La Federación de Pesca pide control a los aficionados para que no dejen anzuelos

Se niegan a la prohibición de pescar en la playa y recuerdan que ellos tienen licencia.

¿Qué pasa con los anzuelos en las playas melillenses? Hace unas semanas una mujer denunciaba en los medios de comunicación locales que su hijo había sufrido varios accidentes tras clavarse anzuelos que los pescadores dejan en la arena. Ante estas denuncias el consejero de Medio Ambiente, José Ángel Pérez Calabuig, llegó a plantear, incluso, la posibilidad de prohibir la pesca en el litoral melillense si la situación no cambiaba. Ayer desde la Federación de Pesca local aseguraron que no entienden que se esté pensando en restringir la práctica de este deporte y apuntaron que si realmente se quiere controlar la actividad lo que debería de hacer la Ciudad es vigilar a aquellos pescadores aficionados que no tienen licencia administrativa.
Uno de los miembros de la Federación, Javier Pérez, aseguró en declaraciones a El Faro que los pescadores federados siempre tienen cuidado de que no se quede ningún elemento en la playa después de practicar su deporte. Pérez apuntó, no obstante, que sí es posible que un anzuelo que se escape en el mar sea traído a la orilla por la marea, pero señaló que ese no puede ser motivo para prohibir esta práctica.
El pescador apuntó que todos los miembros de esta federación tienen su licencia oficial y señaló, además, que ellos tienen que esperar a que el resto de melillenses dejen de disfrutar de la playa para poder practicar su deporte. “Si hablamos de prohibiciones podríamos también restringir otros deportes o las barbacoas que se hacen en la arena. ¿Qué pasa con las botellas, las bolsas o las latas? ¿No son peligrosas?”, precisó.
Pérez explicó que no existe ningún tipo de regulación de la pesca deportiva ni aficionada en la ciudad. Es decir, los pescadores no cuentan con un horario ni con una zona acotada para este deporte. Ellos lo único que intentan es molestar lo menos posible a los bañistas y por eso se limitan a pescar de noche, cuando la mayoría de la gente ya se ha marchado de la playa. Por eso no entiende que ahora se planteen incluso prohibirles pescar, sólo por la denuncia de una melillense.
El miembro de la Federación insistió en que los pescadores deportivos tienen el mismo derecho que otros deportistas de la ciudad a poder practicar su disciplina. “A nosotros no pueden hacernos unas pistas o un recinto para pescar, pero tampoco creo que sea justo que quieran prohibirnos”, insistió.
Además, Pérez aseguró que el tipo de anzuelos del que habla la denunciante, por su tamaño, seguramente no sea de ningún pescador deportivo, sino que sea de los que se utilizan en las embarcaciones que faenan en la dársena. “Pescar en la dársena pesquera sí es ilegal, y sin embargo eso nadie lo controla”, aseveró.
El deportista indicó que lo más importante para evitar que se produzcan accidentes es la concienciación y que ellos son los primeros que intentan que la gente sea consciente de que una vez que terminan de pescar tienen que recoger todo lo que han utilizado para que nadie resulte herido. “Nosotros somos los primeros que decimos a los pescadores que tengan cuidado y que piensen que el que se pincha podría ser su hijo”, apostilló.
Asimismo, Pérez dijo que también sería positivo que se intensificaran las labores de limpieza para eliminar los restos que puedan quedar en la arena. El pescador subrayó que antes la maquinaria que se utilizaba era capaz de retirar elementos más pequeños y eso también contribuía a que hubiera menos elementos de este tipo en la arena.
En cualquier caso, insistió en que no van a permitir que intenten prohibir su deporte ni estigmatizarlo. Pérez recalcó que ellos tienen el mismo derecho que el resto de los melillenses a disfrutar de la playa y a tener un espacio para practicar su disciplina. Además dijo que la única forma de tratar de acabar con esta polémica es que haya más solidaridad entre todos y que igual que ellos optan por pescar por la noche, el resto de los ciudadanos también comprenda que los pescadores quieran tener su espacio.