Los contratos con las empresas propietarias habían expirado en los dos casos. La Guardia Civil detectó el pasado miércoles en el puerto de Melilla a través de un control selectivo de vehículos que desembarcan de los buques procedentes de la península dos coches de alquiler que presuntamente iban a introducirse en Marruecos teniendo su contrato expirado. Esta revisión se hace para comprobar, entre otros aspectos, la titularidad y orden en la documentación de los vehículos. La Guardia Civil cotejó los papeles de un turismo marca Audi, modelo A3, con placas de nacionalidad alemana, ocupado por dos personas, comprobándose que el mismo era procedente de una empresa de alquiler de vehículos de Alemania, con la que realizaron este contrato. La Guardia Civil observó que ya había expirado este acuerdo y por ello, se estaba procediendo a un incumplimiento de sus condiciones. La empresa había realizado una denuncia penal vía Internet, de forma que la Guardia Civil procedió a la detención de los ocupantes de este coche como supuestos autores de un delito de apropiación indebida de vehículos a motor. El vehículo es completamente nuevo, tiene tan solo dos meses de antigüedad, y un valor de mercado de unos 30.000 euros. Los detenidos son dos varones. Uno de ellos, de 42 años, tiene nacionalidad marroquí y domicilio en Holanda y sobre el que consta que a principios de este año intentó introducir en Marruecos un vehículo con matrícula francesa, que fue denunciado con posterioridad como robado. El otro varón es de nacionalidad holandesa y tiene 31 años. Otro coche de alquiler El otro vehículo es un Wolkswagen, modelo Golf, con matrícula nacional, alquilado hace unos días en una empresa de Almería, ocupado por una persona de nacionalidad británica. Se procedió a realizar las mismas gestiones con esta entidad, y se certificó el incumplimiento grave de las condiciones del contrato. Así, se solicitó a la Guardia Civil la inmovilización inmediata del coche. El vehículo, al igual que el anterior, es nuevo y tiene un valor de mercado de unos 24.000 euros. El modus operandi de este tipo de actuaciones “es inequívoco”, según apuntó la Guardia Civil. Llegan a la ciudad con la cobertura legal de un contrato de alquiler, para introducir los vehículos en Marruecos y posteriormente, presentan una denuncia por supuesto robo o sustracción en territorio comunitario, con objeto de quedar exononerados de cualquier tipo de responsabilidad penal. Las empresas propietarias de los vehículos se han hecho cargo de estos coches y agradecieron el control realizado por la Guardia Civil para evitar la culminación de las supuestas acciones delictivas programadas por estos tres varones.