La Delegación dice que tiene las autorizaciones para inspecciones en el Punto de Control Sanitario

La Delegación del Gobierno afirma que ya tiene todas las autorizaciones pertinentes para que se puedan realizar inspecciones en el Punto de Control Sanitario, esencialmente en lo que respecta a las importaciones procedentes de Marruecos en productos como verduras, frutas y pescado. Sin embargo, desconoce cuándo empezará a entrar esa mercancía en Melilla.

"Tendré que verlo y cuando se tenga esa fecha, se comunicará", manifestó al respecto la delegada, Sabrina Moh. Ésta aclaró, igualmente, que debe ser el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Ángel Quevedo, quien explique lo que queda pendiente para su puesta en marcha, dado que las instalaciones se encuentran en el puerto local.

Preguntado al respecto, Manuel Ángel Quevedo explicó que la Instalación Fronteriza de Control de Mercancías (IFCM) es solo para productos no animales y se encuentra "en avanzada construcción". "Esperamos que esté operativo en abril", anunció para añadir que, en principio, esa instalación fronteriza, "es para tráfico marítimo pero se realizarán los protocolos y acuerdos necesarios para que se pueda usar para productos que entren por frontera terrestre si así nos lo pide el Gobierno central".

Preguntado acerca del otro punto de inspección sanitaria, Quevedo obvió cualquier respuesta. "Del privado que ocupa una concesión del puerto, de momento no puedo dar información públicamente, ya que afecta a una empresa privada".

Un solo camión

Moh no quiso hablar acerca del por qué se han paralizado las exportaciones a Marruecos después de la entrada de un único camión en territorio marroquí el pasado 15 de enero. Tampoco pudo precisar para cuándo está previsto que vuelva a salir una expedición comercial hacia la provincia de Nador. "Cuando tenga datos los daré", apuntó.

El primer intento de pasar mercancía al otro lado de la frontera se produjo el 8 de enero, la fecha que, según confirmó el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se había pactado con su homólogo marroquí. No obstante, el empresario que pretendía hacer la exportación optó por regresar a Melilla después de más de siete horas retenido en la aduana porque le imponían unas tasas de entrada que hacían inviable económicamente la expedición.

Justo una semana más tarde, un pequeño camión de caja cerrada y con 600 kilos de electrodomésticos y aires acondicionados, consiguió entrar en Marruecos. Desde entonces, no ha habido más movimiento ni, en principio, parece que haya mayor interés en los exportadores de utilizar la vía de Melilla para introducir su mercancía en Nador.

En cualquier caso, la delegada se mostró muy satisfecha por lo que consideró que era la reapertura de la aduana comercial, un extremo éste que ha sido muy criticado por cuanto sectores empresariales entienden que lo sucedido, que no tuvo continuidad ninguna, no puede considerarse como tal.

Pero Sabrina Moh se mostró contenta por el paso de ese primer camión y aseguró que tanto el horario de la aduana como el tipo de productos que pueden ser exportados a Marruecos se iría incrementando a través de unas fases, de las que tampoco dio fechas. Todo quedaba, según dijo, al albur de lo que dictaran las necesidades del mercado, cuyo estudio de años atrás había recomendado que primero solo se utilizaran electrodomésticos, electrónica y productos de higiene.

Moh, que señaló que los melillenses debían sentirse "muy orgullosos" por el logro alcanzado con la aduana, se mostró también muy crítica con el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, al que acusó de "no alegrarse" por la reapertura antes de anunciar que será el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, o la persona designada por el Gobierno nacional quien se encargue de definir cuáles van a ser los siguientes pasos, dado que las fases o etapas deben ir de forma coordinada con la ciudad de Ceuta.

Es más, indicó que con esa "reapertura" se contribuía a mejorar la situación económica de Melilla. “Vamos a tener ahora mismo otro foco, otro punto donde poder poner la vista para ese desarrollo económico dentro de la propia ciudad”, manifestó.

En su opinión, con el paso de aquel único camión, el Gobierno cumplía “con otro de los compromisos y con nuestro propio proyecto para la revitalización de la economía”. De hecho, comparó las condiciones y requisitos de la aduana melillense con la que existe en Algeciras y recalcó que así se lo habían pedido los empresarios locales.

Excelentes relaciones

Para el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el paso de ese camión "demuestra el compromiso de Marruecos con España y de España con Marruecos", lo que hace que "a todos los niveles" ambos países atraviesen "el mejor momento" de su relación bilateral. A su juicio, era el paso previo también a la normalización en la aduana de Ceuta, en donde "también se cumplirá la hoja de ruta". En la ciudad hermana no ha sido posible ninguna expedición comercial con los marroquíes, al menos por ahora.

Albares también subrayó que nadie se había preocupado por la situación de la aduana hasta el año 2022, cuando Sánchez viajó a Rabat y obtuvo el compromiso del reino alauita de que se reabriría la de Melilla y se instalaría una nueva en Ceuta. "De repente, empezaron las quejas y empezaron las incomodidades. Es decir, pasamos que a nadie le importaba nada a que todos son quejas. Cuando este Gobierno, el primero que ha planteado que se abra una aduana en Ceuta y que se reabra la de Melilla, cuando antes nadie había dicho nada, me parece muy extraño".

Y la respuesta desde la Presidencia de la Ciudad Autónoma no tardó en llegar porque Imbroda recordó que desde incluso antes del cierre, el Partido Popular ya estaba preocupado por los rumores que apuntaban al cierre. También señaló que ha habido decenas de declaraciones públicas por parte de los dirigentes populares, además de toda clase de intervenciones parlamentarias en las dos cámaras legislativas.

Juan José Imbroda se ha mostrado partidario de mantener "las mejores relaciones con Marruecos", pero pidió que nunca se alcancen "a costa de Melilla", una ciudad a la que calificó como "la cenicienta" de las relaciones internacionales de España.