La crisis multiplica por siete el número de jóvenes de Melilla que se va al extranjero

En el 2008 un total de 84 jóvenes de entre 18 y 35 años se marchó de la ciudad a un país extranjero. El año pasado fueron 657 los que decidieron probar suerte fuera de España. En el conjunto del país la cifra se quintuplicó.

¿Cómo se enfrentan los jóvenes a la falta de expectativas de la crisis? Un estudio publicado ayer por el sindicato UGT apuntaba que desde el comienzo de las dificultades económicas en nuestro país el número de jóvenes que ha decidido emigrar al extranjero se ha quintuplicado en España. Los alto índices de desempleo, la precaria situación del mercado laboral español, los contratos temporales, para los que consiguen alguno y la ausencia de expectativas de avance han provocado que cada vez sean más los que optan por ‘huir’ de una situación económica que está marcando totalmente sus vidas. En nuestra ciudad, según los datos de movimientos migratorios del Instituto Nacional de Estadística (INE) en el 2008 se marcharon al extranjero 84 jóvenes de entre 18 y 35 años. El año pasado ésta cifra ascendió hasta los 657, lo que supone que el número de melillenses que ha decido buscar suerte en otro país se ha multiplicado por siete en sólo cinco años.
Los datos del informe publicado por el Instituto Nacional de Juventud (Injuve) esta semana apuntaban que nuestra ciudad es una de las regiones con mayor tasa de paro juvenil, un 75% entre los menores de 25 y entorno al 50%, según Juventudes Socialistas, en los que no llegan a  30. La razón que anima a estos jóvenes a marcharse y probar suerte en el extranjero parece estar clara.
No obstante, también hay que destacar que el número de jóvenes residentes en Melilla que decidió marcharase fuera fue más elevado entre los que eran de origen extranjero. Aunque en ambos casos se produjo un aumento.
A los que se marchan al extranjero hay que sumarles aquellos jóvenes que, aunque no cambien de país, sí deciden probar suerte en otro punto de nuestro país. El año pasado se marcharon 853 jóvenes a la península. Sin embargo, está claro que la crisis también ha marcado esta elección y en este punto en lugar de registrarse un aumento, se ha producido una ligera reducción. En el 2008, el número de melillenses de entre 18 y 35 años que optó por cambiar de autonomía de residencia ascendió a 873.
El informe de UGT apunta que la Unión Europea sigue siendo el destino favorito de estos jóvenes que optan por marcharse. La razón es sencilla: Los billetes de avión son más baratos, la circulación y la búsqueda de empleo más cómoda y la cercanía es mayor, en el caso en el que decidan volver. No obstante, según se apunta en el mismo estudio, muchos también han decidido buscar su futuro en otros países, empujados en parte por la crisis que también ha afectado a otros países de la Unión. El 30% de los jóvenes españoles que se marchó el año pasado al extranjero optó por América, los países asiáticos, aunque lentamente, van haciéndose un hueco en los destinos que se plantean estos jóvenes emigrantes.
Dentro de la Unión Europea, UGT indica que Alemania  fue uno de los principales destinos. Según la Oficina Federal de Estadística llegaron allí el año pasado cerca de 21.000 españoles, aunque otros 11.000, algo más de la mitad, regresaron, ya que el idioma y la convalidación de títulos son los principales escollos con los que se topan los miles de jóvenes desempleados españoles que emigran en busca de una oportunidad en Alemania.

El peso de los años
Si bien es verdad que los jóvenes son uno de los colectivos que más está sufriendo la crisis, también lo es que el hecho de tener menos responsabilidades que personas de otros grupos de edad les facilita tomar la decisión de marcharse al extranjero. Según las cifras del INE, el año pasado se marcharon a otro país 380 melillenses de entre 40 y 65 años. A pesar de que el margen de edad y por tanto el número de personas es más elevado que el de los jóvenes, la cifra es bastante inferior. A partir de los 50, cada vez son menos los melillenses en edad de trabajar que deciden probar suerte en otro país. En concreto, el año pasado emigraron al extranjero 180 personas de entre 50 y 65 años.
En total en 2012 se marcharon a otros países 1.709 melillenses, una cifra muy superior a la registrada cinco años antes, cuando sólo 241 personas decidieron abandonar nuestra ciudad con destino al extranjero.
A pesar de esta ‘huida’ hacia adelante, la población de Melilla sigue creciendo gracias a la llegada de nuevos habitantes procedentes de otras naciones o de otras regiones españolas. Sin embargo, esto no puede tapar la realidad de que el número de melillenses que ha decidido marcharse ha aumentado de forma considerable en estos cinco años y que gran parte de estas personas eran jóvenes. Con más de 13.400 desempleados apuntados en las listas del Servicio Público de Empleo Estatal y una tendencia que no tiene visos de cambiar, parece lógico que sean muchos los que opten por probar suerte fuera. El propio director provincial del SEPE, Antonio Vázquez, decía hace dos meses, en la rueda de prensa sobre los datos del paro de junio, que aunque no se invite a irse a la gente, es normal que éstos intenten encontrar un futuro fuera.