La lucha sindical bajo la mirada de cuatro activistas sociales

Caridad Navarro, Concha López, Ana Álvarez y Ana Isabel Lara cuentan cómo es su trabajo dentro de estas organizaciones.

La mujer ha estado presente en la lucha sindical desde los orígenes de este tipo de entidades, ya que siempre ha formado parte de esos colectivos oprimidos que apostaban por luchar para conseguir una mejora de las condiciones de trabajo. Aunque los contextos sociales y las leyes actuales han mejorado la situación de la mujer en su vida laboral, aún queda mucho por hacer. Ésta es una de las flexiones extraídas de las entrevistas a cuatro mujeres, que en Melilla, desarrollan sus propias luchas sindicales. La secretaria general de CCOO, Caridad Navarro; del sindicato UGT, Concha López; del Sindicato de Enfermería SATSE, Ana Álvarez; y del de Educación SATE-STEs, Ana Isabel Lara son una muestra del trabajo que las mujeres desarrollan dentro de estas organizaciones.
¿Tuvieron dificultades para entrar en los sindicatos? ¿Sus voces son escuchadas con el mismo valor que sus compañeros? ¿Cuáles son las desigualdades a las que debe enfrentarse una mujer trabajadora? ¿Son motivo de su implicación en estos colectivos? ¿Por qué hay tan pocas mujeres en sus equipos de representación y gobierno? Son algunas de las preguntas que en este reportaje se pretenden analizar desde la experiencia de estas cuatro luchadoras natas que continuarán su vocación para obtener un mundo laboral más justo para todos, sin distinción, porque cuando existe una situación de desigualdad en una empresa o institución, la repercusiónes van más allá del  sexo de la persona implicada.

Las claves de una nueva revolución

1 Plan de Igualdad El principal objetivo de los sindicatos es que las empresas e instituciones públicas incluyan en sus estatutos y organigramas las pautas de un plan de igualdad.

2 Formación Los trabajadores deben debatir sobre conceptos arraigados en sus centros de trabajo para que no sean un impedimento a la hora de la incorporación de las mujeres a estos puestos o que no se presenten situaciones de desigualdad. En este sentido los sindicatos están abogando por formar en igualdad a los trabajadores.

3 Retribución El pago de cierto tipo de incentivos son uno de los principales factores que marcan la diferencia de salario entre un hombre y una mujer. Eliminar este tipo retribuciones desigualitarias es otro de los caminos que emprenden estos colectivos sindicales.

4 Adaptación La conciliación de la vida familiar y laboral no es sólo una tarea que deben conseguir las mujeres, ya que repercute sobre todo el contexto social que la rodea. Por ese motivo, los sindicatos tratan de conseguir una mejor distribución del tiempo de trabajo o dosificar las reuniónes, son iniciativas que no sólo harán que las mujeres tengan más opciones a la hora de poder entrar en los equipos directivos y de gobierno, sino que también facilitará la incorporación de los hombres a tareas de corresponsabilidad en la vida familiar.

“Si hacía una propuesta o hablaba no me tomaban en cuenta”

Caridad Navarro, profesora de Matemáticas y actual secretaria general de CCOO en Melilla

“Durante mucho tiempo yo he sido la única mujer cabeza de lista en los sindicatos. En aquellos tiempos, si hacía una propuesta o hablaba no me tenían en cuenta pero si luego lo mismo lo decía un compañero sí se le escuchaba”, indicó la secretaria general de CCOO, Caridad Navarro.
Ella llegó al sindicato, como mucha gente, porque tuvo un problema. Ella quería tomarse sus horas de permiso por lactancia para amamantar a uno de sus hijos tras la baja maternal y la contestación de la dirección fue que se tendría que adaptar a las necesidades del centro. CCOO en aquellos tiempos pasaba por una crisis importante y acabó formando un equipo para luchar contra estas situaciones que consideraba injustas. Así, cuenta ya con trece años dentro del sindicato destacando que gracias a la empleada de hogar ella pudo dedicar más tiempo a este colectivo y a sus ideas.
En algunas ocasiones sus compañeros de sindicato han recibido llamadas para que fueran ellos los que la presionaran ante su negativa de firmar un acuerdo o un convenio contrario a los objetivos marcados. No obstante, aseguró que entre sus propios compañeros de CCOO sí que fue muy bien acogida y siempre recibe sus apoyos.
Lorenzo Lechuga y María Montoya, primer secretario de CCOO en Melilla y su pareja, fueron los primeros en felicitarla cuando fue elegida secretaria general del sindicato. Para Montoya era un orgullo que una mujer tuviera este cargo y aseguró que todo lo que ella tuvo que aguantar, como cuando repartía claveles en la calle y le gritaban que se fuera a casa a cocinar, había merecido la pena por ver este hecho.
Navarro indicó que para el sindicato éste fue un paso importante y que se siente muy satisfecha porque de esta forma también se visibiliza el trabajo que las mujeres desarrollan en estas entidades.
Por otro lado, declaró que ha sido complicado que muchos escucharan su voz y, sobre todo, llevar un secretariado general democrático donde las decisiones se toman en conjunto y ella es quien se dedica a representar esas ideas .

“El mundo laboral no está pensado para la mujer con el rol que asumimos”

Concha López, diplomada en Relaciones Laborales y componente de UGT en Melilla

“El mundo laboral no está pesando para la mujer con el rol que asumimos, esto es, el estar casada y tener hijos, esto hace difícil el poder continuar con la vida laboral”, indicó una de los componentes de UGT en Melilla, Concha López.Ella se diplomó en Relaciones Laborales y tras trabajar en varias empresas observó cómo la defensa de los trabajadores era un ámbito que realmente le atraía mucho más que el apartado de asesoría jurídica. Su desempeño en el sindicato comenzó hace catorce años y ha pasado por muchas áreas distintas, desde orientadora laboral  hasta agente de igualdad.
En este sentido, aseguró que los sindicatos son abanderados de lo que ahora no es nada novedoso,  la paridad, un proceso que ella vivió en primera persona y que “ha hecho que muchas más lleguen a órganos de decisión y que las formas de trabajar dentro de la organización hayan cambiado para adaptarse a los tiempos de la mujeres”.
De esta forma, el auge hace unos años de las secretarías de la Mujer, un puesto que tuvo ella, fue determinante para que los sindicatos denunciaran desigualdades de salarios o abusos que estaban sufriendo muchas mujeres en sus puestos de trabajo, tal y como aseguró López.
Así, el grupo de sindicalistas femeninas que formaban parte de esta área de UGT también contribuyó a que se fuera cribando de los convenios colectivos normas de discriminaciones directas e indirectas. Actualmente, estas oficinas tienen el nombre de áreas de Igualdad y continúan contribuyendo a que las condiciones laborales de las mujeres mejoren, según remarcó López, ya que “los sindicatos somos agentes de cambio y podemos influir para provocarlo”

“Me da miedo que la gente crea que la igualdad se ha conseguido”

Ana Isabel Lara, profesora de Matemáticas y encargada del área de Mujer de SATE-STEs

“Me da miedo que la gente crea que la igualdad se ha conseguido”, aseguró  la encargada del área de Mujer en Melilla de SATE-STEs, Ana Isabel Lara. En este sentido, aseveró que los planes para mejorar y garantizar la igualdad en los ámbitos de trabajo están vigentes porque aún no se ha conseguido este equilibrio. “Si hubiese igualdad no tendríamos necesidad de planes de igualdad ni de Ley de Igualdad”.
Ella fue una de las primeras en afiliarse al sindicato y años más tarde aceptó liberarse para trabajar dentro de la organización. Sus ideales casaban con la política de SATSE y además asegura que ofrece un buen servicio de ayuda para el profesor. Así, Lara indicó que requiere mucho tiempo y trabajo el estar dentro del sindicato, por lo que tuvo que conciliar su vida laboral y familiar, siendo su pareja uno de los principales apoyos.  Además, resaltó que nunca se ha sentido discriminada sino todo lo contrario, “muy apoyada”.
“La inversión de tiempo que precisa para emprender estas luchas por una mejora del ámbito laboral es uno de los posibles impedimentos que hacen que las mujeres no estén tan presentes en los sindicatos cuando son la mitad de la población”, comentó Lara respeto a los escasos puestos de responsabilidad ocupados por mujeres.
“Lo que llama la atención que la enseñanza es una profesión donde hay mayoría de mujeres pero no ocupamos los puestos de decisión en las entidades educativas. Somos las que estamos en las aulas pero no tomamos decisiones, y es una de las cosas que tienen que cambiar”, destacó.
De esta forma, se trata de una reflexión actual dentro de SATE, el analizar lo que impide o los motivos por los cuáles sólo hay cinco mujeres ocupando puestos de secretariado general en la entidad.

“Con los compañeros, a algunos les rompes el esteriotipo de género”

Ana Álvarez,  profesional sanitaria y representante en Melilla del Sindicato de Enfermería SATSE

“¿Impedimentos? Con los compañeros varones, si te ven en las reuniónes que te pones seria defendiendo cualquier tema, levantas la voz o te muestras exigente, a algunos les rompes el estereotipo de género que tienen de mujer igual a dulce, dócil y débil de carácter”, indicó la representante del sindicato SATSE en Melilla, Ana Álvarez.
Ella entró en el mundo sindical por un accidente que ocurrió en la unidad del hospital donde trabajaba. En ese momento, fue consciente de que este colectivo carga muchas veces con el peso de los fallos que existen en la organización del sistema sanitario.
“Somos el eslabón más débil y esto hizo que me interesara en defender los intereses laborales y profesionales de mis compañeros e intentar que se nos escuche en el mayor número de ámbitos posibles”, indicó.
En el Sindicato de Enfermería, siendo un colectivo de profesionales mayoritariamente femenino, la mayoría de los delegados sindicales y cargos del sindicato, son hombres, según informó, aunque poco a poco se van incorporando más mujeres. “Quizás por eso, al ser una profesión tradicionalmente vista por la sociedad como femenina, siempre ha permanecido en un segundo plano, invisibilizada y no se le reconoce ni la autonomía profesional ni el peso que realmente tiene en el funcionamiento del SNS”.
El papel de la mujer es fundamental, tal y como afirmó Álvarez, puesto que “sufrimos directamente problemas, como la conciliación de la vida familiar y laboral o las cargas familiares. Quiénes mejor que nosotras para involucrarnos en la búsqueda de soluciones para nuestros propios problemas y conseguir mayores mejoras profesionales y sociales”, destacó.