El Barkani destacó que la incorporación de nuevos medios siempre es positiva l La aeronave tiene su base fija en Torrejón de Ardoz, pero vendrá a nuestra ciudad si son requeridos sus servicios de vigilancia marítima.
La lucha contra la inmigración irregular y el narcotráfico son dos de las misiones más importantes que tiene actualmente encomendadas la Guardia Civil, una labor que se desarrolla desde tierra, mar y aire, gracias a su servicio aéreo. Uno de los aviones de salvamento marítimo con los que cuenta el Instituto Armado (CASA CN-325) aterrizó ayer en el aeropuerto de nuestra ciudad y se unirá a las labores de lucha contra este tipo de delitos en Melilla. El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, que acudió a visitar la aeronave, destacó que se trata de un “gran instrumento” para la lucha contra el crimen. El Barkani señaló que es importante para nuestra ciudad contar con la colaboración de un instrumento más para tratar de paliar en la medida de lo posible el problema de la inmigración.
El delgado del Gobierno recordó que el helicóptero de la Guardia Civil lleva desde el mes de mayo sobrevolando la ciudad de forma ininterrumpida con más de una salida diarias en trabajos de prevención y avistamiento. “Cualquier ayuda que venga a Melilla sea en forma de medios, instrumentos o recursos humanos será bienvenida porque nuestra ciudad lo merece y lo necesita”, apuntó el delegado. El Barkani aprovechó para conocer de cerca cómo trabaja la tripulación de esta aeronave y se interesó por los medios técnicos con los que cuenta el avión, que tiene su base fija en Torrejón de Ardoz (Madrid).
Por su parte, el capitán Marcos Ciudad Vicente, componente de la tripulación de la aeronave, destacó la función de este avión de realizar labores de vigilancia en el ámbito marítimo y colaborar en el control de la inmigración irregular o narcotráfico. Ciudad indicó que las dos características fundamentales de este avión son su gran alcance de visión en comparación con otros medios con los que cuentan y una considerable autonomía de vuelo, que lo hace idóneo para servicios que se pueden desarrollar en el mar.
El capitán precisó que la aeronave está equipada con sistemas de detección y localización, que permiten avistar los objetivos que puedan ser de interés para el servicio. Los dos aviones de este tipo con los que cuenta el Instituto Armado realizan tareas en el Mediterráneo y en cualquier zona costera de España. Pero además también están prestando apoyos en determinados países, especialmente en el marco de acuerdos con la Unión Europea, para trabajar contra la inmigración irregular.
Ciudad Vicente indicó que el avión está especialmente preparado para detectar embarcaciones de pequeñas dimensiones como las que en muchas ocasiones llegan a nuestra costa con inmigrantes irregulares a bordo. Además, apuntó que también pueden realizar trabajos de rescate en el mar, por ejemplo si se encuentra algún náufrago.
El avión puede volar a altitud de unos 20.000 pies, es decir, unos siete kilómetros de altura, y tiene una autonomía de unas ocho horas de vuelo. En cuanto a la tripulación, dispone de varios tipos en función de servicio y misión para el que sea requerido. No obstante, el capitán precisó que lo habitual es que haya dos o tres pilotos, tres operadores de sistemas, encargados de controlar el radar y los sensores y dos o tres mecánicos que facilitan el soporte en tierra necesario en caso de despliegues que se alarguen más de lo previsto.
Ciudad Vicente explicó que la visita de ayer a nuestra ciudad se hizo por invitación y que en el mismo día regresarían a su base fija actual, en Torrejón de Ardoz. Desde allí, indicó, volverán a Melilla en el momento en el que sean requeridos para prestar sus servicios. El capitán de la aeronave apuntó que el tiempo de llegada es suficientemente corto para el tipo de operaciones para las que ellos son llamados habitualmente.