La mujer en el poder político

‘El Faro’ analiza a través de la experiencia de cuatro políticas las ventajas y desventajas de la vida pública.

La clase política es la que legisla las leyes y normativas que marcan la vida social. ¿La entrada de las mujeres en la política nacional hace que la adaptación de esta leyes sea más efectiva a los cambios sociales? ¿Las mujeres políticas han encontrado reticencias a la hora de entrar en un partido? ¿Y en un gobierno o puestos de responsabilidad? ‘El Faro’ ha hablado con cuatro mujeres que se dedican a la política en Melilla y a través de sus experiencias se analizan todas estas cuestiones y otras más que saltan a lo largo de las entrevistas realizadas, como cuándo vamos a dejar de preguntarnos cómo una mujer compatibiliza su vida laboral y familiar, si esta misma pregunta en raras ocasiones se les formula a los hombres trabajadores.
¿Cuáles son las propuestas de estas cuatro políticas para ir cambiando la sociedad actual en una más igualitaria?
La viceconsejera de la Mujer, Mercedes Espinosa, indicó que uno de los cambios radicales que debe haber a nivel social es el uso de los tiempos. “No podemos hablar de conciliación, ya está fuera de moda esta palabra, porque siempre se relaciona con la mujer que sale al ámbito público e intenta parchear las cosas para que puedan hacer frente a todo. El planteamiento no es ése, sino valorar, en primer lugar, el ámbito de lo privado, esto es, cuánto supone en el PIB este trabajo que no está remunerado”, apuntó.
Asimismo, Espinosa declaró que el Estado debe estar más presente en temas como la baja tasa  de natalidad puesto que es preocupante que España sea una población envejecida. “La mujer no tiene que optar entre la natalidad y su carrera profesional, debe haber una salida en ambas cosas”, explicó añadiendo el caso de los países donde hay una buena conciliación familiar y laboral argumentando que están muy desarrollados. “Los políticos deben tener cada vez más en cuenta la situación de las mujeres”, indicó. Entre sus propuestas está el articular una buena red de servicios sociales.
La diputada en la Asamblea de la Ciudad por el PSOE Celia Sarompas también hizo referencia a los horarios no sólo laborales sino de los colegios e institutos, que hacen complicado la compatibilización del trabajo y la vida familiar. Su propuesta es tener en cuenta la trasversalidad de las políticas de igualdad en todas las áreas legislativas, desde la planificación urbanística, con la apuesta de mayores servicios en los  barrios para facilitar la vida de las familias españolas, no sólo la mujer, tal y como aseguró la socialista. De esta forma, comentó que “ya no se puede pensar que la mujer tiene todo el día para ir a hacer la compra y recoger al niño”.
Además, apuntó que otro de los aspectos en el que se debe seguir trabajando es el de violencia que sufren muchas mujeres, y para ello la propuesta es educar en igualdad desde pequeños.
Por su parte, la diputada de la Asamblea por CpM, Dunia Almansouri, destacó que en España hay un gran retraso en cuanto a la conciliación de la vida familiar y laboral. Aspectos que se notan cuando se habla sobre las bajas en maternidad o el hecho de que la lactancia materna sea un tabú, tal y como remarcó, puesto que a muchos se les antoja rara la situación de ver a una mujer dar de mamar a su bebé en un parque.
La  primera senadora de Melilla y diputada en la Asamblea por el PP, María del Carmen Dueñas, apuntó que se va a presentar una propuesta en el Congreso para que las diputadas que estén de baja maternal puedan votar por otro sistema que no sea el presencial, con el objetivo de hacer conciliación. Asimismo, destacó la importancia de que desde la Administración se articulen medidas para flexibilizar los horarios. “Esas cosas que antes eran de las madres pero con su incorporación al mundo laboral hay que tenerlo en cuenta, ya que no hay el porqué renunciar si se pueden articular nuevas medidas para que lo consigan”, explicó. Además, añadió que se trata de que todos nos concienciemos y se eviten situaciones como los despidos de mujeres al quedarse embarazadas.

“No somos modelos, vendemos nuestra gestión, no un físico”

Mercedes Espinosa, viceconsejera de la Mujer en el actual gobierno local de Melilla

“Hay muchos estereotipos de género. Cuando saltas a la palestra se cuestiona cómo has llegado tan rápido. Un comentario muy sexista. Además, se te juzga mucho por tu aspecto físico o la ropa que llevas y son comentarios que no se hacen sobre los hombres. No somos modelos, vendemos nuestra gestión, no un físico o un atuendo. La vida pública es más complicada para la mujer. Al hombre se le presupone la valía y la mujer lo tiene que estar demostrando”, explicó la viceconsejera de la Mujer, Mercedes Espinosa.
Ella estudió Derecho y se ha especializado en estudios de género. Asegura que sus inquietudes se podrían haber desarrollado a través de asociaciones o sindicatos pero eligió la política. Se trataba de poner ilusión y conocimientos en una causa para cambiar la realidad, tal y como explicó.
Espinosa asegura que su padre era un hombre muy avanzado y ‘feminista’, lo que le permitió educarse en una ambiente de igualdad. Así, apuntó que le demostró que “por el hecho de ser mujer no había condicionamientos en contra” y que sólo necesitaba formación y seguridad.
Algunos de sus amigos se extrañó cuando se arropó bajo unas siglas, por su independencia, pero asegura que no ha cambiado ninguno de sus ideales. “Me he sentido libre dentro del PP y he puesto en práctica mis principios y el sentido común. El feminismo es un lenguaje universal que busca la igualdad de oportunidades”, declaró.
Confiesa que para conciliar la vida familiar y laboral la mayoría de las mujeres “tenemos que hacer cábalas y dejar resuelto el ámbito de lo privado para acudir a actos”, un hecho que para algunos de sus compañeros de partido no es necesario al contar con el respaldo de sus parejas que realizan esta función por ellos.
“Me sentiría culpable si me quedara en la casa porque iría en contra de cómo me han educado”, afirmó. En este sentido, apuntó que no se trata del “instinto maternal”, como muchos discursos señalan, “sino una socialización interesada”. Por último, aseveró que “las que sostienen al Estado son las mujeres, que dan todo a cambio de nada y si se pusieran en huelga seria el caos”.

“Es de justicia alcanzar el mismo nivel que los hombres en todos los ámbitos”

María del Carmen Dueñas, primera senadora de Melilla y diputada de la Asamblea por PP

“Es de justicia alcanzar el mismo nivel que los hombres  en todos los ámbitos y que nadie cuestione a una mujer por serlo”, explicó la senadora y diputada del PP de Melilla, María del Carmen Dueñas.
Sus inquietudes por el mundo de la política comenzaron en la universidad, sin embargo, primero se decidió por ejercer como abogada y no se acercó a este ámbito hasta el 2004. Siendo afiliada al PP, pasó a ser secretaria regional del partido.
No ha sentido ningún rechazo por el hecho de ser mujer en el PP y asegura que contó con el respaldo absoluto de su familia, a la que consultó cuando le ofrecieron el cargo, ya que su puesto le obliga a estar más tiempo fuera de casa.
“Concilio como puedo”, confiesa Dueñas, su vida familiar y política. Y para ello y como ocurre en miles de familias, los abuelos son un pilar básico. Ella confirma que se trata de “una muestra de generosidad” que nuestros mayores hayan hecho posible que la incorporación de la mujer a la vida laboral sea más factible. Además, resaltó el hecho de que en Melilla “somos afortunados por la cercanía de los colegios porque otros compañeros, como los  de Madrid no tienen esta suerte”.
En ocasiones, “es duro y llevamos esa doble carga”, sobre todo cuando tiene la agenda muy apretada. De hecho, se ha llevado en alguna ocasión los apuntes de uno de sus hijos para tomarle la lección por teléfono antes de un examen.  
Asegura que es política porque le gusta y siempre intenta buscar un equilibrio, puesto que para desempeñar su labor tiene que estar tranquila con su vida familiar.
Dueñas comentó que las mujeres políticas se pueden considerar ‘afortunadas’ porque no sufren la discriminación que se produce en las mujeres que trabajan en las empresas privadas, “un status conseguido a pulso”. Aunque destacó la idea de seguir luchado por las que no tienen esta ‘fortuna’.
Por otro lado, comentó el hecho de que la opinión pública se fije más en la vestimenta de una ministra que en su gestión, un detalle que no tienen en cuenta en un ministro pues nunca se comenta si la corbata que lucía era de palmeras o de estrellas, tal y como apuntó.

“Siempre tenemos que demostrar que estamos porque valemos”

Celia Sarompas, diputada en la Asamblea de la Ciudad de Melilla por el Partido Socialista

“Las mujeres siempre tenemos que demostrar que estamos porque valemos. Se te exige más y por eso el tema de las cuotas para romper con ello. ¿Es que todos los hombres que participan en la vida pública son inteligentes? ¿Por qué  no se utiliza esta vara de medir para los hombres también? Se da por hecho que ellos valen”, explicó la diputada de la Asamblea de Melilla por el PSOE, Celia Sarompas.
Ella entró en la política en 1986 al afiliarse en el PSOE y siempre  ha participado en grupos de trabajo dentro del partido en el área de la mujer. Pero fue en 1991 cuando pasó a la Comisión Ejecutiva.
Sarompas asegura que no tuvo ningún problema para entrar en el PSOE y que su familia la apoyó mucho, “era importante para mí”. En cuanto a la conciliación de la vida familiar y laboral, comentó que era mucho más complicado hace unos años cuando sus hijos eran pequeños pero que gracias a su pareja, que compartía con ella esta responsabilidad, pudo ejercer en política. Por lo tanto, destacó como muy importante la educación igualdad para los hijos y “que vean que la casa se reparte las tareas”.
“Las madres llevamos ese sentido de culpa que es tan difícil de romper”, aseguró Sarompas añadiendo que se trata de una cuestión cultural y que la lucha de muchas mujeres romperán con ello.
Además, indicó que dentro de su partido también hubo que ‘educar’ a algún compañero ante sus reticencias, por ejemplo, al Ministerio de Igualdad. Por último, aseguró que la sociedad está preparada para que la mujer llegue a ser en breve presidenta del Gobierno de España.

“He llegado al puesto que tengo en mi trabajo y en la política por mí misma”

Dunia Almansouri, diputada en la Asamblea de la Ciudad de Melilla por Coalición por Melilla

“He llegado al puesto que tengo en mi  trabajo y en la política por mí misma”, explicó la diputada de la Asamblea de Melilla, Dunia Almansouri, quien también conserva su trabajo en una importante empresa española. Lo suyo es una triple jornada laboral.
A ella nuca se le habría ocurrió acabar en política, pero siempre estuvo muy comprometida con CpM. Así, cuando entró como diputada llevaba unos diez años afiliada al partido. “Cuando me lo propusieron acepté porque siempre ha tenido esa visión revindicativa por los más desfavorecidos”, apuntó, aunque también comentó que cuando se está fuera de política las ideas son ideales y “cuando entras ves como muchas veces las ideas no se pueden hacer”.
Ella encontró todo tipo de opiniones al optar por la política, las más importantes, las de su familia, que fueron positivas. De hecho asegura que no sólo recibió apoyo, sino empuje. “No concibo mi vida sin mi familia alrededor, no quiero estar sin ella y sin que mis hijos estén cerca de ella”, apuntó. En su entorno laboral, topó con opiniones de todo tipo, incluso las de  “¿y qué opina tú marido al respecto?”-un prejuicio social que detesta-.  A lo que ella contesta que se trata de una opción personal  y que seguramente sin el apoyo de su pareja no podría compatibilizar su trabajo, la política y su vida privada. Ella se dedica a la política por una ilusión no por necesidad económica ya que vive de su trabajo.
“La gran desgracia de las mujeres de este siglo es que tienes que ser madre, trabajar y estar perfecta desde que te levantas. Lo tenemos complicado. Las mujeres de ahora tenemos que ser perfectas y mantener ese equilibrio, que finalmente se consigue porque tenemos capacidad”, argumentó.

Historia

Federica Montseny
Fue la primera mujer ministra de España con la cartera de Sanidad y Asistencia Pública del noviembre del 1936 a mayo del 1937. Esta anarquista aceptó un puesto en el Gobierno español y puso en marcha programas de ayuda a los desfavorecidos e intentó regular el aborto.
Clara Campoamor
Política republicana de derecho liberal y abogada, una de las pocas del 1936, que fue elegida diputada en la Segunda República. Defendió el derecho al voto de la mujer hasta su consecución. Una de sus citas célebres fue “resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad de género humano en política, para que la política sea cosa de dos, porque sólo hay una cosa que hace un sexo solo: alumbrar; las demás las hacemos todos en común” (‘El voto femenino y yo’).
Victoria Kent
Política y abogada española. En 1930 se convirtió en la primera mujer en intervenir ante un consejo de guerra, consiguiendo la absolución de su defendido. Afiliada al Partido Radical Socialista fue elegida en 1931 diputada de las Cortes Constituyentes por Madrid y en el 1936 diputada por Madrid en las listas de Izquierda Republicana. Se posicionó en contra de otorgar de forma inmediata el voto a las mujeres, ya que creía que la mujer española no iba a votar con responsabilidad y que influenciada por la Iglesia, su voto sería conservador.
Soledad Becerril
Fue nombrada en 1981 ministra de Cultura tras 47 años sin que una mujer ocupara este puesto. Permaneció hasta el 1982 en esta cartera.