La designación ayer de Muñoz como cabeza de lista de la candidatura socialista a las elecciones de mayo próximo no despeja ninguna duda respecto de cuál será el futuro de la coalición con CpM.
Muñoz declinó hacer declaraciones y nos remitió a una rueda de prensa que dará el lunes. El cepemista Mustafa Aberchán, que calificó la designación del socialista de “acertada y respetable”, tampoco aclaró las dudas en su comparecencia ayer en rueda de prensa.
Su metáfora “el terreno y el vehículo han sido escogidos, nos queda decidir quién o quienes serán los conductores”, no aclara, como digo, prácticamente nada. Quizás, como piensan algunos, la posible coalición electoral entre CpM y PSOE no haya hecho más que empezar a sentar bases en un proceloso terreno de confusión, donde el repaso de lo dicho incluso por algunos dirigentes socialistas con anterioridad a la designación de Muñoz, tampoco ayuda a despejar incógnitas. Me refiero, en concreto, a lo que dijo la portavoz adjunta del PSOE en la Asamblea de Melilla, Celia Sarompas, mediante nota de prensa oficial de su partido, el pasado 23 de septiembre.
Según Sarompas, como en Melilla no había primarias y sí una coalición, el calendario a seguir era otro, pero “cualquier compañero –precisó- puede ser el candidato ¿por qué no Mustafa Aberchán?”, llegó a preguntarse incluso.
Para Sarompas, el candidato debería ser el resultante de las “decisiones” a adoptar por la coalición CpM-PSOE. Finalmente no ha sido así en principio y el futuro está por definir casi tanto como antes de que Muñoz fuera designado por un Comité Territorial Ordinario, que se celebró el jueves sin luz ni taquígrafos y del que realmente no se sabe prácticamente nada públicamente, más allá de que su composición la integran, según se nos dice desde el mismo Partido Socialista, unos cien militantes y dirigentes.
La oscuridad caracteriza por tanto el inicio de la candidatura de la actual oposición local con vistas a las elecciones de mayo próximo. Las cábalas y barajas no exentas de confusión, a costa de la diversidad de informaciones que desde Madrid atribuían al actual delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, el primer puesto de la lista, mientras que desde Melilla adelantaban que sería Muñoz, se han saldado a favor de este último pero no aclaran repito qué pasará en realidad con la alianza entre cepemistas y socialistas.
De concurrir por separado, está claro que a causa de la Ley D’Hondt desaprovecharán los réditos que les reportaría hacerlo juntos, tal cual sucedió en las generales de 2008, en que consiguieron rebajar hasta unos 300 votos la diferencia a favor de la candidatura del PP, entonces y una vez más encabezada por nuestro diputado nacional desde el año 96, Antonio Gutiérrez.
De hecho, en las autonómicas de 2007, CpM obtuvo mil votos más que el PSOE pero eso no le valió para obtener ningún escaño más. Como los socialistas, sólo logró cinco diputados locales frente a los quince que obtuvo el PP con poco más de 16.000 votos a favor de la candidatura de Imbroda.
Confeccionar una lista conjunta de socialistas y cepemistas tampoco es fácil. Muñoz o Aberchán se verían en la tesitura de cederse el uno al otro el primer puesto y si optasen por un tercer candidato, posibilidad que se venía barajando en beneficio de Escobar, muy posiblemente uno tendría que aceptar el cuarto lugar, teniendo en cuenta que la aplicación electoral de la ley de igualdad exige incluir a dos mujeres en los cinco primeros puestos de la lista, con el condicionante añadido de hacerlo de forma alterna, de modo que el tercer lugar correspondería a una fémina.
Me aseguran que en la reunión que ambos líderes de la oposición mantuvieron hace dos semanas con José Blanco, el ministro de Fomento, para hablar de nuestros transportes aéreos, en realidad también hablaron del futuro de la coalición.
Nada anima a creer por tanto que ambos partidos opten por concurrir finalmente por separado. Por esto principalmente la designación de Muñoz no despeja ninguna duda y sólo alcanza un valor discutible y relativo a estas alturas de los previos de las próximas elecciones.
Si finalmente ambos partidos concurrieran por separado, la dinámica de asignación de escaños en función de votos emitidos no les favorecería como no les favoreció en 2007 y como en cambio sí lo hizo en las generales de 2008.
Lo dicho, esto de quien será el candidato de la oposición en las próximas elecciones, el máximo rival en suma de Juan José Imbroda en 2011, no está por ahora nada claro.