No es que cause sorpresa alguna pero la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, no confirmó en modo alguno ayer que el Gobierno quiera volver al anterior sistema del 50% de bonificación de las cuotas patronales como había asegurado la Delegación que estaba haciendo. Es más, dijo que el asunto de volver al método anterior estaba solo a falta de tramitación legislativa, aunque se desconocía en qué fecha se llevaría a cabo tal iniciativa.
Elma Saiz no solo ha desmentido a la propia Delegación del Gobierno sino que ha defendido el sistema actual porque queda vinculado a la formación de los trabajadores y al cumplimiento de las obligaciones fiscales de las empresas que eran, según afirma, los objetivos que se perseguían quitando el 50% de las cuotas. "Ese rediseño del sistema es el que está en marcha", precisó en una entrevista con El Faro.
Todo lo más a lo que llega es que, una vez puesto en marcha el sistema, el Gobierno "tiene que evaluar y tiene que analizar cuál es el impacto de las medidas". En definitiva, a cuestiones concretas que se le plantearon en la entrevista, como para cuándo el nuevo método de bonificación, solo respuestas vagas y que casi llevan a pensar que ni siquiera sabía muy bien de lo que se le estaba preguntando.
Eso sí, siguiendo el habitual argumentario socialista, contestó echando culpas al Partido Popular, al que acusó de "hipócrita" porque, dijo, votó a favor del decreto ley que derogaba el 50% de la bonificación y ahora se echa las manos a la cabeza y lleva una iniciativa parlamentaria al Senado para que una ley proteja esa vuelta al sistema previo al 1 de septiembre de 2023.
Pocas cosas se ponen en claro con la intervención de la ministra. Una, que el Gobierno no tiene entre sus preocupaciones retrotraer todo a lo que había hace 20 años y que, en opinión del sector empresarial, había funcionado razonablemente bien. Y dos, que la Delegación mintió cuando dijo a los periodistas que el anterior sistema estaba a tiro de piedra porque el Ejecutivo de Sánchez así lo había considerado, lo tenía listo y todo estaba sujeto solo y exclusivamente a su tramitación por las cámaras legislativas. Hasta se habló de las condiciones que se exigían en el texto: que fueran contratos indefinidos o temporales siempre que se formalizaran para sustituir una baja médica.
Cada vez parece más evidente que los socialistas utilizaron ese argumento del "está ahí al lado" para contrarrestar la importancia que el Partido Popular quiso darle a la presentación de la proposición de ley sobre el 50% de la cuota patronal a la Seguridad Social. Hay que recordar en ese sentido que la entrega del documento contó incluso con la participación del líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, que quiso darle una relevancia muy especial a esta iniciativa para demostrar su compromiso con los melillenses.
Es difícil no llegar a la conclusión que todo fue fuego de artificio para contraprogramar a los populares y, de paso, quitarse de encima la concentración que los empresarios habían convocado frente a la Delegación del Gobierno para protestar por el nuevo sistema para el 7 de marzo. La patronal encabezada por Enrique Alcoba, como es habitual, inmediatamente retiró su convocatoria dando muestras de una ingenuidad impropia de un sector que está sufriendo en primera persona los rigores de una norma que les ha atado las manos a la hora de ampliar sus plantillas.
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