Cerca de 200 personas, convocadas por la AUGC, se concentraron frente a la Delegación del Gobierno para reclamar al Ministerio del Interior la mejora de las instalaciones de la Benemérita, la implantación de nuevos vehículos y un espaldarazo a la conciliación de la vida familiar y laboral de los agentes.
La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) de Melilla pudo concentrarse finalmente a la puertas de la Delegación del Gobierno. Una protesta que se aprobó a última hora, gracias a que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) dio la razón a la agrupación de la Benemérita después de que se les negara la posibilidad de protestar en las calles.
Por tanto, cuando el reloj aún no marcaba las 18:00 horas, fueron llegando los primeros manifestantes para tomar posiciones frente a la Delegación del Gobierno en lo que finalmente se convirtió en una sonora protesta, ya que la AUGC congregó a unas 200 personas –entre agentes de la Guardia Civil y simpatizantes– que se echaron a la calle para demandar “unas condiciones dignas y el respeto a los Derechos Humanos de la Benemérita”.
Acudieron también a la protesta varios dirigentes sindicales y políticos de la ciudad, como el segundo de abordo de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Emilio Folgar, o la secretaria general de Comisiones Obreras (CCOO), Caridad Navarro, que no dudaron en ir en apoyo de la AUGC.
Minutos después de que se iniciara la concentración, habló ante los medios de comunicación locales el máximo dirigente de la asociación en Melilla, Yamal Al - Lah, quien explicó los principales motivos que llevaron a la AUGC a reivindicar de manera tan decidida la mejora de las instalaciones con las que cuenta el cuerpo en la ciudad.
De este modo, señaló que la principal exigencia es que se mejoren las garitas donde se presta servicio, pues las calificó de tercermundistas. En este aspecto, recordó que las más deterioradas se encuentra cerca del Museo Militar o en los aledaños del faro.
De igual modo, reclamó medidas para paliar la carga de trabajo que soportan algunos agentes, que se ven obligados a realizar turnos de ocho horas sin relevos.
Por otro lado, demandó al Ministerio la implantación de vehículos con cumplan con un mínimo de seguridad. “No pedimos equipo de última generación”, recalcó, “sino que sea acorde a los tiempos que corren y no pongan en peligro nuestra integridad física”.
Hacerse oír
Por último, recordó que todas estas condiciones afectan a los agentes tanto dentro como fuera del trabajo, por lo que pidió una mejor conciliación de la vida familiar y laboral. “En muchas ocasiones, el estrés y la tensión se acaban llevando a casa”, lamentó.
Por tanto, no le quedó más que expresar su confianza de que las reclamaciones de la AUGC no caigan en saco roto, pues anunció que acudirán a llamar a la puerta del Ministerio si es necesario.