La Fiscalía pide 600€ a Aberchán y Palazón por desobedecer a la autoridad

El juicio contra el presidente de Coalición por Melilla (CpM), Mustafa Aberchán, y el presidente de Prodein, José Palazón, quedó visto para sentencia con la petición de la Fiscalía de una multa de 600 euros para cada uno por una falta de desobediencia leve a la autoridad el pasado 25 de abril

durante el incidente en la vivienda del primero, donde se cobijó un grupo de inmigrantes que acababan de saltar la valla fronteriza. Las defensas de ambos acusados pidieron su absolución al considerar que no se ha probado la conducta desobediente, por los “defectos procesales” e incluso por la posible prescripción de la falta, al ser comunicada la denuncia siete meses después de los hechos.
Cinco guardias civiles se presentaron en el juicio en calidad de denunciantes. Este hecho sorprendió a las defensas de los acusados pues la denuncia había partido desde la Fiscalía, tras un informe de la Guardia Civil. El abogado de Aberchán expresó su contrariedad a la titular del Juzgado de Instrucción número 4, Mª José Alcázar, y consideró que los agentes deberían haber sido citados en todo caso como testigos. En su alegato final insistió en que no se había probado en qué momento su cliente desobedeció a la autoridad y destacó que Aberchán lo que hizo fue colaborar con las Fuerzas de Seguridad para ‘calmar los ánimos de los inmigrantes’.
La defensa de Palazón insistió en que el escrito de acusación de la Fiscalía no menciona a su cliente y que únicamente aparece dos referencias en los informes de la Guardia Civil y la Policía Nacional. “Solamente se dice que iba en un Volkswagen blanco y que se encontraba entre un variopinto séquito de curiosos”, expuso el letrado.
Ambos abogados alegaron “indefensión” hacia sus clientes, pues habían solicitado al Juzgado la citación de varios testigos para una mejor defensa sin haber obtenido aún respuesta. La juez sí se pronunció sobre esta cuestión y recordó que en los procesos de faltas son las partes las que deben llevar al juicio las pruebas que consideren necesarias para defenderse.

Los “denunciantes”
Los cinco guardias civiles expusieron ante la juez lo sucedido en la noche del 25 de abril, cuando se produjo a las 22:00 horas un asalto masivo a la valla y  entre 60 y 70 subsaharianos consiguió entrar en Melilla. Se dispersaron y los agentes siguieron al grupo más numeroso, unos 30, que llegaron hasta la calle Cometa, donde se encuentra la vivienda del presidente de CpM.
El primer guardia civil en declarar aseguró que la cancela del garaje de la vivienda de Aberchán estaba semiabierta y por eso los inmigrantes entraron. Destacó la violencia de los inmigrantes, que llevaban “palos, botellas y piedras”. Aseguró que cuando intentó sacar a un inmigrante del domicilio del líder cepemista, otro le mordió la mano.
Y añadió que cuando Aberchán llegó al lugar, estaba “exaltado” y destacó que los inmigrantes, al ver que éste les defendía, se resistieron más, haciendo imposible su evacuación al CETI, a pesar de los dos disparos “de fogueo” efectuados al aire y del uso de un spray irritante. “Obstaculizó la actuación policial”, insistió el guardia civil ante la juez. El agente dijo que una vez que Aberchán se introdujo en su domicilio, abrió el portón del garaje, dejando entrar así a los inmigrantes y en ese momento la Guardia Civil se retiró del lugar, pues habían recibido un aviso de otro asalto a la valla inminente.
El resto de la declaración de este guardia civil se basó en lo que le habían dicho que pasó después en la calle Cometa: “La Policía Local dijo que se había saltado el cordón policial”, “Dijo que había hablado con el delegado del Gobierno y había llegado a un pacto para salir de la casa hasta el CETI”, en referencia a Aberchán. “Yo no vi a Palazón. Lo vi después dirigiéndose al CETI”, aseveró sobre el segundo acusado.
El único testigo en declarar ayer fue una agente de la Policía Nacional que el día de los hechos estaba de prácticas en Melilla y acudió al lugar para cortar el tráfico en la calle Cometa. Dijo haber visto a los inmigrantes fuera de la vivienda de Aberchán y que supone que “alguien” le abriría la puerta para entrar. No vio más porque su labor fue la de cortar el paso a vehículos y peatones, salvo a aquéllos que decían ser residentes en la urbanización. Tampoco vio que se lanzaran piedras por parte de los inmigrantes hacia los policías y concluyó que después de dos horas y media, se despejó el lugar. Desde su posición, dijo no haber visto ni a Aberchán ni a Palazón.

Los vídeos
Antes de concluir el juicio, la juez Alcázar rechazó la prueba aportada por el abogado de Palazón de dos vídeos sobre lo acontecido aquella noche y afirmó: “A saber por cuántas manos ha pasado esto”. Sin embargo, sí aceptó otro vídeo aportado por el letrado de Aberchán de un programa de televisión que incluye fragmentos en los que “se prueba”, según el abogado, que los disparos “de fogueo” de la Guardia Civil no se efectuaron al aire y sí, en cambio, en el interior de la casa de Aberchán.

El atestado y las devoluciones “en caliente”

La fiscal preguntó al primer guardia civil si se ratificaba en el atestado de los hechos de aquella noche. La respuesta fue afirmativa. Sin embargo, el abogado de Aberchán le preguntó al guardia a qué atestado se refería porque su nombre o número de identificación no aparecía en ningún informe dentro del procedimiento judicial. El guardia civil no supo responder a esa pregunta y la Fiscalía no volvió a realizar esta pregunta al resto de denunciantes, si bien el letrado insistió en su protesta ante la juez y argumentó que las personas que debían haber comparecido son los autores de los informes: El coronel de la Guardia Civil, Ambrosio Martín Villaseñor, y el jefe superior de Policía Nacional, Ángel Riesco. El segundo guardia civil en declarar aseguró que en la calle Cometa, vio a Aberchán y le puso la mano en el pecho para impedir su entrada a la vivienda, pero que éste consiguió su objetivo tras hablar con el mando superior. Igualmente, declaró que el propio Aberchán le dijo que había hablado con el delegado del Gobierno y con el jefe de Policía Nacional para canalizar la situación. Por último afirmó que no vio en el lugar de los hechos a Palazón. Los otros tres guardias civiles, denunciantes en esta causa, aseguraron que no vieron a los acusados en el lugar de los hechos. Únicamente destacaron la violencia con la que entran los inmigrantes por la valla y cómo nada más entrar en Melilla se quitan las ropas para evitar ser agarrados por los agentes. Uno de los guardias civiles declaró que los inmigrantes actúan así porque tienen “miedo a ser devueltos” por la valla en dirección a Marruecos y afirmó que “cuando son atrapados en la valla, se les desvuelve por la valla”. Sin embargo, a preguntas de la juez, este guardia civil aclaró que cuando se encuentran el territorio nacional el proceder de la Benemérita es trasladar a los subsaharianos a la Jefatura Superior de Policía y luego al CETI.

Aberchán advirtió tres veces de la violencia policial y por eso abrió la puerta de su garaje

El presidente de CpM, Mustafa Aberchán,  aseguró que su actuación en la noche del 25 de abril en su vivienda en la calle Cometa fue en todo momento la de colaborar y atender a los heridos, obligado por el juramento hipocrático. Aseguró que hasta en tres ocasiones advirtió a los agentes allí presentes de la violencia que estaban ejerciendo contra los inmigrantes y al ver que estos actos, “con palos y patadas repetidas veces”, abrió el portón del garaje. Accedió a su vivienda porque se identificó y los agentes policiales le dejaron entrar. Destacó que las conversaciones con el jefe superior de Policía fueron en todo momento cordiales y de colaboración para conducir a los inmigrantes al CETI. La fiscal le recordó la obligación de todo ciudadano a colaborar con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y el líder cepemista le contestó que también está obligado “por su profesión y por su religión a atender a los heridos”. Dijo  que les dio agua y zumo y con betadine curó las heridas sangrantes. Insistió en que su familia, que estaba en el interior de la casa, se asustó mucho por los disparos efectuados por la Guardia Civil y dijo sentir vergüenza por no haber abierto la puerta de su garaje antes, pues cree que podría haber incurrido en otra falta más grave: La denegación de auxilio.
Por todo ello, tras el juicio afirmó que le importa “un pepino” la sentencia y que volvería a hacer lo que hizo el 25 de abril sin dudar.

Palazón dice que no se saltó el cordón policial y acudió allí para calmar a los inmigrantes

El presidente de Prodein, José Palazón, explicó que la noche del 25 de abril acudió a la vivienda de Aberchán porque él le llamó por teléfono. Declaró que esperó a que quitaran el cordón policial, por tanto, no desobedeció a ninguna autoridad. Entró en la vivienda y actuó de intérprete con los inmigrantes para calmarles, puesto que estaban muy exaltados y con ansiedad, mientras Aberchán les curaba las heridas. Un miembro de su ONG grabó algunas imágenes. Afirmó que los inmigrantes tenían miedo de ser devueltos por la valla y les tranquilizó diciéndoles que intentarían llevarlos al CETI. Señaló que la conversación con el jefe superior de Policía fue “cordial y de colaboración” y gracias a la mediación consiguieron llevarles al CETI “tranquilitos”. Por último, Palazón afirmó que de la cifra que la Guardia Civil y la Delegación dio de los inmigrantes que habían entrado esa noche no corresponde con los que ellos llevaron al CETI.