El Partido Popular local y SATE-STEs coinciden en demandar al Ministerio más infraestructuras y el reconocimiento del profesorado, así como que se amplíe la plantilla docente.
Tanto el responsable de Educación del Partido Popular de Melilla, José Manuel Calzado, como el secretario general del sindicato SATE-STEs, José Luis Belmonte, coincidieron ayer en señalar la falta de centros escolares como una de las principales causas del fracaso y abandono escolar en Melilla, problemas que el pasado martes reconocía el ministro de Educación, Ángel Gabilondo y que sitúan a la ciudad por encima de la media española en este aspecto.
En este sentido, Calzado expresó su satisfacción por estas declaraciones del ministro, pues según dijo, “dan la razón al PP local, que lleva un año denunciando este hecho y tanto la Dirección Provincial como el PSOE negaban, acusándonos de mentir”.
Para Calzado, el reconocimiento de un problema es el primer paso para resolverlo y por ello pide la construcción de más centros, en concreto dos institutos –uno de ellos ya se está llevando a cabo, el de Jardín Valenciano– y al menos dos colegios más.
Asegura que es la única forma de reducir la ratio de alumnos, donde Melilla vuelve a estar situada muy por encima de la media española.
“No se puede decir un mes antes de que se cierren los cupos que hay 146 alumnos de Infantil más, porque son muchos y eso significa que alguien en el Ministerio está haciendo mal las cuentas”, afirmó Calzado.
En este mismo sentido se expresó Belmonte, quien criticó que durante el presente curso se hayan dado casos donde el número de alumnos por clase era de 28, “que es ilegal y además incluyan tres alumnos con necesidades educativas especiales”. La consecuencia inmediata de esta situación, según explicó el sindicalista es que “el profesorado realizó su trabajo en unas condiciones estresantes y lamentables”.
Por ello, el sindicalista argumentó que hasta que no se construyan los centros que Melilla necesita “vamos a estar en esta tesitura”, que sólo se cambiará, según su opinión, si Ciudad Autónoma y el Ministerio se ponen manos a la obra “y trabajan conjuntamente” para encontrar esos solares que la Educación en Melilla necesita.
Sin embargo Belmonte propuso que en caso de que sea imposible ese acercamiento entre las dos administraciones, “pues que el Ministerio de Educación se dirija al de Defensa, que al parecer es el que tienen los terrenos que puede ceder para que esos centros se edifiquen”.
Calzado, por su parte, también criticó la paralización durante cinco años de las obras del instituto del Jardín Valenciano, una circunstancia que atribuyó a la decisión del PSOE local, que según afirmó, “dijo que la zona era inundable, pero que ahora rectifica y dice que si se puede llevar a cabo. Con ello sólo hemos perdido cinco años”.
Profesorado
Pero al margen del problema de la falta de centros, tanto para el popular como para el sindicalista, la situación del profesorado en Melilla también es un hecho que debería recibir más atención por parte del Ministerio.
Al respecto, Calzado dijo que el profesorado “necesita que se le dignifique, que se le reconozca el esfuerzo”, y recordó que Melilla está a la cola, dentro del territorio español, “en reconocimiento del derecho del profesorado”.
Belmonte, por su parte, indicó sobre este asunto que el 35 por ciento de la plantilla docente es interina, una situación que repercute directamente en los centros “pues crea inestabilidad entre el profesorado”.
Así, reclamó que se incrementara la oferta de empleo público y que desde el Ministerio se deje de “intentar engañar”, argumentando que si no se amplía esta oferta es por ahorrar en gasto público.
Una afirmación que según Belmonte “es falsa”, pues según dijo, “un interino y un profesor de carrera cobran igual”.
Alumnado
Respecto al alumnado, tercer eje en el que se debe incidir para tratar de solventar los problemas que Melilla tiene en materia educativa, Calzado propuso “volcarse” con los alumnos que tienen unas necesidades específicas e invertir todo lo que se pueda, “pero no como lo están haciendo, sin consultar las necesidades reales de Melilla”.
De tal forma que según dijo, la inversión en ordenadores o en pizarras digitales “está muy bien, pero antes hay que resolver los problemas primarios y básicos, que son que todos los alumnos estén debidamente atendidos en los centros educativos, que dispongan de un aula en condiciones y de una cantidad de profesorado oportuno. Mientras no haya profesorado en cantidades importantes, por muchas pizarras digitales y mucho dinero que se invierta, sólo se está desperdiciando”.
También incidió en ampliar la oferta formacional que se da a los alumnos melillenses, pues en su opinión, “Melilla no ofrece alternativas para éstos, pues el número de ciclos de grados medio, superior y PSPI no cubre la demanda existente. No puede ser que los estudiantes de 14 años abandonen sus estudios y no tengan otra alternativa porque no hay plazas”.
En relación al aumento significativo del alumnado inmigrante, Belmonte se mostró contrario a que sea la enseñanza pública en Melilla quien soporte todo su peso. “Ésta no puede soportar más del 90 por ciento de todos los inmigrantes, cuando en el resto de España la enseñanza concertada asume un 17 por ciento, por apenas cinco que se da en la ciudad. La carga tiene que estar más repartida y tiene que haber plantillas más estables”, señaló.
En definitiva, tanto Calzado como Belmonte piden más implicación del Ministerio para cambiar esos datos que todos los estudios, pruebas (como la de diagnóstico) o informes sitúan a los estudiantes melillenses muy por debajo en cuanto a capacidad y preparación respecto del resto de España y que se reconozca que la Educación no es un “tema baladí en Melilla”.
Aunque Calzado apuntó sobre este aspecto que “desde hace un año el Ministerio ha dado por concluido toda posible actuación importante y solo está haciendo gestos para que parezca que esto no está muerto ni que da el caso por cerrado, aunque la opinión del PP es que ciertamente es así”.
En contraposición propone un cambio importante, pues desde su punto de vista, la Educación en Melilla “necesita mucho esfuerzo y trabajo, pero además, un trabajo transparente, reconociendo las verdades y diciendo lo que se va a hacer o no, con unos parámetros de realismo y transparencia, cuestiones en las que creo que el Gobierno central, hoy por hoy, no está en condiciones de llevarlas a cabo”, concluyó.
Leve mejora del abandono y del fracaso escolar
El secretario general del sindicato SATE-STEs, José Luis Belmonte, reconoció que los últimos datos marcan una leve mejoría del abandono y del fracaso escolar en Melilla, “sólo de tres o cuatro puntos”, matizó, aunque eso no signifique que la ciudad ha dejado de ocupar el último puesto respecto al resto de regiones españolas.
Sin embargo, sí quiso dejar claro que este hecho no se debe a “varitas mágicas”, sino a que hace catorce o quince años, como relató, se atendió la demanda formulada desde los sindicatos creando más centros escolares.
Esos niños de entre tres y seis años que accedieron a la escolarización que en otros puntos de España era prácticamente obligatoria ha permitido, en palabras de Belmonte, esa reducción de tres o cuatro puntos de ambos índices.
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