La imagen del Melilla de una ciudad multicultural y multireligiosa cobra desde ayer un nuevo significado gracias a la oferta que ha puesto en marcha la Red de Paradores y más concretamente el Parador de Melilla. Bajo el lema ‘El Arte Breve de Cocina’ se oferta a los clientes la posibilidad de conocer un poco de la historia de cada región a través de la cocina.
En la ciudad tenemos una gran riqueza en este aspecto, y en muchos casos, desconocidas incluso por los melillenses.
Por ello, la iniciativa del Parador puede servir no sólo para satisfacer nuestro paladar, sino también para conocer esas culturas con las que convivimos.
Además, como reclamo turístico, puede jugar un papel importante, porque a veces no es posible degustar platos hindús, hebreos, cristianos o musulmanes en una misma mesa y confeccionados con tan buen gusto.
Melilla tiene muchos atractivos y muchas cosas por descubrir y ésta, desde luego, es una posibilidad muy atractiva.