La Defensora del Pueblo denuncia “hacinamiento” en el CETI de Melilla

El informe de la institución apunta que aunque hay más traslados, siguen siendo pocos y que las instalaciones no son adecuadas · También observa deficiencias en el centro de La Purísima.

La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, visitó Melilla el pasado 4 de diciembre para comprobar, entre otras cosas, la situación en la que se encontraban las instalaciones del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). En aquel momento, cuando había acogidas más de 900 personas en unas instalaciones con una capacidad inicial de 480, Becerril afirmó que el centro “funcionaba bien a pesar de la saturación”. Sin embargo, en el informe anual de la institución que ella dirige, que fue presentado ayer, se afirma que en el CETI de Melilla se vive una situación de “hacinamiento de los residentes” y que los módulos habilitados como dormitorios no reúnen los requisitos necesarios para servir como alojamiento residencial, entre otras cosas. Las conclusiones se extraen  precisamente de la visita que ella hizo a la ciudad a final del año pasado.
El informe recoge, asimismo, que a pesar de haberse reducido el tiempo de estancia media de los residentes, tanto en el CETI de Melilla como en el de Ceuta, éste continúa siendo elevado y que las dependencias habilitadas para las familias no son adecuadas para los largos periodos que pasan en ellas.
La institución reconoce, no obstante, que se han realizado un esfuerzo para mejorar la situación, especialmente de las familias con hijos menores, pero que éste no ha sido suficiente. En este punto cabe recordar las quejas de algunos residentes del CETI que en más de una ocasión han denunciado no entender la razón por la que su estancia en este centro se alarga tanto, lo que desde la Delegación del Gobierno siempre han justificado por la complicación de los trámites legales para los traslados.
Asimismo, en el documento se apunta que el alto grado de ocupación del CETI de nuestra ciudad ha provocado que tengan que habilitarse todas las dependencias posibles para los residentes y que dejen de prestarse servicios de guardería y formación “que arrojaban resultados muy positivos”. Además, se indica que las obras de ampliación de las instalaciones no han servido para solucionar los problemas de espacio, porque no se ha realizado una modificación del diseño actual del edificio, como ha solicitado en varias ocasiones el Defensor del Pueblo.
La institución recomienda también, en este documento, que dado el largo tiempo de permanencia de los residentes en estos centros, sería aconsejable que se cuente con una oferta de formación profesional amplia, algo que ya se ha puesto en marcha en Ceuta, con cursos de alfabetización e informática.
En el informe del Defensor del Pueblo se apunta, además, que continúa abierta la investigación iniciada el pasado año después de detectar que no existe un protocolo efectivo entre los servicios médicos de los CETI de Melilla y Ceuta, dependientes del Ministerio de Empelo y los Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) dependientes del Ministerio del Interior. Así, indican que la inexistencia de colaboración entre los servicios médicos provoca que cuando haya un traslado desde Melilla a la península, los sanitarios de los centros de recepción  no conozcan el estado de salud de estas personas y repitan pruebas que ya se habían hecho o no se realice un tratamiento inmediato de enfermedades que ya habían sido diagnosticada previamente en nuestra ciudad.

Menas en la Purísima

Las deficiencias del CETI no son, no obstante, las únicas que ha investigado este año el Defensor del Pueblo en Melilla. Así, el centro de menores no acompañados de La Purísima, que fue visitado en diciembre por Becerril al igual que el CETI, también presenta algunos problemas, según el informe.
La institución destaca en el documento que las condiciones de limpieza han mejorado, pero que sigue sin reunir los requisitos necesarios para un acogimiento de larga duración. Entre otras cosas, el Defensor del Pueblo apunta la falta de recursos residenciales específicos para menores de 16 años, que facilitarían su proceso de autonomía y la ausencia de una oferta formativa adecuada para estos mismos residentes.
Además, señalan que la escolarización de los menores ha sufrido un retroceso respecto al año anterior.
Pero lo que más preocupa a la institución, según el informe, es que “continúa sin erradicarse la práctica de cesar la tutela de menores por causas ajenas a las previstas en el artículo 276 del Código Civil”, una deficiencia que ya se recogía en el informe de 2011. Así, apuntan que cuando un MENA no regresa al centro transcurridas 24 horas, directamente se registra esta ausencia como baja voluntaria, sin que se hagan gestiones para averiguar el paradero del menor. Esta incidencia, que se ha trasladado a la Fiscalía, la relacionan con una de las quejas presentadas este año al Defensor del Pueblo por parte de varias ONG por la supuesta expulsión de dos menores, residentes en la Purísima, a Nador. Así, en el informe indican que estos hechos que ocurrieron según las ONGs el 14 de  noviembre, coinciden con los datos de la Consejería de Bienestar Social sobre la ausencia de dos jóvenes ese mismo día porque no fueron a dormir, y a los que siguiendo la práctica anteriormente mencionada, la Ciudad dejó de tutelar.

La Delegación del Gobierno dice que los traslados son prioridad para ellos

Desde la Delegación del Gobierno apuntaron que son conscientes de que la ocupación que ha tenido el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) la ciudad en los últimos meses no ha sido la más adecuada, pero indicaron que por eso han trabajado para que el número de traslados aumente. Asimismo, recordaron que Melilla ha vivido unos meses de gran presión migratoria, comparables a los de los asaltos de 2005, aunque finalmente hayan logrado entrar menos inmigrantes, y que ante esta situación intentan buscar soluciones dentro de sus posibilidades. Así, afirmaron que los traslados a la península de inmigrantes en situación de vulnerabilidad (familias y mujeres con hijos, principalmente) han sido siempre una prioridad para el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani.

Melilla fue donde más bajaron las quejas enviadas

Melilla fue la región española en la que más se redujo el número de quejas presentadas ante el Defensor del Pueblo el año pasado en comparación con el ejercicio anterior. En concreto, según los datos del informe de 2012, desde la ciudad se remitieron a la institución 50 quejas,  frente a las 70 que recibió la entidad el año anterior, lo que supone un descenso del 28,57%. Según esto sólo Melilla, junto a La Rioja (bajada del 4%) registraron una bajada de las quejas, mientras que en el conjunto del país se produjo un incremento del 57,19%.  Asimismo, según los datos del informe del Defensor del Pueblo, la mayoría de las quejas presentadas desde nuestra ciudad eran sobre empleo, educación y cultura, con un total de 14, una tendencia que coincide con la de la media nacional. Asimismo, le siguieron las consultas relativas a seguridad y justicia (11), economía y hacienda (7), sanidad y política social (4), migraciones e igualdad de trabajo (3) y medio ambiente (1).