Las víctimas son dos chicas que tenían 16 años cuando tuvieron lugar los hechos.
La fiscal solicitó ayer sendas penas de prisión de dos años para un varón que presuntamente abusó sexualmente de dos chicas de 16 años en dos episodios ocurridos el año pasado.
El primero de los hechos encausados sucedió el 19 de octubre de 2014. En esa fecha, Brahim M. M., quien vivía en el domicilio de su pareja, Francisca M. M., entró en una habitación de la vivienda, en la que se encontraba durmiendo A. P., amiga de la hija de Francisca.
Según el testimonio de la menor, que compareció ante la titular del Juzgado de lo Penal número 2 tras una cortina para no coincidir en la sala con el presunto agresor, Brahim M. M. entró en el dormitorio con la excusa de sacar a unos gatos que se habían colado por la ventana procedentes del patio.
Entonces, Brahim M. M., en lugar de marcharse, permaneció en el lugar y se aproximó a la cama donde la adolescente se encontraba “boca abajo”, de acuerdo con el testimonio de ésta.
Acto seguido, según la menor, Brahim la arropó, pero a continuación empezó a efectuarle tocamientos “en el pelo” y después empezó a hacerlo “en la espalda”. Asimismo, en palabras de la presunta víctima, intentó abrirle las piernas para tocar sus partes íntimas.
Los hechos no finalizaron ahí, según la declaración de la menor, pues Brahim supuestamente le preguntó si era “virgen” y si alguna vez había visto las partes íntimas de un hombre. A continuación, él se acostó junto a ella y le mordió “una oreja”.
Amenazas
Tras comprender que no obtendría sus favores, Brahim abandonó la habitación, no sin antes amenazar a la chica para que no contara lo ocurrido. Más tarde, ella se dirigió al salón donde se encontraba su amiga, que acto seguido se puso a gritar para avisar a Francisca, su madre.
La hija de ésta, cuyas iniciales son M. M. y que también compareció como testigo tras una cortina, declaró ante la jueza que tiempo atrás Brahim le había “tocado los pechos” una vez que acudió a su habitación a arroparla.
Brahim niega este hecho y en cuanto a lo ocurrido el 19 de octubre sólo admite que entró en la habitación “para sacar a los gatos que habían entrado”.
Todos los testigos presentados por la defensa coincidieron en que el presunto agresor es una persona de carácter “cariñoso” y no le creen capaz de cometer esos delitos. Asimismo, varios de ellos indicaron que la relación entre M. M. y su madre se había deteriorado a causa de su relación sentimental con Brahim, por lo que no dan credibilidad a su testimonio ni al de su amiga.
La fiscal considera probados los hechos y solicita cuatro años de prisión para el acusado, dos para cada una de las conductas descritas. La acusación particular eleva el delito a “agresión sexual”, mientras que la defensa solicita la libre absolución al no considerar probados los hechos que se le imputan a su cliente.