López Rupérez analizó la situación educativa de Melilla y dijo que la diversidad cultural tiene incidencia, pero son los aspectos socioeconómicos los que más marcan.
El alto índice de fracaso escolar o el bajo nivel de formación de muchos alumnos melillenses es una realidad que constatan las cifras. También lo es el hecho de que el índice socioeconómico y cultural de la ciudad autónoma está por debajo de la mayoría de las regiones españolas, según los datos presentados ayer por el presidente del Consejo Escolar del Estado, Francisco López Rupérez. Lo que no está tan claro son los motivos que provocan esta situación, aunque la interculturalidad en las aulas de la ciudad autónoma puede tener una relación directa con ella. Es la otra cara de esta diversidad, que aunque no es la única razón que provoca el bajo rendimiento de los alumnos melillenses, sí que tiene conexión con esto. No obstante, el presidente del Consejo Escolar del Estado señaló que más que esta diversidad cultural son las variables económicas las que marcan la realidad que se vive en las aulas. Así, indicó que cuando la multiculturalidad y la inmigración van asociadas con población desfavorecida, si hay relación directa con los resultados que obtiene los estudiantes en clase. López Rupérez apuntó que esta es una de las principales conclusiones que han sacado tras realizar un estudio exhaustivo de los casos de Melilla y de Ceuta. Además, en el caso de Melilla, López Rupérez indicó que hay factores como el nivel de implicación de las familias, la política educativa en los centros o relacionados con el profesorado, en los que hay que trabajar para mejorar. En este sentido, destacó que es precisamente la baja implicación de algunas familias en la educación de sus hijos uno de los factores que más influye. En este punto indicó que esta falta de interés por la escolarización sí puede tener en su origen razones culturales. Así explicó que hay experiencias, aplicadas en otros lugares, que estableciendo un compromiso entre familias y escuela se logra una mejora en los resultados de los alumnos. Asimismo, el experto señaló que la Administración también puede colaborar con los centros educativos para llevar a cabo proyectos con los que se produzca un cambio en el rendimiento de los jóvenes, prestando apoyos para que se realice un seguimiento más cercano. Perfil de los estudiantes Entre los datos que dio presentó ayer el presidente del Consejo Escolar del Estado muchos son ya conocidos. Así, por ejemplo destacó que los jóvenes de la ciudad son los que menos leen de todo el país o que el mayor porcentaje de abandono escolar en las aulas melillenses se produce entre alumnos extranjeros. El origen de la mayoría d e estos estudiantes foráneos, en un 84,7%, es África y los ratios de escolares por profesor es el más alto de toda España, tanto en Educación Secundaria como en Primaria. Sin embargo, ni el porcentaje de población extranjera menor de 16 años (10,3% en Melilla frente al 12% de media nacional) ni el de escolarizados procedentes de otros países, es mayor en la ciudad autónoma que en la media española. Lo que está claro, y así lo expresó el presidente del Consejo Escolar del Estado, es que la realidad educativa de Melilla es diferente a la de la mayoría de las regiones españolas y que en general las cifras son sensiblemente peores. Esto, unido a las características geográficas y demográficas de la ciudad hacen ver que la interculturalidad en los colegios, si bien no es el factor determinante, si marca en cierto modo la evolución educativa.