más duros desde que comenzó la OPE”, señaló a El Faro uno de los miembros de Protección Civil, el cual estimó que el tiempo para pasar a Marruecos podría ser de unas cinco o seis horas. “Sólo el pasado martes puede compararse a hoy (ayer). Aquel día hubo gente que tardó doce horas en cruzar la frontera”, agregó.

Beneficio en el caos

Los agentes de Policía Local se mostraban optimistas pese a la elevada carga de trabajo. Su labor no estuvo exenta de problemas secundarios, como el hecho de que muchos conductores aprovecharan los embotellamientos y el alto número de vehículos para practicar el contrabando. “A los 600 coches que vienen del puerto hay que añadir los que ven este caos una oportunidad”, explicó.
Tampoco ayudó el fuerte calor y la práctica ausencia de zonas de sombra en los alrededores de la frontera, algo que puso nervioso a más de un conductor.
También hubo quien intentó sacar beneficio del enorme atasco. En este sentido, puede decirse que todo el universo de vendedores ambulantes, mendigos y ‘asistentes’ que se ofrecen a rellenar la documentación para el sellado del pasaporte a cambio de dinero se trasladó a donde estaban los coches con la esperanza de hacer negocio. Como mínimo, hubo uno que sí vendió toda su mercancía: El de las botellas de agua.
También hubo cierto caos en los controles que los agentes de Policía Local hacían a los conductores que se encontraban a punto de entrar en la frontera. En este punto, la barrera idiomática fue el principal problema a la hora de requerir la documentación de los vehículos. No obstante, varios efectivos policiales apuntaron que en son muchos los que tiran de picaresca y afirman no entender lo que se les dice porque no tienen la documentación exigida.
Pese a todos los escollos, no hubo problemas reseñables, según los integrantes de Protección Civil consultados por este periódico. En definitiva, una jornada de trabajo dura que volverá a repetirse el fin de semana que viene, considerado como ‘crítico’ dentro del operativo.
Sin embargo, los que trabajan este año en el dispositivo no consideran que la situación vaya a empeorar la semana que viene con respecto a la que se dio ayer. “El principal problema es que se solapa la llegada de dos barcos al puerto y hay una avalancha de casi 600 coches”, destacaron.
Por el momento, Melilla capea con los medios que tiene a su disposición la cada vez mayor afluencia de personas que cruzan la frontera al bajarse del barco. Hay que destacar que en los últimos días, y sobre todo ayer, con la apertura de Valenzuela, la organización del dispositivo ha ganado enteros.
Por otro lado, la situación que se vivió ayer en Beni Enzar fue similar, aunque a menor escala, a la del puesto fronterizo de Farhana, también abierto a vehículos, pero que no dispone de oficinas para sellar el pasaporte, por lo que es normalmente utilizado por residentes en Nador y Melilla.
En este paso fronterizo también hubo atascos, motivados a partes iguales por el elevado flujo de viajeros de la OPE y por aquéllos que pretendían pasar a Marruecos de manera temporal. Habrá que esperar al próximo fin de semana para comprobar si se ha tomado nota de los elementos que haya que mejorar y Melilla es capaz de hacer frente a este torrente de vehículos con la eficacia que otorga la experiencia.

Los viajeros de la OPE no dejan beneficios en la economía local.

Melilla vivió en la jornada de ayer uno de los días clave de la fase salida de la Operación Paso del Estrecho (OPE) y el fin de semana que viene se espera que el flujo de pasajeros y vehículos sea similar. Pese al ingente número de viajeros procedentes de la península que pasan por la ciudad autónoma para cruzar la frontera, la OPE apenas está teniendo un impacto económico positivo para las arcas públicas.
Así lo indicó a El Faro el viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, quien subrayó que la venta de combustible es de los pocos sectores que se está beneficiando del operativo. “Su tránsito es ininterrumpido. Bajan del barco y pasan por la ciudad autónoma rumbo a la frontera sin pararse a consumir”, agregó.
Así, pues, todo apunta que los comercios y locales de hostelería de Melilla no están notando el paso de los viajeros por la ciudad pese a que este año el flujo de pasajero se ha incrementado notablemente con respecto al del 2011.

Los tráficos del puerto siguen su tendencia alcista.

El puerto de Melilla continúa viendo cómo su tráfico de pasajeros y vehículos supera con creces las cifras registradas el pasado año. Según los últimos datos computados por Protección Civil, pertenecientes al 5 de julio, desde que comenzó la OPE han pasado por la ciudad autónoma un total de 49.910 personas y 10.944 vehículos, lo que supone un aumento del 28,2% y del 45%, respectivamente.
La línea con Almería ha sido la más utilizada hasta la fecha por los viajeros, en concreto por un total de 19.031 pasajeros, un 10,7% menos que el pasado ejercicio. Esta conexión también ha perdido en vehículos, en concreto un 2,1%, situándose en las 4009 unidades movidas.
La ruta con Málaga ha registrado 12.899 pasajeros desde que comenzó el operativo, un 11% menos que en el pasado ejercicio. Su tráfico de vehículos tampoco mejora en comparación a 2011, pues ha bajado un 11,6%, con un movimiento de total de 1.696 unidades.
La conexión con la localidad granadina de Motril, que se incluye este año por primera vez en la OPE, es la que ha conseguido que los tráficos portuarios de la ciudad autónoma sean superiores a los de la edición anterior. Hasta la fecha, han utilizado el buque de la naviera Armas 17.710 pasajeros y 5.239 vehículos.
En cuanto al puerto de Nador, su número de pasajeros se ha reducido en un 56,6% con respecto al pasado ejercicio, mientras que el de vehículos lo han hecho en un 53,7%, certificando que la quiebra de varias navieras marroquíes, como Comarit, han hecho mella en los tráficos de la vecina ciudad.