El consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, anunció esta semana que la planta incineradora tienes los días contados y que ya está en marcha un plan para su cierre.
A pie de calle, los melillenses encuestados por El Faro consideran que es una buena medida para acabar con la contaminación que la planta produce y por las molestias que ocasiona a los vecinos cercanos a la zona. Además, destacan la problemática de su cercanía con la ciudad.
Otros consideran que es una mala decisión y muestran preocupación por los trabajadores de la incineradora. Creen que son ya muchas cosas las que están cerrando en Melilla y la ciudad no puede permitirse seguir destruyendo empleo de esta manera. Esperan que los trabajadores no se vean afectados si se produce su cierre.