La Guardia Civil llevó a cabo los pasados días 1 y 2 de este mes sendas intervenciones contra el tráfico de drogas en los registros aleatorios de los vehículos que se embarcan en el puerto de Melilla hacia la península. En ambas actuaciones se incautaron de 54 kilos de polen de hachís en total.
En la acción policial del día 1, agentes de la Benemérita que inspeccionaban los vehículos que se disponían a embarcar en el buque Sorolla con destino a Málaga, registraron un camión rígido-frigorífico en el que únicamente viajaba su conductor.
Tras efectuarse el control documental personal y alcanzar la línea del resguardo fiscal, se procedió a un exhaustivo reconocimiento, ya que estos tipos de vehículos revisten características donde practicar diferentes habitáculos.
Perro detector de droga
Con la ayuda de can detector de droga, los agentes actuantes localizaron en el interior de la guantera apoya-brazos central diez paquetes de distintos tamaños, que ocultaban polen de hachís. La suma de todos ellos daba un peso de cinco kilogramos.
El conductor, de 46 años de edad, nacionalidad española y residente en Almería, fue arrestado y puesto a disposición judicial como presunto autor de un delito contra la salud pública.
Siguiente intervención
El pasado jueves 2, efectivos de la Guardia Civil registraban un automóvil turismo que se disponía a embarcar para Almería. El coche estaba ocupado por un hombre y una mujer.
El can detector de estupefacientes dio muestras de la posible ocultación de droga en el vehículo. Un examen más a fondo permitió a los agentes del Instituto Armado localizar 86 paquetes que en total sumaban 49 kilos de hachís.
Debido a la complejidad de los dobles fondos que habían sido practicados en este vehículo con el claro ánimo de eludir el resguardo fiscal, los guardias tuvieron que utilizar el elevador mecánico para acceder a los lugares que previamente había marcado el can detector de drogas
Dos marroquíes
Los ocupantes del turismo son, el conductor, un hombre de nacionalidad marroquí, de 33 años de edad y con residencia en Barcelona, y la acompañante, una mujer de 44 años, también de nacionalidad marroquí y con residencia en Zaragoza.
Ambos fueron llevados al juzgado como supuestos autores de un delito contra la salud pública, junto a la droga intervenida y el turismo utilizado en el ilícito penal.
Con esta actuación, la Guardia Civil logró evitar la distribución y comercialización en el mercado ilícito de más de 216.000 dosis de este tipo de estupefaciente, según un comunicado de este Cuerpo.
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